Magnus Carlsen (i) se enfrenta a Dommaraju Gukesh (d) durante una partida de ajedrez en Noruega. Reuters
El cabreo monumental de Carlsen tras su derrota ante el campeón del mundo en el Norway Chess: reventó la mesa
El noruego mostró su frustración golpeando duramente la mesa tras dejar escapar una victoria que tenía en la mano en la batalla por ser el rey del ajedrez ante Gukesh.
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El campeón del mundo del ajedrez, el indio Dommaraju Gukesh (19 años) derrotó este domingo al noruego Magnus Carlsen (34 años) por primera vez en su carrera en la sexta ronda del torneo Norway Chess.
Carlsen, todavía considerado por muchos el número uno del ajedrez, quería demostrar ante el vigente campeón mundial que quería seguir siendo el rey.
El noruego ya había derrotado a su oponente en la ronda inaugural del torneo y tenía en su mano volver a hacerlo, pero el exceso de confianza y la presión del reloj lo llevaron a cometer dos errores que el indio supo aprovechar.
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— Norway Chess (@NorwayChess) June 1, 2025
La frustración de Carlsen se hizo latente tras verse derrotado. El noruego se rindió y propinó un fuerte golpe a la mesa, evidenciando que no le había sentado nada bien la derrota en un deporte en el que las formas, la deportividad y la elegancia mandan.
La derrota, aunque inesperada, simboliza el traspaso de la corona del mundo del ajedrez.
Cansado de perder meses de dura preparación para cada partida, Carlsen renunció a seguir compitiendo por seguir siendo el campeón del mundo en 2022.
El Norway Chess es uno de los pocos torneos de modalidad clásica que Carlsen sigue disputando, ya que se juega en una modalidad acelerada que obliga a los jugadores a tomar decisiones aún más rápido de lo normal. Eso le estimula.
Durante cuatro horas, el noruego exhibió más madurez y dominio de la estrategia avanzada. Tuvo en su mano arriesgar y ganar, pero se confió y acabó cometiendo dos errores imperdonables.
Pasó de estar en posición ganadora a dejar la victoria en mano de su rival. Cuando Carlsen se vio derrotado, dio un fuerte golpe en la mesa y abandonó el lugar haciendo gestos de rabia.
Eso sí, no se fue sin dar la mano y felicitar a su rival. El indio quitó hierro al asunto y aseguró que él mismo también ha destrozado mesas en más de una ocasión.