Joan Laporta, en un fotomontaje tapándose orejas, ojos y boca.

Joan Laporta, en un fotomontaje tapándose orejas, ojos y boca. Diseño: Deportes EE

Fútbol

La declaración de Laporta resta credibilidad a la versión del Barça en el caso Negreira: nadie conocía nada, ni sabía nada

El presidente culé niega conocer a Enríquez Negreira y trata de pasar página sin explicar ninguna de las incógnitas aún abiertas en la instrucción.

Más información: Joan Laporta insiste ante la juez en desvincularse de Negreira: "No le conozco ni a él ni a nadie de su entorno"

Publicada
Actualizada

Joan Laporta defendió este viernes ante la jueza que instruye el caso Negreira que, durante su primer mandato al frente del FC Barcelona, ni conoció a José María Enríquez Negreira ni fue consciente de ninguna irregularidad relacionada con los pagos al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA).

Según su versión, esos abonos, que suman 7,5 millones de euros entre 2001 y 2018, eran por informes arbitrales de carácter técnico, heredados de la gestión anterior y sin ninguna intención de condicionar la competición.

Pocas horas después de su testimonio, sin embargo, comenzó a circular en redes sociales un vídeo que contradice de forma directa uno de los puntos clave de su declaración.

Las imágenes, grabadas en 2009 durante el funeral del expresidente de la RFEF Pablo Porta, muestran a Laporta saludando cordialmente al vicepresidente del CTA, y a Josep Lluís Núñez, expresidente del FC Barcelona y considerado por muchos el impulsor de la relación Negreira - Barça.

El hallazgo audiovisual no es sino un detalle más que pone en duda la veracidad de las afirmaciones de Laporta y presiona en un caso que ya acumula serias lagunas argumentales por parte del club azulgrana.

Distancia e ignorancia

La comparecencia de Joan Laporta, en calidad de testigo, se prolongó durante una hora. El presidente culé aseguró que nunca mantuvo contacto personal con Enríquez Negreira, ni con su hijo Javier Enríquez Romero.

Además aseguró que tampoco llegó a ver los informes que supuestamente elaboraban para el club y por los que el Barça les pagaron 7,5 millones de euros entre 2001 y 2018.

Laporta insistió en que esos pagos ya estaban activos cuando él accedió al cargo y que se limitaron a dar continuidad a una práctica que, según le trasladó la dirección deportiva, resultaba útil.

Defendió además que las cantidades abonadas no requerían el visto bueno de la junta directiva, ya que no superaban los límites establecidos para pasar por ese órgano.

"La sección deportiva me recomendó mantener el servicio", dijo. También afirmó que los informes más antiguos ya no están en poder del club porque "se destruyen a los cinco años al perder su utilidad".

Nadie conocía los informes

Uno de los puntos más controvertidos de la declaración tiene que ver con la finalidad de los informes por los que se realizaron los pagos. Laporta defendió su existencia y veracidad, al tiempo que sostuvo que él nunca los utilizó ni los revisó directamente.

Sin embargo, Ernesto Valverde y Luis Enrique, que también comparecieron como testigos este viernes, ofrecieron una versión que entra en colisión directa con la que ha defendido Laporta.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta Gala Espín

Ambos técnicos aseguraron no haber visto jamás los informes de Enríquez Negreira ni de su hijo durante los años que ocupó el banquillo del FC Barcelona.

Valverde matizó que, aunque en otros clubes también se elaboran documentos de este tipo, él no los emplea como herramienta de preparación. Luis Enrique fue incluso más directo: desconocía por completo su existencia.

Silencios y contradicciones

La declaración de Laporta era muy esperada puesto que al ir como testigo tendría que responder, y sin mentir, a todo lo que le preguntaran las acusaciones y la Fiscalía.

Pero el presidente culé se fue sin dejar claro por qué los pagos a Enríquez Negreira aumentaron durante su mandato.

Tampoco explicó por qué el club aceptó en 2021 un acta de conformidad con la Agencia Tributaria que calificaba esos pagos como "liberalidades", término fiscalmente vinculado a regalos o gratificaciones no justificadas.

Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira, saliendo de los juzgados de Barcelona tras su declaración.

Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira, saliendo de los juzgados de Barcelona tras su declaración. Europa Press

Igualmente, no aclaró nada sobre por qué algunos de los informes técnicos incluían datos privados de los árbitros, difíciles de obtener sin conexiones internas dentro del estamento arbitral.

Además, el propio Javier Enríquez Romero, señalado como autor de los informes más recientes, ha declarado que no sabía nada de los pagos ni de la relación entre su padre y el club.

Aun así, el FC Barcelona ha defendido que era él quien elaboraba los documentos por los que se abonaban miles de euros.

Fase decisiva

Con el testimonio de Laporta ya registrado, el caso encara su recta final. El próximo 27 de diciembre está citada a declarar Maria Elena Fort, vicepresidenta del club, como representante legal de una entidad que también está imputada como persona jurídica.

A esa cita se sumará, ya en febrero, la del expresidente Joan Gaspart y la de una persona que actualmente acompaña a los árbitros en su llegada a los estadios.

Gaspart es una figura clave, ya que Laporta ha señalado que fue él quien instauró el sistema de pagos que luego heredó su directiva. Aunque muchos son los que van más allá y aseguran que Gaspart lo habría heredado de Nuñez.

Llama la atención el perfil bajo que adoptaron durante la jornada procesal las acusaciones de LaLiga y de la Real Federación Española de Fútbol.

La primera solo formuló una pregunta y la segunda, ninguna. Un silencio que contrasta con la magnitud del caso y el interés que había despertado la comparecencia de Laporta en los juzgados.

Joan Laporta, en su llegada a los juzgados para declarar como testigo en el 'caso Negreira'.

Joan Laporta, en su llegada a los juzgados para declarar como testigo en el 'caso Negreira'. EFE

Una defensa débil

Todo era legal pero nadie sabía nada ni conocía a nadie. Esa es la base que ha usado Joan Laporta, y la que defiende el club, desde el inicio del caso Negreira.

Pero, a medida que avanza la instrucción, las declaraciones contradictorias, los silencios estratégicos e incluso vídeos de viejos saludos han ido debilitando ese relato.

La estrategia de desvincularse personalmente del escándalo no solo no ha servido para aclarar lo sucedido, sino que ha generado aún más incertidumbre.

Cada declaración abre nuevos interrogantes y expone al club a una pérdida de credibilidad institucional.