Fernando Alonso

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Motor FÓRMULA 1

Fernando Alonso, el caballo de Troya de la F1 para conquistar América

El sueño estadounidense del asturiano en Daytona e Indianápolis ha disparado su fama en Estados Unidos, algo que la F1 quiere aprovechar.

6 marzo, 2019 00:23

Fernando Alonso es una de esas personas capaces de generar todo tipo de reacciones sobre él. Para muchos es uno de los mejores pilotos de la historia del automovilismo al que la suerte le ha ido en su contra. Para sus detractores, el asturiano es un arrogante piloto que no ha sabido tomar ninguna decisión y que se ha aprovechado del aplauso fácil de unos cuantos.

Objetivamente, ambos bandos tienen parte de razón. Lograr ganar dos Mundiales de Fórmula 1 es algo que en nuestro país solo ha logrado él y que en el mundo solo un selecto grupo de personas puede mejorar. También es cierto que Alonso no ha sabido tomar algunas decisiones, y que el excesivo amor por él de algunos ha intentado tapar ciertas incorrecciones del piloto.

La realidad, lejos de el amor y el odio por el asturiano, es que Alonso ha dejado la Fórmula 1 tras 18 años y, aunque a algunos les cueste creerlo, se le echa de menos. Durante los cuatro últimos años, Magic ha tenido más tiempo para pensar en lo que había más allá del Gran Circo y por eso puso en marcha su sueño de la Triple Corona.

Fernando Alonso en su último día (al menos de momento) en la Fórmula 1.

Fernando Alonso en su último día (al menos de momento) en la Fórmula 1. Reuters

Con las dos primeras joyas en el bolsillo, Mónaco y Le Mans, Indianápolis es ahora su única obsesión. A pesar de los rumores, al final Alonso no se ha montado en el MCL34 de McLaren durante los test de pretemporada en Barcelona.

El español ha dado un paso atrás dejando que Norris y Sainz tuvieran cuantas más vueltas mejor en un monoplaza que parece muy superior a sus antecesores. Está claro que el asturiano ahora solo piensa en IndyCar y para 2020 quién sabe qué pasará.

Salir para volver más fuerte

El adiós de Fernando Alonso a la Fórmula 1 a finales de la pasada temporada a muchos les suena más a un "hasta luego" que no un "hasta nunca". El asturiano sigue siendo un embajador de McLaren y viajará a Indianápolis con la estructura de la escudería de Woking.

Está claro que al margen de los éxitos o fracasos deportivos del asturiano en los últimos años, Alonso es un filón. McLaren le quiere a su lado tanto como imagen como por su experiencia y junto a la escudería británica está el apoyo de Liberty Media, el dueño de la Fórmula 1.

Homenaje de despedida a Fernando Alonso Foto: Instagram (@fernandoalo_oficial)

Homenaje de despedida a Fernando Alonso Foto: Instagram (@fernandoalo_oficial)

Tras la salida de Bernie Ecclestone, el Gran Circo ha sufrido muchos cambios. Uno de los más importantes ha sido la apertura hacia el resto del automovilismo. Liberty Media ha apoyado, por ejemplo, desde el primer momento que Alonso compatibilizara la temporada pasada la F1 con el Mundial de Resistencia (WEC). Fue también Liberty quien organizó una despedida por todo lo alto para el piloto asturiano en los últimos Grandes Premios del año.

La conquista de las 24 Horas de Daytona y el reto de las 500 Millas de Indianápolis el próximo mes de mayo han consagrado a Fernando Alonso en toda una estrella al otro lado del charco.

Durante las visitas del Mundial de Fórmula 1 a EEUU o México la temporada pasada, el piloto español acaparó todos los focos. Alonso es una estrella en un mercado, sobre todo el estadounidense, en el que nunca ha logrado arraigarse el Gran Circo.

La llegada a nuevos mercados y la creación de un campeonato con el mayor número de estrellas que de el mejor de los espectáculos posibles es la única salvación para Liberty, y Fernando y sus planes a corto plazo encajan a la perfección en ese proyecto.

El sueño americano de la Fórmula 1

Liberty Media, representada en la Fórmula 1 por Chase Carey y Ross Brawn, completó su adquisición de 8.000 millones de dólares en 2017, pero en los últimos meses ha sido criticada por su gestión y sus logros. Con rumores de una nueva venta de fondo, la empresa estadounidense parece poner el foco en dos claves: nuevas reglas para la competición y más circuitos en los próximos años.

La nueva reglamentación ha dado su primer paso en 2019 con nuevas normas sobre la aerodinámica de los monoplazas. Cambios en los que se seguirá avanzando en los próximos años con modificaciones en los neumáticos y los motores que buscan más espectáculo y competitividad entre los equipos.

Con respecto a llevar a más lugares el Gran Circo de la F1, Liberty se está encontrando con algunos grandes problemas. Con la confirmación de que Vietnam albergará un Gran Premio en 2020, el problema está ahora en los circuitos que pueden irse.

Hamilton rueda en Austin.

Hamilton rueda en Austin. Reuters

El Circuito de las Américas (COTA) en Austin, sede del GP de EEUU, no pasa por un buen momento financiero y su futuro se muestra gris tras un problema burocrático por el que no podrán optar a una ayuda gubernamental.

Por si fuera poco, el GP de México también está en peligro. "Para 2020, el gobierno federal ya no tiene recursos económicos porque están asignados la mayor parte a completar el Tren Maya", aseguró la alcaldesa de Ciudad de México Claudia Sheinbaum.

Con tantas sombras sobre dos de los cuatro Grandes Premios que se disputan en el continente americano, Liberty trabaja para reimpulsar la competición en un mercado que considera clave.

La salida de COTA del Mundial sería un duro revés que la Fórmula 1 tendría que compensar con otra sede estadounidense. Por qué no, Liberty podría cumplir por fin el sueño de muchos de hacer un Gran Premio urbano en algunas de las grandes ciudades como Nueva York, al igual que ya ha logrado la Fórmula E. Miami o Indianápolis son otras de las sedes históricas del mundo del motor con las que llevan tiempo negociando para trasladar hasta allí el Gran Circo.

En el caso de México, la alternativa estaría fuera del país. Argentina lleva tiempo negociando de forma informal un Gran Premio en el país que se llevaría a cabo en Buenos Aires. Uno de los puntos más problemáticos para la organización sería cumplir con los requisitos de la FOM, la gestora de la F1, sobre las prestaciones y recursos disponibles en un trazado con algunos años de más.

El último frente abierto en América es Brasil. En este caso no está en riesgo la presencia de uno de los Grandes Premios más emblemáticos del mundial, sino si Interlagos debe seguir siendo su sede.

El ayuntamiento de Río de Janeiro ha puesto en marcha la creación de un nuevo circuito de carreras en el barrio de Deodoro, según ha informado Globoesporte. El proyecto cuenta con la firma de Hermann Tilke, el arquitecto de todos los nuevos circuitos de Fórmula 1, y pondría punto y final a uno los templos de la velocidad en la historia del automovilismo.

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