Jon Rahm celebra un golpe durante la Ryder Cup.

Jon Rahm celebra un golpe durante la Ryder Cup. REUTERS

Golf

Rahm brilla en Bethpage Black y lidera a Europa en la primera jornada de la Ryder Cup frente a Estados Unidos

El de Barrika finalizó el primer día de competición con dos victorias en dos partidos y su equipo salió victorioso por 2½-5½.

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Como si jugasen en casa. Sin importar tener a todos en contra. Europa se presentó por todo lo alto en la Ryder Cup y dio un golpe sobre la mesa en la primera jornada (2½-5½) venciendo a un irregular combinado de Estados Unidos que tuvo que ir a remolque desde el primer momento de la competición.

El golfista español Jon Rahm volvió a ser protagonista. Crecido ante la hostilidad, muy fino en su juego y con la confianza de intentar liderara a los suyos hacia un nuevo título y la conquista del territorio americano 13 años después.

El equipo del Viejo continente brilló con luz propia en la sesión matinal de los foursomes. Allí, dio un golpe sobre la mesa y dejó clara su candidatura a llevarse el trofeo. 

Los tres primeros triunfos del día llegaron con autoridad. Jon Rahm y Tyrrel Hatton sorprendieron a DeChambeu y Thomas en un duelo en el que fueron de menos a más. Llegaron con igualdad al hoyo ocho, pero su gran papel en el 12,13 y 15 sirvieron para que no hiciera falta siquiera jugar los tres últimos.

Con la misma solvencia ganaron Aberg y Fitzpatrick en el segundo partido de la jornada. Enfrente tenían a Scheffler y Henley, pero impusieron su ley en los primeros hoyos y mantuvieron bien su ventaja con el transcurso del juego. Los americanos intentaron reaccionar en el 13, pero todo se finiquitó dos hoyos después.

A Estados Unidos, con el Bethpage Black entregado, le costó mucho entrar en calor. Y poco pudieron hacer contra Rory Mcllroy y Tommy Fleetwood. Dos de los grandes golfistas de la actualidad y al que les sobraron cuatro hoyos ante Morikawa y English.

Reaccionaron los norteamericanos en la cuarto encuentro de la jornada inaugural. Un duelo muy igualado entre Schauffele y Cantlay frente a MacIntyre y Hovland que se acabó decidiendo en el último hoyo.

A la dupla estadounidense no le tembló el pulso con el empate en el agujero 16. Afrontaron el penúltimo con confianza. Cantalay no embocó su putt por poco, se quedó algo corto aunque iba perfecto de línea. Hizo el par y luego MacIntyre falló el putt.

En el último, por desgracia los europeos, se fueron al búnker y pese a una buena sacada, los americanos ya tenían el hoyo ganado. Schauffele y Cantlay se llevaron el gato al agua, pero Europa sacó mucho provecho de la sesión de fourballs con victorias muy contundentes.

Firmeza en el fourball

Europa debía defender su renta en el Four-ball. Estados Unidos necesitaba arriesgar para intentar igualar la contienda. El inicio estuvo más parejo, pero de nuevo fueron los visitantes quienes asestaron el golpe. 

Jon Rahm y Sepp Straka demostraron una química excepcional en su primer emparejamiento, derrotando a Scottie Scheffler y J.J. Spaun por 3&2. El español brilló con putts espectaculares, incluyendo un hoyo de 16 pies en el tercer hoyo, otro de 17 pies en el octavo, y uno crucial de 9 pies en el undécimo hoyo.

Scheffler, número uno mundial, sufrió una tarde decepcionante al no conseguir ningún putt de más de 22 pulgadas hasta el hoyo 15, cayendo a un récord de 0-2 en el primer día. Straka selló la victoria con un birdie desde 6 pies en el hoyo 16.

Por su parte, Cameron Young y Justin Thomas proporcionaron el punto más contundente para Estados Unidos, aplastando a Ludvig Åberg y Rasmus Højgaard por 6&5.

La dupla estadounidense dominó completamente desde el inicio, con Young destacando al finalizar el duelo con un extraordinario segundo golpe de 288 yardas a 12 pies en el hoyo 13. Los jóvenes europeos no lograron convertir putts cruciales durante toda la tarde, siendo superados por la precisión y confianza de sus oponentes.

Después llegó el turno de Fleetwood y Rose que pusieron el quinto punto para Europa. Se impusieron a Griffin y DeChambeu en un duelo lleno de igualdad y que se acabó decidiendo en los últimos hoyos. Llegaron con el empate asegurado al último hoyo, pero no cedieron y certificaron el punto.

La jornada se cerró con una batalla épica entre Burns y Cantlay del lado estadounidense y de Mcllroy y Lowry por poner el 3-5 o el 2-6 en el marcador. Ninguna de esas ocurrió y ambas duplas firmaron las tablas para dejar el marcador 2½-5½ en favor de los europeos de cara a la segunda jornada.