Carlos Alcaraz, con su entorno más cercano en uno de los momentos del documental de Netflix

Carlos Alcaraz, con su entorno más cercano en uno de los momentos del documental de Netflix

Tenis

Este es el secreto mejor oculto por Carlos Alcaraz que todos se han sorprendido al verlo en su documental de Netflix

Una costumbre íntima del tenista murciano sorprende a los seguidores al mostrar por primera vez frente a las cámaras su lado más personal.

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Durante años, uno de los grandes enigmas en torno a Carlos Alcaraz no estaba relacionado con su juego, su meteórica carrera ni siquiera con su personalidad arrolladora. Era algo más sutil, casi invisible, pero que no pasaba desapercibido para los más atentos: su acento.

Nacido y criado en El Palmar, una pedanía de Murcia donde el acento regional es tan característico como entrañable, muchos se sorprendieron al escuchar a un joven Alcaraz hablar en entrevistas con un tono neutro, casi desprovisto de cualquier matiz murciano.

Pero el estreno de A mi manera, la nueva docuserie de Netflix que sigue los pasos del tenista durante toda la temporada 2024, ha revelado un detalle que ha desconcertado —y encantado— a sus seguidores: cuando Carlos está con su círculo más íntimo, habla con mucho más acento murciano.

Ese descubrimiento ha sido uno de los aspectos más comentados en redes sociales tras el estreno de la serie. “El acento de Alcaraz en el documental de Netflix… ¡Qué mono! No sé por qué no se le escucha tanto en otras entrevistas”, escribía una usuaria en Twitter.

Otro internauta celebraba el gesto con un tono de admiración: “Tanto se abrió Alcaraz para su documental en Netflix que ni maquilló su acento murciano. ¡Mola!”.

Un retrato emocional

Este inesperado detalle no es más que una muestra de la apuesta íntima y emocional del documental producido por Netflix y Morena Films.

En sus tres episodios, la plataforma ofrece un acceso sin precedentes al día a día del número 2 del mundo, mostrando no solo sus entrenamientos, partidos y triunfos —entre ellos los títulos de Roland Garros, Wimbledon, Indian Wells y Pekín, además de una medalla olímpica— sino también su faceta más humana, familiar y vulnerable.

Lejos de los focos, se revela a un Carlos Alcaraz que ríe, bromea y comparte tiempo con sus amigos y familia sin filtros. Es precisamente en esos momentos donde el joven deja ver su verdadera forma de hablar, natural y sin artificios, como si el personaje público se desvaneciera por completo.

Para muchos, esta revelación no hace más que acercarlo aún más a su público, confirmando que tras el ídolo deportivo se esconde un chico sencillo que aún conserva intactas sus raíces.

¿Estrategia inconsciente?

Muchos se preguntan si el uso de un acento neutro en ruedas de prensa y entrevistas ha sido una elección deliberada del propio tenista o si simplemente se trata de un mecanismo inconsciente de adaptación al entorno profesional.

Lo cierto es que no es raro que deportistas jóvenes adopten un tono más neutro para facilitar la comprensión de sus mensajes en contextos internacionales o para proyectar una imagen más formal.

Sin embargo, este regreso al acento murciano en situaciones informales, lejos de restarle profesionalidad, lo dota de una carga emocional que conecta de inmediato con el espectador, reforzando la autenticidad de un deportista que se ha caracterizado por su cercanía desde que saltó a la élite.

El tenista Carlos Alcaraz posa en la alfombra roja de los Premios Laureus.

El tenista Carlos Alcaraz posa en la alfombra roja de los Premios Laureus. REUTERS

Una historia desde dentro

Más allá del acento, A mi manera representa un ejercicio de transparencia poco habitual en el mundo del deporte de alto nivel. Con declaraciones sinceras como “Ahora mismo mi miedo sería ver el tenis como una obligación”, Alcaraz se expone como nunca antes.

El documental refleja su lucha constante por equilibrar una carrera marcada por la exigencia extrema con una vida personal que todavía está descubriendo.

El resultado es un retrato crudo y real, en el que también participan figuras históricas como Rafael Nadal, Roger Federer o Garbiñe Muguruza, quienes aportan sus propias vivencias para contextualizar el peso de las decisiones a las que se enfrenta el joven murciano.