Gervasio Deferr, en el photocall de la serie 'El Gran Salto'.

Gervasio Deferr, en el photocall de la serie 'El Gran Salto'. Europa Press

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La vida actual de Gervasio Deferr, el medallista olímpico acusado de abuso sexual que ha presentado una ley en el Senado

El exgimnasta ofrecerá en 'Código 10' su primera entrevista tras el escándalo que paralizó su serie en Atresmedia.

Más información: Gervasio Deferr estalla contra las acusaciones de supuestos abusos sexuales: "Yo no soy un violador, y punto"

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Gervasio Deferr ha sido uno de los gimnastas más importantes en la historia de España. Sin embargo, en los últimos años su protagonismo lo han acaparado temas que nada tienen que ver con sus éxitos en la tarima.

Desde su retirada en 2011, Deferr ha vivido todo tipo de situaciones. El catalán pasó por una depresión, sufrió una adicción al alcohol, a las drogas y cuando parecía que había logrado reconducir su vida, en diciembre fue acusado de haber abusado sexualmente de una mujer durante su carrera como deportista.

El pasado martes 22, el exgimnasta reapareció en el programa Código 10 de Cuatro para responder a las graves imputaciones que le atribuye una mujer en relación con supuestos abusos sexuales y maltratos ocurridos cuando ella era menor de edad.

Una semana después, el miércoles 23 de julio, ofrecerá su primera entrevista en un plató de televisión tan solo unas horas después de haber presentado en el Senado la 'Ley Deferr', una propuesta para modificar las penas y los plazos de prescripción de las acusaciones de abuso sexual y maltrato.

El escándalo paralizó el estreno de 'El gran salto', una serie repartida en cinco capítulos que iba a ser emitida por Atresmedia y Diagonal TV, ante la constancia de estos hechos.

Sin poder levantar cabeza

Originario de Premiá de Mar, el gimnasta catalán se proclamó campeón olímpico de salto en los Juegos de Sídney 2000 y Atenas 2004, convirtiéndose en uno de los deportistas más laureados de España.

Tras colgar los zapatos en 2008, se dedicó a formar a nuevas generaciones en el CAR, hasta que la sombra de las acusaciones truncó sus planes profesionales.

A sus 45 años, Deferr considera que esta oleada de acusaciones llega en un momento en el que buscaba dejar un legado formativo, pero admite que los últimos meses han sido los más difíciles de su trayectoria tanto dentro como fuera de la pista.

Según informó a finales de año el diario El País, una mujer ha asegurado que tanto ella como otras dos chicas fueron violadas por el gimnasta cuando eran menores de edad.

Estos abusos sexuales se habrían producido durante la etapa de Gervasio Deferr en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, donde estuvo entrenando entre 1992 hasta su retirada en 2011.

El abogado de la presunta víctima reconoció que no pudo interponer una denuncia debido a que los hechos ya habrían prescrito, pero sí tomaron la decisión de comunicárselo a Atresmedia y a la productora Diagonal TV. "Es exponerse para algo que acabaría archivado y sin castigo. Pero tenemos conocimiento de mínimo dos casos más", declaró en aquel momento.

Gervasio Deferr va a sentarse por primera vez en un plató de televisión para hablar sobre este tema al sentir la necesidad de romper su silencio y aclarar lo ocurrido: "He iniciado acciones legales contra quien me está difamando", y subrayó su determinación con otra frase lapidaria: "Quien calla, otorga".

En su defensa, calificó las imputaciones de infundadas y advirtió que permanecer en silencio no era una opción. "No me puedo quedar callado mientras me señalan como un violador. Yo no soy un violador, y punto", remarcó con firmeza, rechazando categóricamente las acusaciones que afectan su reputación.

El gimnasta había conseguido reconducir su vida tras una etapa bastante complicada tras retirarse del deporte profesional. Deferr parecía que había vuelto a encontrar la estabilidad necesaria después de unos años convulsos con el alcohol y las drogas de por medio.

En los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y en Atenas 2004, Gervasio Deferr ganó las medallas de oro en salto de potro, mientras que en Pekín 2008 se alzó con la plata. Sin embargo, ni haber tocado el cielo, no sólo con sus saltos, si no también con sus victorias, le impidió caer a los infiernos.

Una vida con adicciones

Gervasio Deferr es autor del libro El gran salto, donde narra su etapa más dura y oscura de la vida tras dejar el deporte en 2011: "Cuando no sabía qué hacer, me inundaba en alcohol porque era la única manera que tenía de detener mi cabeza. Estuve años así hasta que pedí ayuda y logré detener el bucle. Sufrí una depresión de caballo y una adicción al alcohol".

Para el atleta español, lo más duro no fue hacer frente a sus adicciones, sino darse cuenta de que por ellas no podía ayudar ni a su propia madre: "A mi madre le dio un infarto y yo no podía estar porque estaba ciego. Era un círculo vicioso de drogas, alcohol y culpabilidad.

Y mi madre muriéndose. Si se llega a morir, hoy no estoy aquí", reconoció en una entrevista concedida al programa de laSexta Lo de Évole.