Lucas Hernández, tras fallar una ocasión.

Lucas Hernández, tras fallar una ocasión. EFE

1ª División Liga Santander

Lucas Hernández, el central "de sombrero” que no se hacía fotos con su novia

El jugador francés, detenido durante la madrugada presuntamente por violencia de género, es una de las promesas del Atlético de Madrid. El defensa estuvo a punto de irse en diciembre de 2015, pero Simeone lo convenció para que se quedara.  

3 febrero, 2017 12:34

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Lucas Hernández (Marsella, Francia, 1996) debía comparecer en el entrenamiento del Atlético de Madrid este miércoles a las 11:30 horas, tal y como estaba programado. Sin embargo, a esa misma hora, el jugador estaba retenido en dependencias de la policía. El motivo: había sido arrestado de madrugada presuntamente por violencia de género. El jugador habría llegado a la urbanización Molino de la Hoz en estado de embriaguez y habría mantenido una fuerte discusión con su pareja, prácticamente desconocida debido a la ausencia de fotografías con ella en Internet. A raíz de ese incidente, la Policía Local de Las Rozas arrestó al francés y lo trasladó a dependencias de la Guardia Civil, donde ha permanecido durante toda la noche.


Lucas, natural de Marsella e hijo de Jean-François Hernández (también jugador colchonero), es uno de los defensas más prometedores del conjunto rojiblanco, un central “de sombrero”, como lo definió Simeone. Llegó a la cantera en 2007 y, desde entonces, había quemado todas las etapas de formación hasta subir al primer equipo, debutando el 3 de diciembre de 2014 en la victoria contra L’Hospitalet de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Y, nueve días después, hizo lo propio en Primera División, en la victoria contra el Athletic (1-4).

Lucas Hernández, durante un entrenamiento del  Atlético de Madrid esta temporada.

Lucas Hernández, durante un entrenamiento del Atlético de Madrid esta temporada. EFE


Sin embargo, el francés estuvo a punto de dejar el club la temporada pasada. El 17 de diciembre de 2015, cuando su equipo acababa de clasificarse para los octavos de final de la Copa del Rey tras una victoria de oficio en el Calderón contra el Reus (1-0). El jugador, entonces, compareció en zona mixta. Había jugado, pero no estaba contento. Y, al ser preguntado por su futuro, dudó. Confesó que no sabía qué iba a ser de él durante el mercado invernal. Pero, finalmente, decidió quedarse. Y, a la postre, fue decisivo en el tramo final de la temporada.


El curso pasado, el francés jugó 21 partidos con el Atlético de Madrid, la mayoría tras las Navidades, cuando estuvo a punto de irse. Simeone le convenció para que se quedara y él aprovechó sus oportunidades: entró para sustituir a Godín en el partido ante el PSV y jugó 180 minutos contra el Barcelona en la Champions League doctorándose en Europa. Y, tras finalizar la temporada siendo protagonista, decidió quedarse una temporada más. “No es fácil con 20 años jugar como lo ha hecho él. Me alegro porque le insistí para que no se marchara y al final ha acabado saliendo todo bien”, confesó el Cholo.


DE MÁS A MENOS ESTE CURSO


Esta temporada, sin embargo, el joven canterano ha ido de menos a más. Su debut este curso llegó contra el Deportivo (1-0). Entró por lesión de Giménez y, sin que lo esperara, cuajó un partido de bandera. “Es rápido, veloz, fuerte e intenso. Tiene un futuro increíble y tiene una competencia brutal con Savic, Giménez y Godín. Lo suyo es de sombrero. Entra siendo el último que quedaba por debutar y cumplió”, reconoció Simeone tras ese partido.


A sus 20 años, esta era su temporada. O eso, al menos, es lo que parecía al inicio de la misma. Comenzó siendo el cuarto en la rotación de centrales (por detrás de Savic, Giménez y Godín) y esperó su momento sin protestar. Tranquilo, correcto y aprovechando sus oportunidades, como siempre. Y, aunque comenzó cuajando buenos partidos, se ha desinflado. Simeone, ante la falta de efectivos, lo ha utilizado como lateral izquierdo y en esa posición todavía no ha conseguido rendir como en otro tiempo.


Aun así, sigue siendo uno de los defensas más prometedores del fútbol mundial. Es, por decirlo de alguna manera, el último gran central fabricado por el Cholo, que desde que llegó al Calderón ha sabido sacar lo mejor de todos los que han jugado en esa posición. Así ocurrió con Miranda, vendido posteriomente al Inter por 15 millones de Euros; con Giménez, que ha crecido de forma exponencial desde su llegada; y con Savic, que en año y medio se ha convertido en el mariscal del centro de la defensa junto a Godín.


Ahora, su carrera queda pendiente de lo que ocurra tras el incidente de esta madrugada. Sin que nadie conozca a su novia y con apenas dos últimas instantáneas colgadas en sus redes sociales: una felicitación a Thomas, que ha llegado recientemente de la Copa de África, y unas botas nuevas con la bandera de Francia. Nada más, de momento, hecho público.