Brian de la Vega, en el podcast 'Mister Chaise Longue'

Brian de la Vega, en el podcast 'Mister Chaise Longue'

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Brian (37), exboxeador profesional, sobre la precariedad en su deporte: "En España se gana 450 € por pelea"

El veterano púgil Brian de la Vega dialogó en el podcast Mister Chaise Longue acerca de la realidad que rodea al boxeo español.

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El boxeo, conocido como el deporte noble, esconde una realidad económica brutalmente precaria para la inmensa mayoría de sus profesionales en España.

Brian de la Vega, exboxeador profesional y figura reconocida de este deporte en el país, ha destapado la "dura verdad" sobre las ganancias, o más bien, la falta de ellas, que mantienen a los púgiles españoles luchando más por pasión que por sustento.

La palabra "profesional" implica que el atleta vive de su disciplina, pero De la Vega es tajante al respecto: en España, lograr esto es "realmente difícil". La precariedad, en términos de economía, es "muchísima".

La cruda realidad se refleja en las cifras de los combates iniciales, el paso necesario para cualquier deportista que aspira a una carrera en el ring.

Brian de la Vega reveló en el podcast Mister Chaise Longue, con el actor Nacho Guerreros, que, por una pelea normal de cuatro asaltos por tres minutos (un "4x3"), que es como se empieza en el mundo profesional, la bolsa que recibe el boxeador es escasa:

"Un 4x3 están pagando más o menos, fuera de impuestos y fuera de pagar el porcentaje al coach y al manager, unos 450 €".

Este monto representa la compensación por el duro entrenamiento y el riesgo asumido en el ring. Para la mayoría de los boxeadores españoles, pelear es más un acto de honor y afición que una carrera viable. La gran mayoría pelea "por placer, por pasión, por honor, por pasión, por hobby".

La carga de vender entradas

Brian señala que la falta de repercusión y, por ende, de ingresos, se debe a una serie de factores sistémicos que marginan al boxeo. El principal culpable, a su juicio, es el fútbol, que tiene un volumen "tan bestial" en España que "deja otros deportes supermarginados y los opaca por completo".

Esta marginación se traduce en una falta crónica de "publicidad, falta de televisión, falta de patrocinios, falta de sponsor" para los eventos de boxeo.

Además de la falta de apoyo, el boxeador en ciernes debe asumir responsabilidades que no le corresponden, como la venta de entradas. Brian expresa su descontento con esta práctica: "Un boxeador no tiene que vender entradas que yo me dedico a pelear yo me dedico a entrenar las entras las venden".

Solo aquellos que logran convertirse en una estrella reconocida, un nombre como Mike Tyson, "vende solo". Mientras se llega a ese estatus, el boxeador debe "comerse 'mierdas'" de todo tipo.

La precariedad obliga a los atletas a buscar trabajos alternativos, muchos de ellos físicos y extenuantes, lo cual sabotea la capacidad de entrenamiento necesaria para el alto rendimiento.

Si eres boxeador "y curras en la obra 8-10 horas aquí al sol, vete a entrenar. Olvídate, no llegas". Muchos terminan teniendo que "currar la noche, como seguridad".

Boxeo español vs sueño americano

La situación se vuelve más frustrante al compararla con el panorama internacional. En países como Inglaterra e Irlanda, el boxeo se mueve en "otro nivel" en términos de ingresos.

La diferencia con América es aún más dramática, donde el sacrificio sí se ve recompensado. Brian explica que en Estados Unidos el boxeo "merece la pena el sacrificio" porque las ganancias permiten un futuro seguro.

Un boxeador puede llegar a ganar "30.000" y conseguir sponsors, sabiendo que "en 4 o 5 años retiro a mi familia". Lograr esa estabilidad en España es "duro, duro".

A pesar de la calidad boxística en España, el camino para alcanzar el éxito económico es extremadamente estrecho.

Solo cuando el boxeador logra un nivel europeo muy alto y es capaz de vender tickets de manera masiva, puede dedicarse enteramente al deporte. Sin estos incentivos, la motivación principal debe ser la llama interna, el honor y la perseverancia que definen al guerrero