Luis Rubén, el tío de Rubiales que le lanzó huevos

Luis Rubén, el tío de Rubiales que le lanzó huevos

Fútbol

Luis Rubén, el tío de Rubiales que le lanzó huevos: "Estoy desequilibrado, sí, pero puedo pasear tranquilo por la calle"

El familiar del expresidente de la RFEF, que es actor y trató de boicotear la presentación del libro 'Matar a Rubiales', habló tras pasar la noche en el calabozo.

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Luis Rubén Rubiales, actor y tío del expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), dio la cara este viernes ante diversos medios de comunicación tras pasar la noche detenido por agredir a su sobrino con huevos durante la presentación de su libro.

Lejos de mostrar arrepentimiento, el agresor se reafirmó en sus acciones y aprovechó para lanzar duras críticas contra el exdirigente del fútbol español.

En una ronda mediática que incluyó intervenciones en programas de LaSexta, Telecinco (El tiempo justo) y Antena 3 (Y Ahora Sonsoles), Luis Rubén no solo reconoció los hechos, sino que dejó claro que habría ido más allá de haber tenido oportunidad.

Sus palabras no dejaron lugar a dudas sobre la premeditación del acto: "Le tiré tres, cuatro o cinco huevos... Si me hubiera dado tiempo, le hubiera lanzado alguno más. Llevaba una docena", confesó sin ambages. Además, reveló que también planeaba arrojarle otros objetos que portaba consigo.

El estado anímico del agresor tras su paso por dependencias policiales sorprendió por su desenfado. Aseguró encontrarse "muy bien, como si me hubiera venido de estar 15 días de vacaciones en Benidorm", restando importancia a las horas pasadas bajo custodia.

Luis Rubén Rubiales, tras ser detenido por lanzar huevos a su sobrino

Luis Rubén Rubiales, tras ser detenido por lanzar huevos a su sobrino

Cuando se le cuestionó sobre su salud mental -después de que su sobrino le calificara como "una persona desequilibrada", respondió con ironía admitiendo cierto desequilibrio, pero afirmando que podía "pasear tranquilo por la calle".

Las declaraciones de Luis Rubén incluyeron ataques directos a la coherencia política de su sobrino, especialmente en lo referente a su relación con el presidente del Gobierno.

Le reprochó su actual postura crítica con Pedro Sánchez tras años de supuesta cercanía: "¿Vas a hablar ahora del presidente? Si siempre has dicho que era tu amigo, que te protegía, que eras su niño bonito... No vayas ahora de víctima. Te pasaste años haciéndole la pelota", espetó sin contemplaciones.

El tío del expresidente empleó metáforas inquietantes para referirse al legado de su sobrino, describiéndole como alguien que ha ido "dejando muchos cadáveres" que algún día podrían levantarse "como en el videoclip de 'Thriller'", sugiriendo que las consecuencias de sus actos pasados acabarían por alcanzarle.

Respecto a las motivaciones del ataque, Luis Rubén apuntó a conflictos familiares más profundos, relacionados con el 'maltrato' que Luis Rubiales supuestamente habría dispensado a otro tío, Juan, quien padece depresión y trabajó con él en la Federación.

Esta fractura familiar, que se remonta al despido de Juan Rubiales en 2020 y su posterior denuncia por mobbing contra la RFEF, parece haber sido el detonante de una animadversión que culminó en el lanzamiento de huevos.

Ante la posibilidad de enfrentarse a una denuncia por parte de su sobrino, Luis Rubén mostró absoluta indiferencia, cuestionando por qué habría de ser denunciado. Incluso llegó a minimizar sus acciones preguntando retóricamente si había "matado a alguien" para justificar su negativa a pedir perdón.

En un giro provocativo, sugirió que su sobrino debería estarle "agradecido" por la publicidad generada al libro tras el escándalo.

El contexto familiar que rodea este incidente refleja una profunda división que afecta a múltiples generaciones, incluyendo a la madre nonagenaria de Luis Rubén, abuela del expresidente, quien según fuentes cercanas estaría sufriendo enormemente por la ruptura entre sus familiares.

Este episodio evidencia cómo el 'caso Rubiales' ha trascendido el ámbito deportivo y judicial para convertirse en un drama familiar expuesto públicamente sin visos de reconciliación.