Image: Mark Woods

Image: Mark Woods

Arte

Mark Woods

Newman Popiashvili, Nueva York (EE.UU.). Del 7 de marzo al 25 de abril. www.npgallery.com

20 marzo, 2009 01:00

Mark Woods: "Hood" (2009)

El espacio neoyorquino de Newman Popiashvili presenta estos días el trabajo fotográfico del estadounidense Mark Woods.

La galería, que hace un par de años participó en la feria de arte ARCO, es una de las más punteras de la ciudad con una interesante combinación de jóvenes artistas y creadores consagrados. Entre sus artistas está el valenciano Jorge Peris, que el pasado año, durante el Armory Show, tuvo una exposición que dio mucho que hablar en los corrillos artísticos de la ciudad.

Bajo el esclarecedor título After Analysis, Woods trata de generar diálogos de diversa índole entre imágenes supuestamente inconexas. En los últimos años ha venido trabajando en torno a la asociación derivada de su experiencia con el psicoanálisis. De hecho, las imágenes, de medios formatos, que aquí podemos ver han sido tomadas en los momentos inmediatamente posteriores a cada una de sus frecuentes sesiones. Es un conjunto de imágenes de iconografía dispar pues se centran en asuntos que resultan en principio anodinos, un tipo de trabajo en el que el contenido real subyace a la impresión primera que producen.

Y es que las fotografías de Mark Woods ponen a prueba la capacidad del espectador para encontrar narrativas que se ajustan a un juego de opuestos. En esta obra última suya, las relaciones entre las diferentes imágenes tienen que ver con un hilo conceptual basado en asociaciones "interiores" que resultan difícilmente aprehensibles, muy al contrario que otros trabajos anteriores del artista, vinculados por esquemas mucho más formales, de orden compositivo. Esta nueva complejidad responde al creciente interés del artista por las fuerzas no visibles que rigen la percepción de los seres humanos. Muchas de estas fuerzas se enfrentan en sus fotografías con elementos de clara rotundidad formal. En imágenes como Hood o Christmas Trees, un coche al que se le han pegado franjas de cinta adhesiva y la parte baja del tronco de un árbol de Navidad respectivamente, proponen lecturas y significados que más de uno asociaría a la relación con lo cotidiano, casi a algo próximo a la deriva, a cómo la ciudad produce y ofrece experiencias de corte poético donde no se esperan. No tienen, sin embargo, nada que ver este conjunto de fotografías con contenidos psicogeográficos pese a las posibles implicaciones del azar en estas imágenes. Encuentran, por el contrario, su razón de ser en un universo personal y un tanto críptico, en las conexiones entre lo visible y lo que se nos oculta, entre experiencia y memoria, lo vivido y lo soñado, la abstracción frente a lo representado (y encontrado)… Y, por supuesto, el trabajo tiene que ver en gran medida con cómo nos acercamos a lo que vemos, cómo procesamos lo que miramos y como hacemos uso de ello en la era del consumo irracional y desmedido de las imágenes.