Inmaculada E. Maluenda y Enrique Encabo colaboran en El Cultural desde abril de 2012. Foto: Jorge López Conde

Los casi 60 artículos publicados desde abril de 2012 en las páginas de El Cultural han llevado a Inmaculada E. Maluenda y Enrique Encabo a obtener uno de los premios que anualmente entrega el Colegio de Arquitectos de Madrid para reconocer, no sólo obras o actuaciones arquitectónicas, sino también "iniciativas ejemplares que hayan contribuido a la difusión de los valores culturales de la arquitectura". La revista El Croquis o el documental The Competition, de Ángel Borrego Cubero, han sido distinguidos en ediciones anteriores junto a los proyectos construidos. Lo cierto es que "la difusión y publicación de arquitectura se ha hecho muy bien siempre en España y el COAM ha sido siempre generoso y consecuente", reconocen Maluenda y Encabo.



Inmaculada E. Maluenda y Enrique Encabo llevan tres años y medio colaborando con El Cultural. Desde esta tribuna han analizado lo mejor de la arquitectura construida y por construir y han entrevistado a algunos de los arquitectos más reconocidos dentro y fuera de España, como Zaha Hadid, Álvaro Siza, Cruz y Ortiz (autores de la ampliación del Rijksmuseum), el maestro José Miguel de Prada Poole y, más recientemente, a la pareja José Selgas-Lucía Cano, entre otros. Su primer artículo se tituló Acuerdos paneuropeos y en él nos acercaban el trabajo de Clara Murado, Juan Elvira y Enrique Krahe (MEK design) realizado en una residencia de estudiantes en Noruega). El último se publica mañana con un recorrido por la obra de Alvar Aalto, con motivo de la exposición del maestro finlandés en CaixaForum Madrid.



Sesenta artículos en los que la única premisa que se ha impuesto esta pareja de arquitectos, que cambió hace tiempo la construcción por la divulgación, ha sido "dentro de lo posible, no teorizar demasiado, El Cultural no es el mundo académico. Nos dirigimos a un lector que se interesa también por la reseña sobre el último libro de Rodrigo Rey Rosa o la apuesta pop de Abel Hernández y entendemos que tenemos que enfocarla como cualquier otro producto cultural. Ese es nuestro planteamiento esencial", explican.



Casi 60 artículos en tres años y medio han firmado Maluenda y Encabo en El Cultural

No hay truco en sus textos, amenos y frescos, lejos de ostentaciones y complejidades formales. Para aprender sin darse cuenta. Si acaso el comienzo. "Intentamos ser razonablemente amenos y buscamos cierta capacidad de enganche, casi siempre en los arranques. A veces hay que agarrarse a pequeños detalles o cosas concretas elementales que nos lleven a empatizar con el lector". Y lo consiguen sin renunciar por ello a la precisión que, reconocen, en la arquitectura escrita muchas veces brilla por su ausencia.



Entre la crítica y la información, sus artículos se encuentran en un punto intermedio. "No pretendemos tutelar, ni decirle al lector lo que debe pensar y, por otro lado, en la arquitectura la crítica es más académica y especializada, no es eso lo que hacemos". Aunque quizá lo más difícil sea encontrar las palabras que llenen el espacio, describir la experiencia de la arquitectura. "Supongo que pasa lo mismo cuando se trata de describir un sabor, es complicado y para ello hay que recurrir a convenciones que todos tenemos en mente, lo complicado suele ser dar con ella. La arquitectura incluso fotografiada resulta a veces poco aprehensible", reconocen. Lo mejor sin duda, que "en el proceso de racionalizar una experiencia física descubres cosas sobre ti y sobre el edificio que antes no sabías".



Culturalmente curiosos, Inmaculada E. Maluenda y Enrique Encabo no han parado de trabajar en los últimos años. De Q! estudio, su oficina de "comunicación y medios para la arquitectura", como la definen en su web, han salido, además de estos artículos para El Cultural, el programa de radio Planeta Beta, que se ha retrasmitido en Radio Círculo durante 5 años, hasta principios de 2014 cuando cerró tras más de 100 programas en antena; una colección de monografías de arquitectos, Excepto, y varios trabajos relacionados con el comisariado, como los del Pabellón de España en la Bienal de Arquitectura de Venecia. "Durante mucho tiempo el flujo de trabajo ha sido tal que íbamos trabajando sin poder dedicarnos mucho más a pensar en qué y cómo. Siempre poniendo cuidado en no segregar la vida personal de la profesional". Y es que ellos son, inevitablemente arquitectos.



Nacidos ambos en Madrid, en 1975, son los dos arquitectos por la ETSAM (UPM), donde Enrique Encabo es profesor. Inmaculada E. Maluenda es profesora de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid y juntos dirigen Q! estudio desde 2007.

Los premios COAM 2015

Junto a Inmaculada E. Maluenda y Enrique Encabo los premios COAM 2015 han reconocido la labor de prestigiosos arquitectos, todo ellos con proyectos construidos este año. La sede de la Fundación Francisco Giner de los Ríos en Madrid, de Cristina Díaz y Efrén García Grinda (AMID.cero9), ha obtenido el primer premio COAM que ha otorgado también tres menciones a la Factoría Cultural en Matadero Madrid, de Ángel Borrego Cubero (OSS); las 177 viviendas sociales en Valdebebas, Madrid, de Francisco Mangado y Julio Clúa; y la rehabilitación de edificio de oficinas en la calle Génova 17, Madrid, de Antonio Ruiz Barbarín (Ruiz Barbarín Arquitectos).



El premio Luis M. Mansilla, que reconoce trabajos realizados fuera de la Comunidad de Madrid, ha sido para el Centro de congresos y sede departamental en Troyes, Francia, de José Ignacio Linazasoro, Thienot Ballan Zulaica Architectes y Ricardo Sánchez González. Y las menciones del premio Luis M. Mansilla para el Palacio de congresos y exposiciones Vegas Altas en Villanueva de la Serena, Badajoz de Luis Pancorbo, José de Villar, Carlos Chacón e Inés Martín Robles; la cancillería de la Embajada de España en Amman, Jordania, de Luis Maldonado Ramos y José Ramón Gámez Guardiola; y la galería de arte contemporáneo Carreras-Mújica en Bilbao, de Juan Herreros y Jens Richter (Estudio Herreros).



Por último, el nuevo premio COAM + 10 (para la obra con más de diez años de antigüedad que mejor haya soportado el paso de los años) ha recaído en las viviendas en el paseo de la Habana, Madrid, de Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos.