Selección de balonmano femenino en una imagen de archivo.

Selección de balonmano femenino en una imagen de archivo.

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¿Por qué Cataluña tiene cinco de las seis sedes del Mundial 2021 de balonmano femenino?

Granollers, Barcelona, Lleida, Tarragona, Badalona y Castellón han sido las elegidas. ¿Y el resto de España? Explicamos las razones. 

11 febrero, 2017 02:30

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La noticia, a estas alturas, ya la saben: España celebrará entre el 2 y el 19 de diciembre de 2021 el campeonato del Mundo de balonmano femenino tras imponerse a la candidatura presentada por Hungría. Es decir, por primera vez en su historia, nuestro país organizará un campeonato de este tipo. Así lo decidió la IHF (Federación Internacional) el pasado 28 de enero en una ceremonia en la que estuvieron presentes Alejandro Blanco, presidente del COE (Comité Olímpico Español); Francisco Blázquez, homólogo suyo en la Federación de balonmano; y algunos jugadores tan representativos como Iker Romero, David Barrufet o Marta Mangué.


El proyecto de España, impulsado bajo el lema #ShelovesHandball (a ellas les gusta el balonmano), tendrá lugar en seis sedes ya definidas: Castellón, Tarragona, Lleida, Granollers, Barcelona y Badalona. Es decir, cinco de las seis ciudades que acogerán el torneo serán catalanas. “¿Y eso por qué?”, pensará algún aficionado, por ejemplo, desde Ciudad Real, donde el Quijote Arena (5.800 espectadores de aforo) sigue en perfectas condiciones; en León, donde su equipo (segundo de la Asobal) juega habitualmente en un pabellón de 5.100 espectadores; o en Madrid, donde hay recintos de sobra para acoger cualquier evento deportivo. Ante esa duda, y tras aclarar que a todos beneficia la noticia de que España haya sido elegida como la sede del campeonato, toca explicar los motivos.

Marta Mangué dispara a puerta.

Marta Mangué dispara a puerta. EFE


El Mundial de España surge porque el Club Balonmano Granollers, cuarto en la liga Asobal y uno de los más antiguos de España (fue fundado en 1944), impulsa la candidatura. Ellos se ofrecen para acoger el campeonato y la Federación responde ante su petición afirmativamente. ¿Pudo hacer lo mismo otra ciudad? Evidentemente, sí, pero la que lo hizo fue Granollers, y de ahí que desde las instituciones y el Ayuntamiento de la ciudad se pusieran en marcha para llevar a cabo ese proyecto.


Tras ese primer contacto, la Federación mantuvo una reunión con ambas partes y decidió presentar un primer borrador a la IHF con Granollers como único enclave. Y, aunque desde la Federación Internacional recibieron la propuesta de buen grado, instaron a España a buscar otras posibles sedes siempre que cumplieran los siguientes requisitos: que tuvieran pabellones de 5.000 o más espectadores y que estuviesen lo más cerca posible para facilitar el desplazamiento de los equipos.


Ante estas peticiones, la propia Federación y Granollers buscaron el resto de sedes, bien porque ellas se ofrecían o por cercanía. ¿Y se contempló hacerlo en otros lugares? Toca responder a la gallega: ¿Mostraron algún interés en el resto de ciudades de España? Según la propia Federación, no. O, al menos, no con la voluntad de las elegidas. De ahí que finalmente las sedes se fijaran en Castellón, Tarragona, Lleida, Granollers, Barcelona y Badalona.


Una vez cumplimentado el plan y las sedes, lo único que le quedaba a la Federación era elegir dónde celebrar la final. Y, para ello, se contempló hacerlo en el Pabellón Olímpico de Badalona, donde juega el Joventut de baloncesto, pero para cumplir con los requisitos de la IHF se optó por el Nuevo Palau Blaugrana que está construyendo el Fútbol Club Barcelona. Y, tras esto, la Federación presentó el proyecto y la IHF escogió la candidatura de España sobre la de Hungría. ¿Por qué? Por la cercanía de las sedes, su capacidad (todas de más de 5.000 espectadores) y la facilidad para que los equipos viajen de una a otra. Es decir, todo es más lógico de lo que en principio podría parecer.

Contado esto, toca volver al principio y, al margen de debates territoriales, celebrar que España organice el Mundial por primera vez en su historia. Sea en Cataluña o en otra Comunidad autónoma.  

Marta Mangué y Carmen Martín celebran la victoria.

Marta Mangué y Carmen Martín celebran la victoria. Reuters