Quizá hayan notado la proliferación de exposiciones dedicadas a Menchu Gal en los dos últimos años; las dos más sonadas, en el IVAM y en el Instituto Cervantes de Nueva York. Nueve muestras en veinte meses, todas ellas organizadas por la Fundación Menchu Gal. ¿Qué es? ¿Quiénes la gestionan? Cuando se inauguró la exposición en Nueva York, Edorta Kortadi, “comisario general” de la Fundación, manifestó que ésta era fruto de un deseo de la artista -fallecida en 2008- quien habría pedido al ex Diputado General de Gipuzkoa, Joxe Joan González de Txabarri, que la impulsara; él habría contado con la colaboración de Ernesto Gutiérrez, propietario de la galería Lorenart, y Francisco Calvo Serraller. Así lo explicó a El País.

Joxé Joan González de Txabarri había sido Viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco de 1991 a 1992, portavoz de la Comisión de Educación, Cultura y Deporte entre 2000 y 2003, Diputado General de Guipúzcoa entre 2003 y 2007 y varias veces diputado en el Congreso por el PNV. No era éste su primer contacto con Lorenart. En 2007 adquirió a la galería, para la Diputación, diez obras de Oteiza por 904.800 euros. Dudo que la Diputación suela gastar tales cantidades en obras de arte. La compra estuvo asesorada por Edorta Kortadi. De las ocho esculturas incluidas en el lote, tres han sido excluidas del catálogo de la Fundación Oteiza, por considerarse apócrifas: el Centauro, la Bacante y el Homenaje a San Juan de la Cruz. Hay dos obras con la categoría exigible para una colección pública; el resto tiene menor valor. Alguien que conoce muy bien el mercado de Oteiza estima que, tirando por alto, no se debería haber pagado por todo el lote más de 320.000 euros.

La Fundación Menchu Gal se inscribió en el Registro de Fundaciones de Competencia Estatal el 17 de noviembre de 2010. La Orden que recoge la inscripción, publicada en el BOE, precisa que la Fundación fue constituida por la sociedad Erlogu S.L. (¿ ERnesto y LOrena GUtiérrez?), con el mismo domicilio que la galería Lorenart en Madrid. Su objetivo principal sería “El estudio, divulgación y conservación del legado cultural dejado tras su fallecimiento por la pintora guipuzcoana conocida como Menchu Gal, para obtener con ello un mayor reconocimiento artístico a su obra”. El patronato quedó integrado por Ernesto Gutiérrez como presidente, Ernesto Gutiérrez Valladares (hijo de Ernesto Gutiérrez) como secretario, y Lorena Gutiérrez Valladares (hija) como vocal1. Posteriormente, González de Txabarri ha acudido a algunos actos como secretario de la Fundación, a cuyo patronato se habría sumado después de la inscripción. También se ha unido al equipo Edorta Kortadi, crítico de arte, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Deusto, sacerdote y “comisario general” de la Fundación. Menchu Gal no dejó hijos y ninguno de sus tres sobrinos formaba parte de ese patronato por lo que no hay en él ninguna participación de la familia de la artista.

En la inauguración de la exposición que la Fundación Menchu Gal organizó en Pamplona, Ernesto Gutiérrez declaró a Diario Vasco que ”cuando falleció dejó la obra que tenía en su casa a su sobrino, que la ha depositado en la Fundación. Eran unos cien cuadros difíciles de clasificar, bastantes de los años 40 y 50 y que muy pocas veces se han mostrado”. El sobrino al que se refiere es probablemente, aunque había otros dos sobrinos que hicieron lo mismo, Álvaro Delgado-Gal, quien me ha confirmado que vendió a Gutiérrez -no depositó en la Fundación- el lote que le correspondió en herencia.

Todas las exposiciones, salvo la realizada en Canarias, han sido generosamente patrocinadas por la Fundación Kutxa, por lo que apenas habrán supuesto gastos para la Fundación Menchu Gal. En febrero de 2012, la Fundación Menchu Gal firmó un convenio con la Fundación Kutxa y el Ayuntamiento de Irún, que posee 37 obras adquiridas a la artista un año antes de su muerte, para promocionar su figura. Esas 37 obras, que se exponen en la sala Menchu Gal y que según uno de sus sobrinos son las mejores que ella conservaba, se valoraron en su día en 766.000 euros, a abonar en mensualidades de 11.600 euros mientras la artista viviera: una especie de pensión. Falleció muy poco después, así que el negocio fue redondo.

Hasta la fecha, la Fundación Menchu Gal ha organizado exposiciones con “su” colección en el Pabellón de Mixtos de La Ciudadela (Pamplona), la Sala de Exposiciones del Archivo Municipal (Málaga), el Palacio de Aranburu (Tolosa), el Centro Cultural Cortijo Miraflores (Marbella), el IVAM (Valencia), la Sala Menchu Gal (Irún), el Instituto Cervantes de Nueva York, el Centro de Iniciativas de la Caja de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria) -antes se había intentado colocar en el CAAM- y el Paraninfo de la UPV/EHU Bizkaia Aretoa (Bilbao); esta última está abierta al público hasta el 28 de febrero. Para este año está previsto ocupar la Sala Kubo del Kursaal en San Sebasitán y, de nuevo, la Sala Menchu Gal de Irún. Se habla de Madrid para 2014. Son salas de diferente pelaje y las exposiciones, de dimensiones variables, han incluido casi siempre obras adicionales, prestadas por otros coleccionistas. Los comisarios han sido Rafael Sierra, cuya carrera curatorial está muy unida al IVAM, Edorta Kortadi, Francisco Javier Zubiaur (Pamplona) y María de los Reyes Hernández Socorro (Las Palmas). En varias de las sedes se han organizado conferencias o mesas redondas; en diversas ocasiones ha participado en ellas Francisco Calvo Serraller (Valencia, Irún, Las Palmas, Bilbao). En la información proporcionada por la Kutxa acerca de la exposición en Bilbao se dice que ésta ha sido “dirigida por el Instituto de Arte Moderno de Valencia (IVAM)”; también en la exposición en Nueva York aparece el IVAM como entidad organizadora. Vayan quedándose con estos datos para hacerse la composición final.

Se preguntarán ustedes, como yo, ¿a quién pertenecen las obras de la Fundación Menchu Gal que están promocionando tan activamente el IVAM, la Fundación Kutxa, diversas administraciones locales, el Instituto Cervantes...? En la mencionada Orden de registro de la Fundación no se dice nada de que Erlogu S.L., la sociedad de Ernesto Gutiérrez, aporte a ella obras de la artista; si lo hubiera hecho así -lo normal en fundaciones que custodian legados artísticos- no podría venderlas, al tratarse de bienes que forman parte de la dotación fundacional en una entidad sin ánimo de lucro. Y sí están a la venta: tenemos constancia de que la galería Lorenart ofrece obras que en las exposiciones citadas se presentaban como pertenecientes a la Fundación Menchu Gal. Obras que compró Ernesto Gutiérrez, y no la Fundación, a los herederos de la artista.

En el catálogo del IVAM aparecen nueve obras que ahora mismo están a la venta en Lorenart a través de su página web, la cual he descargado y guardado en previsión de que pudiera modificarse tras publicarse este artículo. Son, en concreto, las reproducidas en las páginas 50, 56, 70, 77, 108, 109, 111, 116 y 123. Algunas otras de las que ofrece la galería se ven en fotografías de la exposición en otras sedes (ver más abajo). Y en la página web de la Fundación Menchu Gal figuran diversas obras, como parte de su colección, que están igualmente a la venta en la web de la galería. Entiendo que si hay obras incluidas en el “catálogo” de la web de una galería es porque ésta las vende. En Feriarte, la feria de antigüedades, la Fundación Menchu Gal tuvo en 2011 un pequeño stand (el 4G20S). ¿Promocionaba la Fundación o vendía las obras allí? En la edición de 2012 de esta misma feria participó, como es costumbre, Lorenart. Yo no la visité pero me consta que había obras de Menchu Gal en su stand -no sé cuales- y que en el catálogo que entregaba a prensa figuraba la obra “Paisaje de Ibiza”, de la Fundación. Y por si quedan dudas: la empresa Alcoarte detalla en su web los trabajos realizados en 2001, entre los que figura:

“Fecha: Junio- septiembre 2011

Cliente: Lorenart. S.L.

Origen: Madrid

Destino: Museo del Patrimonio Municipal de Málaga

Modalidad: Terrestre

Embalaje: Cajas de madera/Protección

Trabajos de transporte, embalaje y montaje de las obras que componen la muestra Menchu Gal para su exhibición en Málaga. Al término de la muestra se realizarán los trabajos inversos, para su retorno a Madrid”

Edorta Erkadi, a la derecha, junto una de las obras expuestas en Pamplona, y a la venta en Lorenart

Si la Fundación Menchu Gal presentara públicamente sus documentos fundacionales podríamos comprobar nosotros mismos si las obras están adscritas a ella. Tal vez haya una explicación perfectamente respetable para todo esto, que espero que nos ofrezcan. Puede que la web de la galería no se actualice ¿desde hace tres o cuatro años? y ¿reproduzca obras que en algún momento Lorenart haya donado a la Fundación Menchu Gal? ¿Se habrá embarcado Lorenart en esta gran operación para prestigiar artísticamente a la pintora sin esperar nada a cambio? Inverosímil pero no imposible. Yo he llamado a la galería, he dejado recado y no me han devuelto la llamada. Valoren ustedes los indicios y piensen qué clase de intereses pueden guiar a cada uno de los intervinientes en estas operaciones en torno a Oteiza y a Menchu Gal.

Si las obras de ésta pertenecieran a la galería Lorenart se estaría engañando a instituciones y público al hacerlas pasar como colección de la Fundación. ¿Se trataría de hacer subir los precios? Menchu Gal no es, evidentemente, una gran artista, y se podría estar “animando”, con la necesaria colaboración de museos, administraciones y organismos públicos como el Instituto Cervantes, el mercado para una inversión -la compra de obras a los herederos- que de otra manera resultaría poco rentable. Si se han donado a la Fundación como bienes no dotacionales, sólo se podrían vender con autorización del Protectorado de Fundaciones pues la Ley 50/2002 establece ese trámite para los bienes dotacionales o “directamente vinculados al cumplimiento de los fines” de la Fundación, y éstos hablan de “conservar” el legado de la artista, no de comercializarlo.

Como apuntaba en la primera entrega de este artículo, todos estas situaciones dudosas, quién sabe si ilegales, proceden de una falta de transparencia en las instituciones culturales que debemos combatir. En el mejor de los casos, podemos sin duda hablar de ausencia de criterio, de excesiva credulidad por parte de los responsables. Y tanto la Fundación Kutxa como el IVAM deberían explicar si conocen los detalles de la Fundación Menchu Gal y qué les ha llevado a avalar esta itinerancia.

(1) El resto de los miembros del patronato: Ana María Grande Román como tesorera, Rocío-Dolores Parrondo Mayo y Benito Jiménez Sánchez como vocales. En la web de la galería Lorenart se informa de que su “colección de arte” está dirigida por Rocío Parrondo y Ana María Grande. Todo queda en casa.