Italia también asusta sin Jannik Sinner: se mete en la final de 'su' Copa Davis y podría ser el rival de España

Italia ya está en la final de 'su' Copa Davis. La final a 8 se disputa en Bolonia, y con un pabellón absolutamente entregado el conjunto local cumplió para entrar a la eliminatoria decisiva por el título.

De esta forma, Italia podría ser el rival de España en el caso de que 'La Armada' supere este sábado a Alemania en la otra semifinal. El equipo capitaneado por David Ferrer superó los cuartos de final con una grandísima remontada ante la República Checa.

Italia se plantó en la final por la vía rápida (2-0), pero eso no quiere decir que tuviera que sudar hasta la extenuación para conseguir ese billete que le permitirá pelear por la ensaladera. Bélgica plantó cara hasta el instante final y a punto estuvo de forzar el encuentro de dobles.

Berrettini primero

Matteo Berrettini abrió el camino para Italia. En el primer punto individual de la eliminatoria, el italiano se impuso en dos sets a Raphael Collignon (6-3, 6-4). Se impuso la lógica, ya que se trataba del número 56 del mundo frente al número 86 en el ranking, pero en la Copa Davis nunca se sabe.

Berrettini apretó el acelerador en el primer set, y en poco más de media hora ya había instalado la fiesta en la grada para empezar a encauzar la primera victoria. Collignon ofreció algo más de resistencia en la segunda manga. Empezó perdiendo su saque, aunque pronto lo recuperó.

Berrettini celebra la victoria en su partido de la Copa Davis. REUTERS

No pudo reponerse de su segundo break en el ecuador de este segundo set e Italia puso el 1-0 en la eliminatoria sin sobresaltos.

Cobolli después

Las emociones realmente fuertes llegaron en el segundo punto de la eliminatoria. Pocos podían imaginarse la oda al tenis que iban a firmar Flavio Cobolli y Zizou Bergs. No es en absoluto descabellado que protagonizaron uno de los partidos más trepidantes de toda la temporada.

Cobolli demostró su superioridad sobre el belga en la primera manga. Como hizo Berrettini en el primer partido, poco más de media hora para el 6-3 inicial. Se las prometían muy felices todos los italianos, tanto los que estaban en la pista, como los que se encontraban en la grada.

Pero entonces Zizou Bergs demostró ser un jugador de auténtica raza. El belga forzó el tiebreak de la segunda manga, y al segundo punto de set consiguió equilibrar el partido para instalar la duda en el pabellón de Bolonia, abarrotado.

El tercer set ya es historia de la Copa Davis. Una lucha sin cuartel, dos jugadores derrochando energía y capaces de exprimirse al máximo por su equipo. El resultado de todo fue un nuevo tiebreak, un desempate tan interminable como espectacular y épico.

Una, dos, tres y hasta cuatro bolas de partido llegó a tener Bergs casi consecutivas. Todas las salvó Cobolli. Entonces le llegó el turno al italiano, que vio cómo se esfumaba su primera bola de final.

El partido enloqueció. El esfuerzo descomunal emocionó a cualquiera, pero nadie era capaz de imponer la ventaja necesaria de dos puntos para cerrar el partido. En total, siete bolas de partido dispuso Bergs para forzar el dobles, todas ellas se fueron al limbo.

Cobolli necesitó cinco para cerrar el choque a su favor y mandar a Italia en la final. Sin su gran referente, Jannik Sinner, Italia aspira a levantar la ensaladera en casa.