El secretario de Estado de Cultura Fernando Benzo

El anuncio de la marcha de Miguel Zugaza como director del Museo del Prado, que dirigía desde 2002, para volver a su casa en Durango (Vizcaya) y ponerse al frente del Museo de Bellas Artes de Bilbao, ha puesto de manifiesto la falta de previsión a la hora de buscar un sustituto, pues no existe un procedimiento claro y satisfactorio para su sucesión y como explicaba Elena Vozmediano hace un par de semanas, el debate está servido. Ahora es el secretario de Estado de Cultura, y miembro del Patronato de la pinacoteca, Fernando Benzo, quien se pronuncia, y considera que para elegir al nuevo director del Museo del Prado "tenemos que seguir la legislación del Museo del Prado, el Código de Buenas Prácticas en materia de instituciones culturales, y ser razonables y sensatos". En un concepto amplio, ha precisado, "tiene que haber una cierta competición, que no concurso, a la hora de designar este puesto". El Museo del Prado, añade, "designará una comisión que valorará los diferentes candidatos", por lo tanto se hará un estudio que el Patronato trasladará al ministro, y éste al Consejo de Ministros. Estas declaraciones de Benzo reactivan el debate en torno a un concurso abierto, ya que un nombramiento directo, en el grado que sea, desde el Ministerio sería hoy inaceptable. Como escribía en su artículo Elena Vozmediano, "la posibilidad de poner en marcha un procedimiento abierto y democrático para elegir director, un concurso, debería estar apoyada en el marco legal. Y se puede hacer. La Ley de 2013 dice que el director será nombrado a propuesta del ministro, "en los términos que fije el Estatuto". Y los términos del Estatuto se pueden modificar: entre las competencias del Patronato está la de "Proponer al ministro de Educación, Cultura y Deporte, en su caso, la iniciación del procedimiento de modificación del estatuto". Con este mecanismo de modificación del Estatuto se pudo convocar un concurso para el Museo Reina Sofía, que lo había modificado en 2007 acogiéndose al Código de Buenas Prácticas suscrito en enero de ese mismo año por la ministra Carmen Calvo y las asociaciones profesionales del sector del arte contemporáneo. "Ese documento es esgrimido ahora por quienes solicitan un concurso para el Prado pero lo cierto es que no tiene entidad legal y que sería en todo caso aplicable a museos estatales de arte contemporáneo, es decir, al Reina Sofía", puntualiza Vozmediano. "Y, sin embargo", continúa, "el Ministerio ha convocado desde entonces concursos de dirección para museos estatales que no son de arte contemporáneo: el Museo Nacional de Escultura de Valladolid (2008) y el Museo de Altamira (2016), aunque ambos restringidos a funcionarios". La mayoría de concursos se han celebrado hasta la fecha en museos y centros de arte contemporáneo pero también en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en el Museo de Bellas Artes de Asturias o el Museo de Bellas Artes de Valencia; "y en los dos primeros actuó como miembro del comité seleccionador Miguel Zugaza que, paradójicamente, se muestra muy contrario a los concursos", apunta la crítica. "Su incorporación al Museo de Bellas Artes de Bilbao, mediante nombramiento político, se puede dar por hecha: ya ha sido "presentado" a su Patronato, que no parece haber tenido ni voz ni voto en su elección". El presidente del Patronato del Museo del Prado, José Pedro Pérez-Llorca, informó recientemente de que la sustitución de Zugaza se abordará en la primera reunión del año de ese organismo, que será antes del 14 de febrero pero aún sin fecha conocida. También ha aludido Benzo a la idea sostenida por Zugaza defendiendo el traslado del Guernica desde su ubicación actual, en el Museo Reina Sofía, al Salón de Reinos del Prado, en proceso de rehabilitación para ampliar la pinacoteca. El secretario de Estado de Cultura ha repetido las palabras del ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo asegurando que "el Guernica es el corazón del Museo Reina Sofía, y las condiciones del cuadro hacen que no esté para que se hagan demasiados movimientos". En este sentido, Benzo defiende que la "narración museística del Museo del Prado no se perjudica si no está el Guernica", algo que sí sucedería si se fuera del Reina Sofía, su "punto de referencia".