El director de cine Pedro Almodóvar ha sido galardonado con el León de Oro Honorífico, que celebra su filmografía, de la 76 edición del Festival de Venecia, que se celebra del 28 de agosto al 7 de septiembre. La Junta de la Bienal de Venecia, presidida por Paolo Baratta, ha decidido concederle el premio al manchego tras haber sido propuesto por el Director de la Mostra Alberto Barbera.

“Estoy muy emocionado y honrado por el regalo que me hacen con este León de Oro”, ha asegurado Almodóvar. “Tengo maravillosos recuerdos del Festival de Venecia. Mi debut internacional tuvo lugar allí en 1983 con Entre tinieblas. Era la primera vez que una de mis películas viajaba fuera de España. Fue mi bautismo internacional y una experiencia maravillosa, como también lo fue mi regreso con Mujeres al borde de un ataque de nervios en 1988. Este León se convertirá en mi mascota, junto con los dos gatos con los que vivo. Agradezco de todo corazón este premio”.

“Almodóvar no solo es el director español más grande e influyente desde Buñuel, sino el autor que ha ofrecido a la España post franquista el retrato más articulado, controvertido y provocativo”, ha manifestado Alberto Barbera. “Los temas de la transgresión, el deseo y la identidad son el terreno en el que se construyen sus obras, impregnadas de un humor corrosivo y envueltas en un esplendor visual que le da un brillo inédito al campo estético y al pop-art en el que se inspira explícitamente. La enfermedad del amor, el anhelo del abandono, la incoherencia del deseo y las laceraciones de la depresión fluyen en películas que giran del melodrama y la parodia, basándose en vértices de autenticidad emocional que redimen cualquier exceso formal. Sin olvidar que Almodóvar destaca sobre todo en la pintura de retratos femeninos increíblemente originales, en virtud de la rara empatía que le permite representar la fuerza, la riqueza emocional y las debilidades inevitables con una autenticidad rara y conmovedora ".

Pedro Almodóvar ha estrenado este mismo año Dolor y gloria, que ha logrado a su paso por Cannes el premio a la Mejor Interpretación Masculina para Antonio Banderas. La película es un autorretrato en el que el paso del tiempo, el desencanto político y el olor de la infancia se cruzan en una tormenta de imágenes.