Adrian Newey, en el Gran Premio de Mónaco con Aston Martin F1

Adrian Newey, en el Gran Premio de Mónaco con Aston Martin F1 Aston Martin

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Honda se rinde a Adrian Newey y confía en su talento como ya hizo en Red Bull: la clave de Aston Martin para 2026

El ingeniero será el eje del nuevo proyecto de Aston Martin y Honda, una alianza que busca repetir la fórmula ganadora que ya funcionó en Red Bull.

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En la Fórmula 1, hay nombres que inspiran respeto inmediato. Adrian Newey, a sus 66 años de edad, es uno de ellos.

El legendario ingeniero británico, artífice de algunos de los coches más exitosos de las últimas tres décadas, vuelve a tener un rol determinante en un nuevo proyecto.

Esta vez, en Aston Martin. Pero no lo hará solo. Aparte del resto de grandes fichajes de Lawrence Stroll, estará Honda, una marca que ya supo confiar en su instinto… y ganar.

Será a partir de 2026 cuando esta ambiciosa alianza entre Aston Martin y Honda cobre vida sobre el asfalto.

Con un reglamento técnico completamente nuevo y un coche -el AMR26- diseñado desde cero, ambas partes han depositado toda su confianza en Newey como director técnico del proyecto.

Y no es una simple cuestión de imagen: es una apuesta estratégica de fondo.

Andrian Newey y Fernando Alonso en el podio del GP de Canadá 2023

Andrian Newey y Fernando Alonso en el podio del GP de Canadá 2023 Red Bull

Confianza desde Red Bull

Honda no es ajena al talento de Newey. Su relación se remonta a 2019, cuando el fabricante japonés se convirtió en proveedor de motores de Red Bull.

En aquel entonces, el salto de Red Bull desde los motores Renault a los propulsores Honda generó escepticismo, más aún después del fracaso que acababa de tener el fabricante nipón con McLaren.

La etapa anterior de los japoneses con McLaren había dejado un sabor amargo, plagado de problemas de fiabilidad y rendimiento.

Sin embargo, la colaboración con Newey transformó esa percepción. La integración técnica entre chasis y motor alcanzó un nivel de sinergia pocas veces visto.

Red Bull no solo volvió a competir por victorias, sino que a partir de 2021 dominó con contundencia: cuatro títulos mundiales de pilotos consecutivos con Max Verstappen y dos de constructores entre 2022 y 2023.

Detrás de esos éxitos, la fórmula era clara: un motor cada vez más compacto, desarrollado al gusto de Newey, y un diseño aerodinámico afilado que explotaba cada milímetro del reglamento.

Lawrence Stroll y Adrian Newey sellan el acuerdo

Lawrence Stroll y Adrian Newey sellan el acuerdo Aston Martin

Newey impone su visión

El propio ingeniero británico ha demostrado en varias ocasiones su voluntad de tomar decisiones radicales si con ello puede ganar rendimiento.

Uno de los ejemplos más claros lo relata en su autobiografía How to Build a Car, cuando diseñó el Red Bull RB7 de 2011.

Con la llegada del sistema KERS, en lugar de ubicar la batería en el lugar habitual -bajo el depósito de combustible-, optó por colocarla entre el motor y la caja de cambios.

El riesgo técnico era enorme, pero permitió adelantar el motor y mejorar el paquete aerodinámico. Funcionó.

Esa es la mentalidad que ahora Honda vuelve a abrazar. Su presidente, Toshihiro Mibe, lo ha expresado sin rodeos: "El peso del nombre de Newey es valioso para nosotros. Están haciendo un coche espléndido".

Rediseño desde cero

El fichaje de Adrian Newey por Aston Martin se anunció en septiembre de 2024 y supuso un golpe de efecto en el paddock.

A partir del 1 de marzo de 2025, el británico comenzó su trabajo como Managing Technical Partner de la escudería con sede en Silverstone.

Su tarea principal: liderar el desarrollo del monoplaza de 2026, en una de las reformas reglamentarias más profundas de la era moderna de la F1.

Según explicó Koji Watanabe, presidente de Honda Racing Corporation, Newey no ha tardado en marcar el rumbo.

El equipo japonés ha recibido "varias solicitudes" de modificación sobre el diseño de la nueva unidad de potencia. En otras palabras, el motor se está rediseñando para encajar dentro del coche ideado por Newey, y no al revés.

Adrian Newey viaja con Aston Martin al Gran Premio de Mónaco

Esta inversión de prioridades no es nueva para Honda. Ya lo vivieron en Red Bull, donde el propio Watanabe recuerda que las diferencias de criterio entre el equipo de chasis y el de motores generaban "conflictos" técnicos.

Pero también fueron esos mismos desencuentros los que impulsaron soluciones innovadoras. "Con Newey ahora en Aston Martin, espero que surjan desafíos similares. Pero si eso nos convierte en los mejores del mundo, vale la pena", afirmó.

El reto de Honda

Las nuevas regulaciones aumentan la importancia del sistema eléctrico, que pasará a generar 475 CV -más del triple que ahora-, mientras que el motor de combustión se reducirá hasta cifras similares.

Esto obliga a crear una unidad de potencia más pequeña, ligera y eficiente, capaz de integrarse perfectamente en la arquitectura que diseñe Newey.

Watanabe lo reconoce: "Estamos luchando. Todo es nuevo: el motor, la batería, la integración. Es muy difícil, pero hacemos nuestro mejor esfuerzo". En paralelo, en Silverstone, el equipo liderado por Andy Cowell avanza con los preparativos.

"El diseño de la unidad de potencia de Honda ya encaja perfectamente con nuestra transmisión. El hardware ha sido probado en Japón y también en nuestra sede", confirmó el jefe de Aston Martin.

Proyecto ambicioso

Para Aston Martin, esta asociación con Honda y la llegada de Newey suponen una transformación profunda.

De ser un equipo cliente limitado por la configuración de los motores Mercedes, pasará a tener control total sobre su unidad de potencia, desde el diseño hasta la integración con el chasis. Una diferencia fundamental.

"Ahora podemos debatir cómo debe ser el diseño de la parte delantera del motor, cómo enfriar cada componente, cómo hacerlo todo como un conjunto", explica Cowell.

"Tener a Adrian a bordo es clave. Ya conoce a Honda. Sabe cómo trabajar con ellos", asegura.

Esa familiaridad previa acelera la integración, evita malentendidos y permite que ambas partes hablen el mismo idioma técnico desde el primer día. Una ventaja estratégica que ningún otro equipo tendrá en 2026.

Un futuro en juego

El punto de partida será en enero de 2026, con el debut del AMR26 en los test de Barcelona.

Después llegará la fase final de preparación en Baréin y, finalmente, el Gran Premio de Australia, donde Honda y Newey volverán a compartir parrilla.

El objetivo no es otro que ganar, aunque las dificultades técnicas del nuevo reglamento podrían alterar el equilibrio inicial entre equipos.

Newey ya ha advertido que la temporada podría estar "dominada por el motor", como ocurrió en 2014 con Mercedes.

Pero precisamente por eso, la experiencia conjunta entre Honda y el británico puede marcar la diferencia. Lo han hecho antes. Y lo quieren volver a hacer.

Adrian Newey, junto a Andy Cowell en su primer día en Aston Martin

Adrian Newey, junto a Andy Cowell en su primer día en Aston Martin

El plan de Stroll

Este movimiento también refuerza la visión de Lawrence Stroll, presidente de Aston Martin, que en los últimos años ha impulsado una ambiciosa expansión de recursos.

El nuevo AMR Technology Campus, la inversión de Aramco en combustibles sostenibles, el fichaje de pilotos de primer nivel y ahora la incorporación de Newey, forman parte de un plan a largo plazo para convertir a la escudería en candidata al título.

"Adrian es el mejor en lo que hace", afirmó Stroll. "Su llegada es la noticia más grande desde que Aston Martin volvió a la F1. Estamos construyendo un equipo para ganar campeonatos, y esto es una muestra clara".

Lance Stroll saluda a Adrian Newey en su presentación.

Lance Stroll saluda a Adrian Newey en su presentación. Aston Martin F1

Volver a empezar

Adrian Newey y Honda no solo comparten una historia de éxito. Comparten una forma de trabajar: exigente, perfeccionista y valiente.

La decisión de volver a apostar el uno por el otro en 2026 no es un experimento, sino un reencuentro con una fórmula probada.

Desde Japón, Mibe y Watanabe lo tienen claro. Desde Silverstone, Cowell y Stroll también.

El desafío técnico será enorme, pero si alguien puede convertirlo en una ventaja competitiva, es el ingeniero británico que ya lo hizo una vez.

Ahora, con más experiencia, más herramientas y una motivación renovada, Newey vuelve a tener un motor hecho a su medida. Y Honda vuelve a confiar ciegamente en su instinto.

La Fórmula 1 se prepara para una nueva era. Y Newey, otra vez, quiere escribirla con tinta ganadora.