Sinead Kavanagh y su agresión a dos guardias civiles en un avión

Sinead Kavanagh y su agresión a dos guardias civiles en un avión

Otros Deportes

La estrella de las MMA Sinead Kavanagh, detenida tras agredir a dos guardias civiles en un avión en Gran Canaria

La luchadora irlandesa, compañera de gimnasio de Conor McGregor, protagonizó un altercado a bordo de un avión de Ryanair con destino a Dublín.

Más información: Luis, el policía que forma a agentes en MMA para sobrevivir a la calle: "Lo más efectivo no es lo más vistoso"

Publicada
Actualizada

Lo que debía ser un vuelo rutinario de regreso a casa se convirtió el pasado lunes en un escenario de violencia propia de un octágono profesional.

Sinead Kavanagh, reconocida luchadora irlandesa de artes marciales mixtas (MMA) y compañera de entrenamiento del mediático Conor McGregor, fue detenida en el Aeropuerto de Gran Canaria tras protagonizar un severo altercado a bordo de un avión de Ryanair con destino a Dublín.

El incidente se saldó con dos agentes de la Guardia Civil de baja médica tras intentar reducir a la atleta.

Los hechos se desencadenaron minutos antes del despegue, cuando la tripulación de cabina alertó al comandante sobre el comportamiento errático y presuntamente agresivo de la luchadora de 39 años.

Ante la negativa de la aerolínea a transportar a una pasajera en esas condiciones, se activó el protocolo de seguridad estándar: solicitar la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para desalojar la aeronave.

Sin embargo, cuando dos efectivos de la Guardia Civil abordaron el aparato para identificar a Kavanagh y acompañarla a la terminal, la situación escaló drásticamente. Lejos de colaborar, la deportista opuso una resistencia feroz, haciendo uso de sus habilidades técnicas de combate.

Según testigos presenciales y vídeos que han circulado por redes sociales, Sinead 'KO' -apodo por el que se la conoce en la disuelta liga Bellator- forcejeó violentamente, propinando golpes contundentes que causaron lesiones de diversa consideración a los agentes.

La desproporción de fuerza entre una atleta de élite entrenada para el contacto físico y unos agentes equipados con dotación estándar generó una oleada de indignación en los sindicatos policiales. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) no tardó en pronunciarse, lamentando que los agentes se vieran obligados a enfrentarse "a mano limpia" a una profesional de la lucha.

Desde la organización criticaron la falta de medios, señalando específicamente la ausencia de pistolas eléctricas tipo Taser, una herramienta que, según argumentan, habría permitido neutralizar la amenaza sin poner en riesgo la integridad física de los actuantes, quienes terminaron "vendidos" ante la superioridad técnica de la detenida.

Tras lograr ser inmovilizada, Kavanagh fue trasladada a los calabozos de Vecindario, donde pasó la noche bajo custodia. A la mañana siguiente, fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Telde.

La magistrada decretó su libertad provisional, aunque la luchadora permanece investigada en una causa penal por un delito de atentado a la autoridad y otro de lesiones. Además de la vía penal, se enfrenta a una sanción administrativa por infracción de la Ley de Seguridad Aérea.

El incidente ha trascendido el ámbito de los sucesos para impactar en el mundo deportivo, donde Kavanagh es una figura respetada del gimnasio SBG Ireland.

Mientras los dos agentes inician su recuperación fuera de servicio, el vuelo a Dublín partió finalmente con retraso, dejando en tierra a una pasajera cuyo último combate no se libró en una jaula, sino en el pasillo de un avión comercial.