Mariano Barroso

El cineasta, presidente en funciones desde enero, se hace con las riendas de la institución en unas elecciones a las que su equipo, conformado por el productor Rafael Portela y la actriz Nora Navas, llegaba como única candidatura.

Mariano Barroso ha sido elegido nuevo presidente de la Academia de Cine. El director y guionista, junto a su equipo conformado por la actriz Nora Navas y el productor Rafael Portela, comparecía en la Asamblea General como única candidatura y con la idea de otorgar tranquilidad a una institución que desde la renuncia del productor Enrique González Macho en 2015 está sumida en la inestabilidad. "Somos los ganadores y los perdedores, los primeros y los últimos", comenta Barroso a El Cultural con cierta ironía.



"La Academia de Cine navega en un medio, en un país y en un tiempo en el que todo está muy disperso y todo es muy confuso. Pero nos ofrece la posibilidad de aglutinar, de integrar, de organizar actividades y encuentros, de crear comunidad… Hay que aprovechar las estructuras que tenemos para emprender acciones", asegura Barroso, que además llega con la idea integrar en la institución a todo el mundo. "Hay gente escéptica con otro tipo de cine, que pone por arriba al cine, digamos, más institucional. Eso es algo que quiero cambiar. Aquí cabe igual una película de resistencia que una que busca al gran público. Ambas son imprescindibles en nuestro cine".



Mariano Barroso era el actual presidente en funciones de la institución. Llegó a la Academia como número dos de la diseñadora de vestuario Yvonne Blake, elegida presidenta en octubre de 2016. Sin embargo, tuvo que ponerse al frente de la institución a raíz del ictus que Blake sufrió en enero de este año y que la ha obligado a dejar el cargo para centrarse en su recuperación. El de Yvonne Blake, sin embargo, no es el único percance que ha sufrido la Academia en los últimos tres años. En 2015, poco después de ser relegido para un segundo mandato de cuatro años, González Macho renunciaba al cargo por "motivos personales". Sin embargo, meses más tarde, salía a la luz su nombre entre los investigados en el llamado "fraude del taquillazo", que consistía en inflar el número de espectadores de una película para conseguir subvenciones.



Le sustituyó en funciones su vicepresidente primero, el actor Antonio Resines, que sería elegido en mayo de 2015 presidente de la Academia en otras elecciones con una única candidatura, como también ocurrió en el caso de Yvonne Blake. Resines renunciaría un año más tarde a raíz de serias discrepancias con parte de la Junta Directiva. "La estructura de la Academia de Cine funciona como funciona", comenta Barroso. "No sé si es ideal o no, pero es la que es, con sus ventajas y sus inconvenientes. Es una asociación profesional con una Junta Directiva que representa al conjunto de los académicos y si no te entiendes con ellos supongo que no te queda más que dimitir. Es una posibilidad, al fin y al cabo es lo bueno que tiene no cobrar. Pero no voy para nada con esa idea".



Tras la renuncia de Resines, la paz se impuso en la Academia después de que se hicieran efectivos varios relevos en la Junta Directiva, un órgano en el que están representados, además del presidente y sus dos vicepresidentes, un tesorero, un director general y dos miembros de cada una de las 14 especialidades cinematográficas.



Barroso, que ha ganado tres premios Goya a lo largo de su carrera -mejor director novel por Mi hermano del alma (1993), mejor documental por Invisible (2007) y mejor guion adaptado por Todas las mujeres (2013)-, es el decimosexto presidente de la Academia para un mandato de cuatro años.