Adrian Newey conversa con Fernando Alonso en el Gran Premio de Mónaco F1 2025

Adrian Newey conversa con Fernando Alonso en el Gran Premio de Mónaco F1 2025 Aston Martin

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Adrian Newey toma el mando de Aston Martin: qué cambiará por su presencia en el muro en el Gran Premio de Mónaco

Su debut presencial como figura clave en la escudería de Silverstone llega en un momento decisivo para evaluar procesos y conectar el trabajo de fábrica con la pista.

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La figura de Adrian Newey no necesita presentación en la Fórmula 1. Su historial de campeonatos, su genio para la aerodinámica y su visión global del rendimiento hacen de él un activo incalculable para cualquier escudería.

Desde este fin de semana, Aston Martin comienza a comprobar in situ el impacto de contar con su talento, ya no solo en Silverstone, sino también en el corazón mismo de la acción: el muro de boxes del Gran Premio de Mónaco.

Newey se ha dejado ver por primera vez con los colores de Aston Martin en el paddock del Principado. Tras tres meses de trabajo intensivo en la fábrica, enfocado en el ambicioso monoplaza de 2026, su debut en un circuito marca un punto de inflexión.

Estará en el muro durante todo el fin de semana, integrándose en las reuniones técnicas y evaluando cada detalle del funcionamiento del equipo en tiempo real.

Newey tendrá un papel más de analista que participativo en el fin de semana. Poco cambiará en el día a día de la escudería. Desde la dirección del equipo, Andy Cowell ha sido claro sobre la importancia de este paso.

"Adrian podrá ver cómo operamos durante un Gran Premio, cómo optimizamos el coche, cómo aplicamos las estrategias... Su experiencia nos permitirá mejorar en todos los frentes", explicó.

Su huella se nota

Aunque Newey no está implicado directamente en el diseño ni desarrollo del AMR25, su influencia empieza a manifestarse de forma indirecta.

El paquete de mejoras introducido en Imola fue el primero desarrollado íntegramente en las nuevas instalaciones del Campus Tecnológico de Aston Martin, un complejo que él mismo ha supervisado desde su llegada.

Este entorno de vanguardia, con túnel de viento creado desde cero, nuevos bancos de simulación y una estructura de trabajo más ágil, ha permitido dar un primer paso adelante.

El resultado: una clasificación notable en Imola, con Fernando Alonso quinto y Lance Stroll octavo, que ilusionó brevemente a los aficionados, aunque aún falta de ritmo en carrera.

Fernando Alonso habla con sus ingenieros.

Fernando Alonso habla con sus ingenieros. Aston Martin F1

Cowell ha reconocido que el AMR25 comienza a servir como campo de pruebas para procesos e innovaciones técnicas que sentarán las bases del coche de 2026.

"Todo lo que pongamos en marcha ahora será útil no solo para el año que viene, sino para los siguientes. Queremos que cada componente probado en pista nos acerque más a la excelencia técnica", asegura.

La intención de Newey es clara: observar, absorber, evaluar y empezar a cerrar el círculo entre el trabajo en Silverstone y su aplicación directa en la pista.

Una metodología en la que Aston Martin lleva meses trabajando para acortar los ciclos de desarrollo y maximizar el rendimiento cada domingo.

"Queremos que el coche que se crea en Silverstone llegue a la pista y se maximice hasta la última vuelta. Y luego, con todo lo aprendido, volver a mejorar. Adrian ahora ve cómo cerramos ese ciclo", afirma Cowell.

Paso adelante

La presencia de Newey en Mónaco no responde a un simple gesto simbólico. Su estilo de trabajo siempre ha valorado la observación directa.

Ver los monoplazas de cerca, comprender cómo actúan sus rivales, detectar oportunidades... y tomar notas en su ya legendario cuaderno rojo son el día a día de Newey.

Ese enfoque tradicional, que combina lápiz y papel con precisión milimétrica, es parte de su genialidad que le ha acompañado en todos los éxitos de su carrera.

Fernando Alonso en los libres 2 del GP de Emilia-Romaña.

Fernando Alonso en los libres 2 del GP de Emilia-Romaña. EFE

"Suelo anotar lo que me ronda la cabeza. Muchas veces ni yo mismo entiendo lo que escribí, pero me sirve para desarrollar ideas", ha confesado Newey con humildad.

Su metodología, aunque aparentemente arcaica en plena era digital, se integra ahora en un ecosistema híbrido: dibujo manual traducido por un equipo que lo transforma en simulaciones, análisis CFD y datos para el túnel de viento.

Una fusión entre lo clásico y lo moderno que Aston Martin ya ha adoptado como parte de su cultura técnica.

Alonso pide calma

El papel de Fernando Alonso en todo este proceso es, como siempre, clave. El bicampeón del mundo, veterano en estas lides, ha pedido paciencia a sus seguidores, conscientes de que la mejora vista en Imola no debe malinterpretarse.

"No he notado mucho cambio, sigue siendo un coche difícil de conducir, un poco inconsistente", ha reconocido el piloto asturiano.

Aunque ve brotes verdes, también advierte que la lucha por los puntos sigue siendo compleja, y en Mónaco todo dependerá de una vuelta perfecta en clasificación.

La cautela de Alonso contrasta con la ilusión que genera ver por fin a Newey junto al equipo en pista. Pero ambos mensajes son compatibles: la presencia del ingeniero es estratégica para el futuro, aunque sus frutos más dulces están pensados para 2026.

Mirando a 2026

Aunque el coche de 2025 no está bajo el ala de Newey, su asistencia en Mónaco también tiene un componente evaluador.

Algunos de los elementos mecánicos y procesos que se probarán este año están pensados para incorporarse en el proyecto de 2026 si funcionan correctamente.

Por eso, el rendimiento del AMR25 en las próximas citas no será irrelevante. Aston Martin busca acumular información, validar componentes, acelerar el aprendizaje y preparar el terreno para lo que pretende ser el año del gran salto.

La aparición de Newey en Montecarlo, su integración en la operativa del fin de semana y su ya palpable influencia en los métodos de trabajo confirman que el proyecto Aston Martin ha entrado en una nueva fase.

Una etapa en la que el objetivo es claro: reducir la distancia con los grandes y, si todo sale como esperan, volver a luchar por podios y victorias en 2026.

Pero para eso, el primer paso es estar en el muro, con el cuaderno en la mano, y la mente más brillante de la F1 escuchando, observando y trazando el camino hacia el éxito.