Keylor Navas y Varane en el partido ante el Athletic.

Keylor Navas y Varane en el partido ante el Athletic. EFE

Champions League

El problema que Zidane no consigue solucionar y del que nadie habla

El Real Madrid lleva nueve partidos consecutivos encajando gol y acumula 11 más que a estas alturas de la temporada pasada. Este miércoles se mide al Legia de Varsovia a puerta cerrada.

2 noviembre, 2016 00:57

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Si usted se repasa la temporada pasada del Real Madrid podrá comprobar que gran parte del éxito final estuvo en una línea que no era la famosa BBC. Podrá comprobar que el Real Madrid no encajó goles en 10 partidos de los 13 totales de Champions. También podrá ver que Keylor Navas salvó en numerosas ocasiones a su equipo, que Pepe estuvo primordial, que Ramos tuvo un gran tramo final y que Carvajal y Marcelo dominaron como quisieron en sus bandas.

Todo, eso sí, queda muy influenciado por la aparición de Zidane, es decir, contando a partir de 2016, ya que los meses anteriores con Benítez el equipo apenas funcionó. La solidez defensiva fue para que un equipo que estaba muerto en enero acabara peleando por la Liga, quedándose a un punto, y ganando la Champions. Solo encajó seis goles en Champions (repartidos en tres partidos) y 34 en una Liga en la que más de la mitad estuvieron descolgados.

Es por ello que sorprende que, de repente, un equipo fiable en defensa se haya convertido en uno de los que encaja goles con más facilidad. Los datos corroboran una peligrosa tendencia en el Real Madrid, que no es otra que la de irse de cada partido con algún gol en contra, que todavía no sirve para perder partidos, ya que los blancos son el único equipo del fútbol profesional español que no conoce la derrota. Pero los de Zidane no hacen otra cosa que jugar con fuego con tanto gol recibido, por lo que el partido de este miércoles en Varsovia ante el Legia y a puerta vacía (20:45 horas) se presenta interesante para saber si de una vez por todas acabarán con la sangría.

A estas alturas de la temporada pasada, el Real Madrid solo tenía cuatro goles en contra, los que le marcaron el Athletic, Atlético de Madrid, Celta de Vigo y Las Palmas en Liga. Este año, son once más: 15 (10 en Liga, 4 en Champions y 1 en Copa). La diferencia es abultadísima para un equipo de primer nivel, aunque conviene destacar también que los blancos se encuentran en la misma situación que hace un año: líderes en Liga con 24 puntos y con 7 puntos en Champions.

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Más preocupante que la comparación con la temporada anterior es analizar la actual. De 15 partidos, solo en dos no ha encajado goles, ante la Real Sociedad (jornada 1, 0-3) y ante el Espanyol (j4, 0-2). En ambos encuentros el portero fue Casilla, por lo que de aquí sale otra de las conclusiones: Keylor Navas ha encajado gol/es en todos los partidos que ha jugado. Injusto sería acusar al costarricense de esta racha, porque para analizarla hay que saber que es la línea en la que el Madrid más ha sufrido las lesiones.

Se lesionó Marcelo, después Carvajal y más tarde Ramos. Y, por si fuera poco, esta semana también cayó Pepe. Los cuatro titulares han estado o estarán fuera en un tiempo largo durante la temporada y el único también considerado titular, Varane, no es que esté precisamente bien. La fragilidad defensiva se hace más notable con las lesiones y con la falta de alternativas, con Danilo todavía decepcionando y Coentrao desaparecido. Todo ha llevado a nueve partidos seguidos encajando gol, desangrándose en defensa en cada uno de ellos. Desde el 18 de septiembre el Madrid no deja su portería a cero y hasta en goleadas (véase ante el Betis, Alavés, Legia de Varsovia o Cultural Leonesa).

Zidane regatea el debate

El debate en el Real Madrid se monopoliza en los últimos días en si Morata o Benzema y hace unas semanas era en como se recompondría el centro del campo con las bajas de Casemiro y Modric. El Madrid genera muchos debates, pero en ninguno estuvo la herida que sufre en defensa. Solo Zidane habló, quitándose el problema rápidamente de encima, tras el partido ante el Athletic de hace diez días. "No me preocupa, es así, hay un rival que te mete en dificultades. Intentaremos mejorar estos detalles", comentó el francés. Y ahí se quedó la cosa. 

Con este panorama llega el Madrid a Varsovia, en una cita perfecta para acabar con el problema. El encuentro es a puerta cerrada, tras la sanción de la UEFA por la violencia de sus ultras, y el rival es muy menor. Es el partido propicio para que Cristiano vuelva a buscar un hat-trick, para que los que no arrancan se den un día de facilidad y para que el Real Madrid encarrile la clasificación. El día será atípico porque no habrá apenas gritos en Varsovia. "Jugar sin público es como jugar en un estadio sin alma", recogía Jaciek Magiera, entrenador del Legia. En el campo, el del Ejército Polaco, apenas habrá personas: policía, periodistas, operadores, personal del estadio, personal de los dos clubes y representantes de la UEFA. Lo que sí habrá serán aficionados del Madrid, porque el club cede sus entradas protocolarias para aficionados que, tras conocer el sorteo, tenían ya planificado el viaje. Además, el equipo polaco, en otro ejemplo de connivencia, ha convocado a sus ultras a las puertas del estadio, donde les colocará pantallas gigantes. 

En lo deportivo, el Madrid quizá tenga que recurrir a Coentrao ante tantas bajas (Marcelo se quedó en la capital por gripe) y las bajas de Pepe y Ramos obligarán a Zidane a probar a la pareja Nacho - Varane, que estará también ante el Leganés y quizá en el derbi del Calderón. Precisamente Nacho soltó todo lo que tenía dentro en la rueda de prensa previa, pidiendo más minutos y asegurando que "no voy a estar toda la vida jugando quince partidos al año". Al canterano le llega ahora la oportunidad, de rebote por las lesiones, y tendrá el examen de hacer creer que puede hacer sombra a Ramos, Pepe y Varane.

El partido también llama a Isco, que seguramente salga de titular junto a Kroos y Kovacic, una vez que James también es baja por molestias. Si esto ya era un trámite, más lo es con la falta de público, que llevará a casi un mínimo de tensión en un gran partido. Al fin y al cabo lo que se juega es un partido de Champions y eso le da la categoría perdida por el rival y el público. Todo hace que el Madrid por fin pueda conseguir el partido completo: victoria, goleada y dejar la portería a cero. Eso, hasta ahora, es casi un milagro en el equipo de Zidane.