Una rotura de paneles, una vela que se llevó una parte de la túnica de Adán y una capa de suciedad habían apagado los colores originales de La Anunciación de Fra Angelico. El Museo del Prado llevaba tiempo buscando la oportunidad de poder restaurarla para devolverle el brillo y, con motivo de la muestra Fra Angelico y el origen del Renacimiento florentino que se inaugurará el próximo día 28, encontró el momento. Gracias a la colaboración de Friends of Florence y American Friends of Prado que han aportado 150.000 euros (el 50% cada una) Almudena Sánchez ha podido trabajar en la pintura durante el último año y ha descubierto, además, que el ala principal del ángel era curva y no recta.

La intervención de Sánchez empezó en marzo de 2018 con un primer mes dedicado en exclusiva a la investigación. Una vez establecido el objetivo de "devolverle la luz, el color y el espacio”, observó que el soporte se encontraba en buen estado de conservación pero "los colores eran ajenos a Fra Angelico". Los repintes en el ángel y en el lapislázuli del manto de la virgen, obra de restauraciones anteriores, tenían que ser devueltos a su origen. Así, su trabajo pasó por tres fases: en la primera se eliminó la capa de polución, en la segunda se removieron los repintes que ocultaban la pieza y en la tercera se recuperó el ala original.

La pintura al temple que usó en su obra y la falta de un barniz que la protegiera llevaron a la restauradora a usar los métodos de limpieza más avanzados. "Usamos un gel de silicona que actúa como vehículo del medio acuoso que se activa con pinceles muy pequeños que remueven la suciedad", explica. Las antiguas intervenciones, realizadas al óleo y adheridas con fuerza a la pintura, ralentizaron el proceso pero, finalmente, se dio paso al brillo del lapislázuli y del tono rojo de las lacas que utilizó el artista hace más de 600 años. Del mismo modo “el arcángel Gabriel ha recuperado el rubio de sus rizos y el oro su brillo".

Detalle de 'La Anunciación' de Fra Angelico antes (izda.) y después de su restauración

La cortina gris que había ensombrecido y enturbiado el cuadro empezaba a recuperar el tono original y las flores se volvían a superponer devolviendo el espacio y la distancia que hasta ahora se habían perdido. No se sabe cuándo se separaron los paneles que fracturaron el soporte y, como consecuencia, parte del ángel pero se cree que, debido a esto, una restauración antigua modificó el ala original ocultando su forma y creando una asimetría que se alejaba de la meticulosidad y maestría del artista. Al eliminar el exceso de pintura Sánchez descubrió algunos elementos de oro que proporcionaron la información necesaria para saber cuál era el punto de partida del ala.

"Era raro que las dos fueran diferentes, una cóncava y la otra recta. No tenía sentido. Se había agrandado el ala y unía la punta de la misma con la túnica para tapar la grieta", explica Sánchez. Una vez devuelta la forma original del maestro del Quattrocento, Gema García, encargada de los tonos dorados, empezó a colocar las plumas, una a una, mediante la incisión de un punzón muy fino diseñado para la restitución. Luego se pintó de rojo para que el fondo pudiera absorber el color oro que caracteriza a esta zona central de La Anunciación. “Fra Angelico las pintó como si fueran plumas de pavo real pero tan solo se puede ver en una de ellas”, se lamenta Almudena Sánchez.

No fue esta la única reparación, aunque sí la más importante del proyecto, ya que la túnica de la virgen "estaba repintada en la parte derecha y se habían inventado pliegues y sombras" que el pintor no había concebido. El manto de color lapislázuli brillante estaba oscurecido, casi negro en algunas zonas, y la iluminación que Fra Angelico utiliza “para introducirnos en la escena e invitarnos a la espiritualidad”, habían perdido su fuerza. Tampoco se conoce cuándo ni cómo una vela destruyó una parte de la túnica de Adán, una figura cuyas pestañas solo son perceptibles si se mira a través de una lupa. Su barba, concebida pelo a pelo, “muestra un gran esfuerzo por representar la realidad”, detalla la restauradora. Además, la manera en la que da vida a los ojos y la boca perfilada de los personajes “adelantan la carrera de miniaturista de Fra Angelico”.

La pintura florentina

Junto a La Anunciación se incluirán en la exposición otras obras florentinas cuyas restauraciones se están llevando a cabo en Italia gracias a la aportación económica de Friends of Florence y American Friends of Prado Museum como Virgen con Niño, y querubín de Michele da Firenze; la terracota de Donatello, Virgen con Niño en trono, con dos ángeles y dos profetas, del Museo di Palazzo Pretorio; o Trinidad de Gherardo Starnina en la Collezione Chiaramonte Bordonaro.

La muestra estudiará los inicios del Renacimiento florentino en torno a 1420 y 1430, con especial atención a la figura de Fra Angelico, uno de los grandes maestros del Renacimiento. El artista fue responsable de los primeros grandes logros artísticos alcanzados en Florencia en esta época, junto a los pintores Massaccio, Masolino, Uccello y Filippo Lippi, los escultores Ghiberti, Donatello y Nanni di Banco, y el arquitecto Brunelleschi. La Anunciación será una obra central de la exposición y junto a ella se incluirán otras dos pinturas de Fra Angelico recientemente incorporadas a la colección del museo: la donación el Funeral de San Antonio Abad que acompañó a la adquisición de la Virgen de la Granada, ambas obras procedentes de las colecciones del duque de Alba.

@scamarzana