Leo Messi, en una reciente aparición ante sus fans en Nueva Delhi (India)

Leo Messi, en una reciente aparición ante sus fans en Nueva Delhi (India) Reuters

Fútbol

Los votos de Messi en el 'The Best' que indignan al barcelonismo: "Es una puñalada a Lamine Yamal"

La leyenda azulgrana, actualmente jugador del Inter Miami, participó en la votación de los premios de la FIFA como capitán de Argentina.

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La gala de los premios The Best FIFA 2025 dejó un sabor amargo en el seno de la afición del FC Barcelona. Lionel Messi, en su rol de capitán de la selección argentina, emitió sus votos para elegir al mejor jugador del año en una ceremonia que coronó a Ousmane Dembélé como el ganador.

Sin embargo, la forma en que Messi distribuyó sus puntos ha abierto una brecha incómoda dentro del barcelonismo, especialmente tras las declaraciones de Jota Jordi en el programa El Chiringuito.

La distribución de votos de Messi fue la siguiente: cinco puntos para Dembélé, tres para Kylian Mbappé y apenas uno para Lamine Yamal. Esta combinación ha provocado una tormenta de críticas que va más allá del análisis meramente deportivo.

Lo que molesta no es tanto que la estrella del PSG haya recibido la máxima puntuación, sino el orden de prelación: un jugador del Real Madrid ha quedado por delante de la joya local del Barcelona.

En la noche del martes, durante su intervención en El Chiringuito, Jota Jordi expresó el malestar que cundía en la tribuna culé. Su tono revelaba una decepción que superaba lo futbolístico.

"Es una puñalada a Lamine. Una traición. Uno juega en el Madrid y otro en el Barça", aseguró el tertuliano, vertebrando el núcleo del conflicto: la dificultad de entender cómo Messi, símbolo máximo de la institución azulgrana durante dos décadas, había priorizado al galáctico madridista sobre su teórico 'heredero' en el presente del club.

Lo realmente explosivo llegó cuando Jordi planteó una pregunta intencionadamente provocadora. "¿Sabéis lo que opina la familia de Messi de Lamine Yamal?", inquirió dejando la respuesta suspendida en el aire.

Con esta frase, la crítica trascendió lo meramente deportivo para adentrarse en el terreno especulativo de posibles tensiones personales o incluso celos desde el entorno del astro rosarino hacia el joven talento azulgrana. Jordi parecía sugerir que el voto no había sido un mero ejercicio de objetividad, sino quizás una forma velada de refrenar las aspiraciones del heredero.

El tertuliano insistió en que el episodio comportaba una carga simbólica innegable. "Esto es muy significativo. Si queremos quitarle importancia, pues se la quitamos. Pero es muy significativo", concluyó.

Así advirtió que no se trataba de una anécdota intrascendente, sino de una declaración de intenciones que atravesaba varios estratos de la relación entre Messi, el Barcelona y la nueva generación de talentos locales.

La polémica refleja una tensión latente en el seno del club catalán. Por un lado, una afición que esperaba que su ídolo histórico ejerciera como padrino y legitimador del nuevo orden. Por otro, las complejidades de las dinámicas personales y profesionales cuando el pasado convive incómodamente con el presente.

Los votos de Messi en The Best no son solo números en una tabla: son la confirmación de una distancia emocional que el barcelonismo aún no ha asimilado del todo.