Mourinho - Guardiola: un reencuentro con nostalgia con la Premier en juego

Todavía no han llegado a los límites que tuvieron en España, pero el duelo Guardiola - Mourinho ya está 'caliente' en Inglaterra. Tras año y medio de tanteo, en los que ninguno de los dos quiso exportar a la Premier los duros piques que tenían en la Liga española. Tan diferentes en todo, el catalán y el portugués se miden en un encuentro crucial en el devenir de la liga inglesa.

Manchester United y Manchester City se enfrentan este domingo (17:30 horas) en Old Trafford en un partido que puede decidir la Premier League en el mes de diciembre. El espectacular arranque del equipo de Guardiola ha dejado un hueco de ocho puntos entre el City y el United que, en caso de ganar los Citizens en el 'Teatro de los Sueños', se elevaría a 11 con 16 partidos jugados.

Es tal el nivel del equipo de Guardiola que solo ha cedido un empate en Inglaterra y solo ha perdido un partido en toda la temporada, el del pasado miércoles ante el Shakhtar Donetsk de Champions donde no se jugaban nada. Ese partido no lo jugaron jugadores tan claves en el City como Agüero, De Bruyne o Sterling, por lo que llegaran frescos a este domingo. En cambio, el United tuvo que resolver su pase a octavos esta semana.

Mourinho, en el último partido de la Premier League. REUTERS

Fue después de ese partido cuando Mourinho lanzó el primer dardo a Guardiola y empezó a calentar el derbi de Manchester, una equivalencia de lo que aquí fueron los Real Madrid - Barça en la época de ambos entrenadores. El portugués aseguró que él decía la verdad cuando hablaba del estado físico de sus jugadores, algo que el catalán no habría hecho con Silva, al que le puso en duda estos últimos días. 

Comparado a lo que se vio en España, estas declaraciones, como las siguientes, no son tan polémicas, pero todas ellas entran dentro de la táctica de Mourinho que siempre consideró que los partidos no solo comienzan cuando pita el árbitro sino en las ruedas de prensa previas. Por eso el exentrenador del Real Madrid siguió 'picando' a Guardiola, que no ha entrado en su juego.

"Los jugadores del City se caen con un soplido de viento", comentó Mourinho en la previa del partido de este domingo. El portugués sabe que a día de hoy está por debajo de un City que en caso de ganar en Old Trafford tendría media Liga en su bolsillo. Quizá por eso Mourinho intenta desestabilizar a Guardiola, que no le contestó. "No es especial enfrentarme a José Mourinho", dijo Pep, que explicó que Mourinho y él "son gemelos en la obsesión por ganar".

Quizá el dardo más directo del exmadridista al exculé tuvo que ver con el gran tema que acompaña a Guardiola en los últimos meses: la política. "Sé lo que siente Pep sobre su país. Si las reglas nos permiten hacer eso, es un ciudadano libre para hacerlo, pero no estoy seguro de si las reglas permiten algún mensaje político en el campo", comentó Mourinho al ser preguntado por el lazo amarillo, en apoyo a los que Guardiola llama presos políticos. 

Guardiola, con el lazo amarillo en defensa de los "presos políticos". REUTERS

"Creo que a mí no me lo permitirían", denunció el portugués, que se enfrentará por vigésima vez a Pep, la cuarta en Inglaterra. El año pasado hubo un 0-0 en el Etihad, un 1-0 para los red devils y un 1-2 en Old Trafford. Precisamente esa victoria del City fue la última derrota como local del Manchester United.

Al igual que le pasara en Madrid, Mourinho cogió a un equipo que partía por debajo del que tenía Guardiola, pero poco a poco ha ido creciendo aunque su nivel es insuficiente. El United que se encontró el portugués fue un equipo incapaz de clasificarse para la Champions League, mientras que el City acababa de ser semifinalista en esa competición. 

Inglaterra vive este domingo un precioso derbi que volverá a enfrentar a dos estilos opuestos, a dos enemigos futbolísticos y a las dos caras de este deporte. El United de Mourinho contra el City de Guardiola. A alguno le entrará nostalgia de aquellos años en los que ambos protagonizaron los Clásicos más intensos de la historia. Cinco años se repiten con la misma intensidad.