Max Verstappen, tras conseguir la 'pole' en el GP de Arabia Saudí 2025

Max Verstappen, tras conseguir la 'pole' en el GP de Arabia Saudí 2025 Reuters

F1

Verstappen controla el mercado de la F1: nadie mueve ficha y un nuevo 'caso Sainz' es posible si Max elige a uno de los grandes

La posibilidad de que el campeón mundial abandone Red Bull deja en vilo a las principales escuderías y condiciona cualquier movimiento en la parrilla.

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La temporada 2025 de Fórmula 1 avanza bajo una gran sombra de incertidumbre: el futuro de Max Verstappen. El tetracampeón del mundo, que tiene contrato con Red Bull hasta 2028, ya no parece tener garantizada su continuidad en la escudería austriaca.

Las tensiones internas, las salidas abruptas y el rendimiento por debajo de lo esperado del monoplaza han abierto la puerta a una posibilidad impensada hace apenas unos meses: su marcha a otro equipo.

Y con esa opción sobre la mesa, todo el mercado de pilotos se congela, esperando la decisión del hombre que domina la categoría desde hace tres temporadas.

Red Bull, ante el precipicio

Desde la dirección del equipo de las bebidas energéticas se insiste en que no hay motivos de preocupación. Christian Horner, jefe del equipo, ha declarado en varias ocasiones que "todo es ruido" y que Verstappen está plenamente comprometido.

Pero las imágenes, los gestos y los movimientos que se han producido desde el Gran Premio de Bahréin contradicen ese mensaje oficial.

Las salidas tensas, como la de Helmut Marko junto al representante del piloto, Raymond Vermeulen, o el descontento público del neerlandés por decisiones internas, refuerzan los rumores sobre una salida.

Otro 'caso Sainz'

Lo que ocurra con Verstappen influye de forma directa en todos los equipos punteros. Cualquier escudería que aspire a ficharlo deberá mover ficha, y esa jugada podría provocar un nuevo 'caso Sainz'.

Ferrari ya tuvo que tomar una decisión traumática el pasado invierno: prescindir de Carlos Sainz, un piloto competitivo y que funcionaba bien junto a Charles Leclerc, para abrir hueco a Lewis Hamilton.

La llegada del siete veces campeón obligó a replantear una alineación consolidada. Si Verstappen decide salir de Red Bull, algún otro piloto de alto nivel podría encontrarse en una situación similar.

Los coches de ‘calle’ de Carlos Sainz: del Volkswagen Golf y el Renault Mégane a los Ferrari más potentes

Los coches de ‘calle’ de Carlos Sainz: del Volkswagen Golf y el Renault Mégane a los Ferrari más potentes José Luis Cano

Mercedes, el favorito

Mercedes es una de las opciones más lógicas si Verstappen quiere seguir ganando. Toto Wolff nunca ha ocultado su interés en contar con el neerlandés, y ambos han mantenido contacto en varias ocasiones, incluso cuando Max estaba en Fórmula 3.

Sin embargo, incorporar a Verstappen significaría alterar un ecosistema que ahora mismo funciona con solidez: George Russell ha asumido el liderazgo del equipo con solvencia y el joven Andrea Kimi Antonelli representa la gran promesa de la fábrica de Brackley.

Cambiar esa dinámica podría tener un coste interno elevado. James Vowles, jefe de Williams y exdirector de estrategia de Mercedes, ya ha advertido de los "inconvenientes" de fichar a Verstappen.

Aunque su talento está fuera de toda duda, también puede alterar la armonía de un equipo que prioriza el equilibrio a largo plazo. La decisión de Toto Wolff no será fácil.

Aston Martin, una alternativa

La escudería británica, que ya ha seducido a figuras como Fernando Alonso y Adrian Newey, también aparece como una opción plausible.

Con el respaldo financiero de Arabia Saudí y la llegada del legendario diseñador, Aston Martin podría ofrecer un proyecto ambicioso a Verstappen. De hecho, se llegó a hablar de una oferta astronómica: 264 millones de euros por sus servicios.

Sin embargo, hay dos grandes escollos: la continuidad de Alonso, que sigue rindiendo a gran nivel, y la presencia fija de Lance Stroll, hijo del propietario del equipo Lawrence Stroll.

Por ahora, parece complicado que ambos asientos estén disponibles. Pero si Verstappen quiere correr allí, algo se moverá y el dos veces campeón del mundo español ya ha abierto la puerta a hacer dupla con el neerlandés.

Ferrari, sin hueco

La escudería de Maranello ya ha hecho su apuesta fuerte con la incorporación de Lewis Hamilton a partir de 2025. Junto a Charles Leclerc, forman una pareja potente, pero también una dupla que no garantiza continuidad a largo plazo.

Hamilton podría retirarse al término de su contrato inicial, y Verstappen entraría entonces como el recambio ideal.

El problema es que, de querer llegar ya en 2026, Ferrari debería tomar una decisión complicada: prescindir de uno de sus dos grandes nombres.

Sería un caso similar al de Sainz, pero aún más delicado si se trata de Leclerc, considerado el niño mimado de la casa.

Charles Leclerc y Lewis Hamilton en un acto de Ferrari

Charles Leclerc y Lewis Hamilton en un acto de Ferrari Reuters

McLaren y otras opciones

McLaren también ha sonado en los rumores, pero la pareja Lando Norris - Oscar Piastri ha demostrado gran solvencia y tiene contrato en vigor. En el actual contexto, resulta poco probable que el equipo de Woking sacrifique su estabilidad para hacer hueco a Verstappen.

Otras escuderías como Alpine o incluso Sauber (futura Audi) han sido mencionadas, pero ninguna parece estar en condiciones reales de atraer al tetracampeón.

Año sabático o espera a 2027

Algunos analistas han deslizado la posibilidad de que Verstappen opte por un año sabático en 2026, aprovechando la gran revolución técnica que se avecina ese año con el cambio de reglamento.

La teoría sugiere que podría esperar a ver qué equipo se adapta mejor al nuevo entorno y fichar por el más competitivo en 2027. Sería una decisión insólita, pero no imposible en un piloto que ya ha dicho que no quiere correr en la F1 eternamente.

Tendría más sentido prolongar un año más en Red Bull, aunque fuese con un monoplaza alejado de las primeras posiciones y poco competitivo.

La posición de Verstappen es única. Tiene el poder de condicionar el mercado de pilotos como nadie antes lo ha hecho.

Su posible salida obliga a todos los equipos a esperar, incluso a los que no se plantean ficharlo, porque cualquier movimiento de Max puede alterar por completo la parrilla.

Y, como ya ocurrió con Carlos Sainz, la llegada de un gigante siempre tiene consecuencias para alguien que, hasta ese momento, parecía intocable.