Manuel Pedro y Miguel Pablo Rosado en su estudio en Sevilla.

Han sido los últimos ganadores del Premio Pilar Juncosa y Sotheby's que otorga la Fundación Pilar y Joan Miró de Mallorca por el proyecto 'Vea usted, aquí estaba...', del que presentan un adelanto en la galería Alarcón Criado, de Sevilla, con la exposición 'Estructura Espacial Original'. La recorremos con los MP Rosado cruzando umbrales y alter egos.

Manuel Pedro y Miguel Pablo Rosado (San Fernando, Cádiz, 1970). Hermanos & gemelos. MP & MP. Siglas, también, de mensaje privado, que ellos suelen firmar en minúscula, robándole el nombre al dominio geográfico de un territorio dependiente, como los archipiélagos o los afectos. De una señal en el espacio. No en vano ellos son de La Isla. Algo de eso tiene, también, el amplio estudio que tienen en Sevilla. Una gran claraboya en el techo ayuda a dar la sensación de limbo, de territorio flotante. Los muchos trabajos que acumulan aparecen por sorpresa, como las canciones en su lista aleatoria del MP3: de Carla Morrison a Camaron. Sin complejo alguno, como cuando mezclan todo tipo de materiales: arcilla con metal, tornasol con rosa chillón, tejido con grafito. Esculturas por encima de cualquier otra cosa.



Los MP Rosado saben que son plurales. Contengo multitudes, decía el título de una de sus exposiciones en 2011. "Cada persona es una colección de historias, textos, música, imágenes, presente, pasado, futuro, como decía Félix González-Torres, siempre cambiando, sumando, restando, ganando", dicen. Aunque trabajan como colectivo, casi de manera inconsciente, les gusta verse como un solo artista. Esa dualidad, el conflicto por hallar la identidad personal es una de sus constantes desde que acabaron la carrera de Bellas Artes a mediados de los 90 y empezaran a exponer en la, entonces sevillana, galería Pepe Cobo.





Secuencia ridícula, 2002



Mucho ha cambiado su trabajo desde entonces. Empezaron retratándose en cuerpos de terracota con máscaras (de uno, del otro, de perro) que se fueron cayendo al suelo como esos alter egos. Trepando por paredes y árboles unas veces, y atrapados bajo el suelo, fueron desmenuzándose hasta, casi, desaparecer. Hoy son sólo huellas. "En un principio fuimos más visibles en las esculturas, eran representaciones de nosotros mismos, de una manera aparatosa, barroca. Jugábamos con cierta teatralidad, hablando de lo real y lo ficticio, y trabajábamos con imágenes reconocibles y familiares, que percibimos como algo nuestro, la irrupción de lo truncado en lo cotidiano que todavía hoy nos sitúa en un universo extraño e ‘irreal'. Por decirlo de algún modo, antes éramos más directos, más literales, y ahora estamos intentando hablar desde la escultura de manera más abstracta, aunque siempre manteniendo la misma actitud: conciliar algún tipo de emoción. En ese sentido, seguimos trabajando con el espacio, la ruina, el intervalo, el doble; con la geografía, el viaje interior, lo traumático, lo abyecto, lo informe, lo siniestro... De manera especial, nos interesa la idea de obstáculo, de rastro", explican.



Encuentros casuales

La huella que dejó su intervención en Abierto x Obras en Matadero, Cuarto-gabinete, una cortina llena de pedruscos, conchas, maderas y corcho, convive ahora en su estudio junto a las obras que presentan en su nueva galería, Alarcón Criado, de Sevilla. Estructura Espacial Original se titula. Parte de un texto de Michael de Certeau, Andar en la ciudad, con el que MP & MP Rosado hablan, de nuevo, de identidades invisibles. "Certeau equiparaba el acto de caminar con el hecho de hablar. De algún modo es lo que proponemos: practicar el espacio mostrando lo que ya no está. Es una exposición basada en encuentros casuales y negociaciones personales, en una relación con lo desaparecido, con lo que ya no está pero existe, que es real. El rastro que dejan las cosas...".



-Una huella asociada al paso del tiempo. De eso trata Me siento bien aquí, la obra central de la exposición. Hablemos de ella.

-Está hecha a partir de los visillos de nuestro apartamento, después de estar expuestos al sol durante cuatro años. Montadas sobre bastidores, en las cortinas hay dibujadas con plomo todo tipo de cancelas de arquitectura civil andaluza de distintas épocas. Cortinas y cerramientos son motivos ornamentales y símbolos de defensa, límite y protección. Representan un punto de encuentro entre un exterior y un interior, entre lo privado y lo público. Indican donde empieza y termina la vida cotidiana. Hablan de obstáculos, de barreras.





Me siento bien aquí I, 2013



-Como los pomos de las puertas repetidamente dibujados en De lo de dentro y de lo de fuera (2012) o las Ventanas iluminadas instaladas en 2005 en el CAAC. Otra obra que habla sobre simulación y realidad es Vea usted, aquí estaba...

-Sí, son obras realizadas en arcilla, donde se imprimen huellas de los objetos de uso diario. Aluden a las ausencias, a la huella como símbolo de una realidad invisible u oculta.



-¿A los recuerdos?

-Y a las esperas. Los recuerdos son historias fragmentarias y replegadas, casi jeroglíficos. De eso tratan las pinturas Loading, esas pantallas que encontramos cuando se cargan las páginas de internet, que reflejan la dificultad de traducir lo que está detrás de cada imagen, la imposibilidad de convertir las experiencias en imágenes.



Los Rosado convierten ese conflicto en virtud. Proponen volver a la esencia, a la biografía de las cosas para buscar diferentes posibilidades del espacio. De ahí Invisibles de lo visible, macetas en el suelo a las que les crecen los pies y que tienen la boca tapada. Son parte del paisaje andaluz, pero aquí devienen cuerpos raros. Tanto como los bastones de caña de bambú que se irán moviendo de un lado a otro en la galería, como los muchos libros en su estudio. Son un guiño a Charles Chaplin, una extensión de su brazo que llegaba donde lo hacía su voz. "Con el bastón puedes ir por aquí pero no por allá, puedes crear algún atajo o rodeo, te invita a recorrer caminos que no son los obligatorios", dicen. Precisamente eso, investigar las posibilidades de la escultura es lo que les mueve a trabajar: "conocer y experimentar el contexto en el que el arte puede existir, las posibilidades que tiene. Tendemos a encasillar disciplinas y es algo muy reduccionista. La exploración, para nosotros, es el motor. Nuestro trabajo está en la grieta entre hablar y hacer, buscando revelar algo...".



Muchas revelaciones encuentran en otros: Beckett, Baudelaire, Borges, Perec... Algunos de sus libros los vemos en la exposición bajo el título Mapa de lugar. Con citas, acompañan cada uno de los 6 pósters antiguos del estrecho de Cádiz que han rescatado para borrarles las embarcaciones, dejando, únicamente, el mar. Metáfora de lo insondable, como saber quiénes somos. "Ponen de relieve la tensión entre presencia y ausencia en relación a la idea de frontera. El mar y la publicación tienen un papel mediador. Son espacios entre dos".

Como ellos. Otro autorretrato. Otra M y otra P.