La inocentada de la Federación Catalana de Fútbol de este 28 de diciembre

La inocentada de la Federación Catalana de Fútbol de este 28 de diciembre FCF

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La inocentada de la Federación Catalana de Fútbol que indigna a los independentistas: "Sumisos e incompetentes"

El ente regional anunció la creación de una Copa de los 'Países Catalanes', pero acabó siendo una broma tradicional del 28 de diciembre.

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La Federación Catalana de Fútbol protagonizó este 28 de diciembre una broma que lejos de generar sonrisas en el Día de los Inocentes, despertó la ira de amplios sectores del movimiento independentista catalán.

El anuncio de una hipotética 'Copa dels Països Catalans' tocó una fibra demasiado sensible en un momento en que el independentismo atraviesa su mayor crisis de apoyo desde hace una década.

Alrededor de las nueve de la mañana, la FCF publicó un comunicado presentando la transformación de la tradicional Copa Catalunya en un torneo suprarregional que integraría territorios de habla catalana: desde Cataluña hasta la Comunidad Valenciana, pasando por las Baleares, Andorra y la Cataluña Norte francesa.

El anuncio incluía un mapa de los llamados "Países Catalanes", concepto que representa una aspiración histórica de ciertos sectores del independentismo que defienden la unidad política de todos estos territorios.

La propuesta corrió como la pólvora entre aficionados y simpatizantes del movimiento soberanista, generando una inicial ola de esperanza. Pero apenas cinco horas después, la FCF desveló que todo había sido una inocentada tradicional del 28 de diciembre. Fue el momento del punto de quiebre.

Las redes sociales se inundaron de críticas de una dureza inusitada. Los usuarios independentistas cuestionaron el buen gusto de la broma y su falta de sensibilidad política. Un comentario especialmente elocuente señalaba: "Somos una banda de españoles mediocres, sumisos e incompetentes incapaces de realizar un trabajo de mínimos por el país que representamos. Y todavía nos hace gracia".

Manel Vidal, activista y comunicador cercano al independentismo, fue contundente en su rechazo: "No hay ni una sola persona que tenga interés por el fútbol catalán a quien esto le pueda hacer mínima gracia".

La indignación revela las tensiones latentes en una sociedad catalana profundamente dividida sobre sus aspiraciones políticas. Los Países Catalanes no son un simple concepto geográfico, sino un proyecto identitario que partidos como Esquerra Republicana incluyen en sus programas electorales como objetivo a largo plazo. Para sus defensores, representa la culminación natural del proceso independentista.

Pero la reacción desmesurada también refleja el momento extraordinariamente frágil que vive el independentismo. Los datos de apoyo a la independencia se encuentran en mínimos históricos: apenas un 27% de los catalanes respalda la separación de España, según los datos más recientes de 2025. Esta cifra contrasta dramáticamente con el 48% que se registró en octubre de 2017, en el apogeo del procés.

La selección catalana de fútbol en 2017, con estrellas como Gerard Piqué

La selección catalana de fútbol en 2017, con estrellas como Gerard Piqué

El movimiento soberanista está además fragmentado. La reciente victoria electoral de los socialistas del PSC, por primera vez en más de una década, devolvió la presidencia de la Generalitat a un no independentista. Las divisiones internas entre los partidos soberanistas se han profundizado, dejando un liderazgo político debilitado.

En este contexto de desmoralización y retroceso electoral, la inocentada de la FCF fue interpretada no como humor inocente, sino como una burla de las aspiraciones de un movimiento en crisis. Que fuera la propia institución deportiva catalana la que ejecutara la broma añadió un matiz de traición que amplificó la indignación.

El episodio evidencia cuán polarizada permanece la sociedad catalana y cómo cualquier gesto que toque las sensibilidades independentistas puede detonar una tormenta política, incluso en el terreno aparentemente neutral del deporte.