Jerome D'Ambrosio pilota en una carrera clasificatoria para el Visa Vegas eRace.

Jerome D'Ambrosio pilota en una carrera clasificatoria para el Visa Vegas eRace. Cloud Sport.

Motor

La carrera (virtual) del millón de dólares

Cloud Sport, una 'startup' española, ha diseñado el software, los monoplazas y el circuito de la eRace en la que participan los 20 pilotos de la Formula E y diez de los mejores simracers del planeta.

7 enero, 2017 00:00

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Un subidón de adrenalina es una respuesta fisiológica que afecta hasta al más común de los mortales: ante situaciones de riesgo, como mecanismo para infundir de euforia al ser humano o, simplemente, como consecuencia de ese cosquilleo en el estómago que provoca la velocidad. Lo curioso es que el proceso, que arranca con la síntesis de esta hormona cerca del riñón y la cual actúa como un potente neurotransmisor, lo provoca usualmente un estímulo sensorial externo al organismo. Un monoplaza a 300 kilómetros por hora en una carrera virtual con un bote de un millón de dólares, por ejemplo.

Mucha adrenalina y un premio histórico -el mayor de siempre en este tipo de eventos- es lo que ofrece este sábado la Visa Vegas eRace, la carrera virtual en la que participarán 20 pilotos de la Fórmula E así como los diez 'simracers' -pilotos virtuales- que se han impuesto en la ronda clasificatoria. Una competición única que da cuenta de la relevancia que están cobrando los e-sports y en la que participa Cloud Sport, una empresa española, para poder llevarla a cabo.

Graham Carroll: Visa Vegas eRace Driver Profile - Formula E

Y es que la startup española ha diseñado el software, los monoplazas y el circuito para la celebración de la eRace. Para lograrlo ha colaborado codo con codo junto a la Formula E, con la que ha diseñado un trazado exclusivo -e inédito- por las calles de la ciudad de Las Vegas. Una recreación tanto en el aspecto de la física como del entorno virtual de la capital de Nevada que promete incluir sus zonas y aspectos más emblemáticos.

El aspecto de los premios es tan atractivo como la prueba. Con un bote a repartir de un millón de dólares, el ganador de la prueba se embolsaría 200.000 dólares; el segundo, 100.000; y el tercero, 50.000. Sin embargo, por el mero hecho de participar el mínimo que ganará el último clasificado (30º) será de 20.000 dólares, mientras que las bonificaciones especiales por vuelta rápida (10.000) y por la 'pole' (25.000) repartirán aún más los premios.

30 pilotos en igualdad de condiciones

Sin duda, uno de los grandes alicientes de la prueba es la presencia de la parrilla al completo de la Fórmula E. Acostumbrados a utilizar el simulador para preparar las carreras del campeonato, los pilotos profesionales tendrán que vérselas con auténticos 'simracers' capaces de encontrar en el mundo virtual el equilibrio y los ajustes necesarios para triunfar.

Formula E Hits The Strip In Las Vegas!

Sin embargo, gracias a la equidad que otorga precisamente este entorno virtual, tanto pilotos virtuales como 'simracers' de la talla de Graham Carroll, Olli Pahkala y Greger Huttu partirán en igualdad de condiciones con un monoplaza con idénticas prestaciones para todos. Cloud Sport ha diseñado desde cero los bólidos, por lo que nadie tendrá ventajas a priori.

Además, la prueba contará con todos los elementos necesarios para garantizar que se desarrolle con normalidad. Como en la Fórmula E -o la propia Fórmula 1-, tres comisarios oficiales velarán por el cumplimiento de la normativa. Aunque, en este caso, no en todos los casos habrá que esperar a apelaciones y apertura de investigaciones: las sanciones podrán hacerse efectivas en directo.

No obstante, el trío de jueces contará con la inestimable ayuda de una treintena de 'plugins' diseñados por Cloud Sport que permitirán controlar exhaustivamente la carrera. Una revolución en cuanto al seguimiento de una prueba automovilística que podría acabar con eternos debates si pudiese trasladarse a entornos físicos como la Fórmula 1. Eso sí, visto lo visto con el videoarbitraje, el fútbol puede seguir viviendo sin ello.