No hay duda de que El origen del mundo pintado en 1866 por Gustave Courbet (1819 - 1877) es una de las pinturas más famosas de todos los tiempos. El sexo femenino en primer plano, desprovisto de toda intimidad, apenas sin pecho, sin rostro, tan sólo el tronco desnudo sobre unas sábanas blancas. Su dureza y realismo aún hoy causan cierto pudor. Pues bien, la mujer desconocida de la pintura, desde hoy tiene rostro.

La revista francesa Paris Match publica hoy una sorprendente historia: un comprador que prefiere mantenerse en el anonimato habría adquirido en 2010 un pequeño cuadro (33 x 41 cm.) por 1.400 euros, en un anticuario.

Al llegar a su casa se dio cuenta de que el cuadro presentaba un corte en la parte de atrás, como si hubiera formado parte de una tela mayor. Además, en el reverso del lienzo que refleja el retrato de una mujer, el comprador descubre una fecha: 1860. Y tras varios años de pesquisas y estudios, ha logrado que uno de los expertos en Coubert certifique que la pintura es del pintor francés.

'El origen del mundo', de Gustave Courbet

Estas conclusiones confirman la intuición del comprador: El origen del mundo y el retrato forman parte de una misma obra y serán inscritos en el tomo III del Catálogo razonado que prepara Jean-Jacques Fernier para el próximo otoño.



Desde que Courbet lo pintara en 1866, El origen del mundo pasó por varias manos, aunque siempre permaneció oculto. Tras la muerte de su último dueño, Jacques Lacan, en 1981, pasó a manos del Estado francés como pago del impuesto de sucesiones, y desde 1995 puede verse expuesto en el Museo D'Orsay.