Serena Williams ha reivindicado la igualdad salarial en el tenis.

Serena Williams ha reivindicado la igualdad salarial en el tenis. E.P.

Tenis

Serena Williams (44), sobre las finanzas: "Tenía el dinero, pero no entendía cómo funcionaba"

La extenista norteamericana quiso ir más allá para saber gestionar su patrimonio cuando empezó a generar grandes cantidades de dinero.

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A. M.
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Serena Williams acumuló toda una fortuna a lo largo de su carrera deportiva. Sus innumerables éxitos, además de convertirla en una de las mejores tenistas de la historia, también le generaron un gran impacto económico, y la estadounidense demostró saber cómo gestionarlo.

"Tenía el dinero, pero no entendía cómo funcionaba", llegó a comentar en alguna ocasión. Con esa oración resume a la perfección un punto de inflexión en la vida financiera de muchos deportistas, y encaja con lo que Williams ha explicado en varias entrevistas sobre su relación con el dinero.

Ella misma ha contado cómo, al principio de su carrera, la prioridad era ganar partidos y títulos, mientras que el dinero simplemente llegaba en forma de cheques de torneo y acuerdos de patrocinio, sin una comprensión profunda del sistema financiero que había detrás.

La tenista estadounidense Serena Williams tras recoger el Premio Princesa de Asturias de los Deportes en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo

La tenista estadounidense Serena Williams tras recoger el Premio Princesa de Asturias de los Deportes en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo Chema Moya EFE Oviedo

Ese contraste entre tener recursos y no entender su lógica es clave: refleja el salto de ver el dinero como un resultado del talento deportivo a verlo como un lenguaje que hay que aprender. En el caso de Serena, ese aprendizaje la llevó a pasar de "cobrar premios" a preguntar, analizar, cuestionar y, finalmente, invertir con criterio, hasta convertirse en una figura relevante del mundo empresarial y del capital riesgo.

La historia de Williams encarna un problema estructural en el deporte profesional: la mayoría de los atletas reciben una educación exhaustiva en técnica, táctica y preparación física, pero una formación mínima en finanzas personales.

Muchos pasan en pocos años de ingresos modestos a cifras millonarias, sin un marco mental para gestionar ese salto ni una guía clara para ahorrar, invertir o proteger su patrimonio.

"Por ejemplo, ¿qué pasa si uno ahorra, invierte o simplemente deposita dinero en una cuenta corriente? No aprendí esas cosas hasta más adelante en mi carrera", comentó la estadounidense.

La frase de Serena marca el momento en el que un deportista deja de ser un mero receptor de dinero y decide convertirse en un sujeto activo en su propia economía. No se trata de que todos los atletas terminen siendo inversores profesionales, sino de que alcancen un nivel de educación financiera suficiente para entender qué les proponen, qué firman y qué riesgo asumen.

Educación financiera en el deporte

El caso de Williams muestra que la educación financiera en el deporte no puede reducirse a una charla puntual sobre "ahorrar más y gastar menos".

Cuando Serena decide implicarse en proyectos empresariales y en fondos que invierten en startups, está enviando un mensaje a toda una generación de deportistas: aprender cómo "funciona" el dinero es tan estratégico como trabajar el físico o la técnica.

A partir de ahí, el deportista deja de vivir pendiente solo del próximo contrato y empieza a construir un patrimonio y un legado que trascienden el marcador.

Una leyenda viviente

Más allá de su crecimiento financiero, la dimensión deportiva de Serena Williams es difícil de igualar. Sus 23 títulos de Grand Slam individuales, sus múltiples semanas como número uno del mundo y su capacidad para dominar diferentes épocas del circuito la sitúan entre las mejores tenistas de la historia.

Pero su legado va más allá de los números: cambió la forma de entender el tenis femenino, elevó el estándar físico y mental y se convirtió en referente para niñas y deportistas de todo el mundo.

En ese cruce entre éxito deportivo y consciencia financiera, Serena encarna a la deportista contemporánea que no solo gana en la pista, sino que aprende a jugar -y a entender- el otro gran partido: el del dinero y el futuro.