Xabi Alonso habla con Sánchez Martínez al término del partido ante el Mallorca.

Xabi Alonso habla con Sánchez Martínez al término del partido ante el Mallorca. Reuters

Fútbol

Ni rastro de la renovación en el arbitraje: sin uniformidad en el criterio, el Real Madrid sufre los cuatro primeros escándalos

En el club blanco se sienten vilipendiados tras la actuación de Sánchez Martínez y Melero López ante el Mallorca, en contraposición a las polémicas decisiones que han acabado favoreciendo a Barça y Atlético de Madrid.

Más información: La odisea del Real Madrid con el arbitraje ante el Mallorca: hasta tres goles anulados y un criterio con las manos que no se entiende

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Todo hacía indicar que el 26 de junio se iniciaría una nueva etapa en el arbitraje español después de que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) cesara a toda la cúpula del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Sin embargo, tan solo han hecho falta tres jornadas para darse cuenta de que todo sigue igual.

Lo sucedido en la jornada del sábado en Mendizorroza durante el Alavés - Atlético de Madrid y en el Santiago Bernabéu en el encuentro entre el Real Madrid y el Mallorca deja muy mal parado al colectivo arbitral. Del mismo modo que ocurrió hace dos semanas en Son Moix en el Mallorca - Barça y pasó de nuevo en la noche del domingo en Vallecas en el Rayo Vallecano - Barça.

Si bien el nuevo equipo de trabajo del CTA apuesta por la transparencia, es difícil entender por qué Munuera Montero -el árbitro que dio por válido el gol de Ferran Torres cuando Raíllo estaba tendido sobre el terreno de juego al recibir un balonazo en la cabeza- es el único colegiado que sí arbitró en la jornada 1 y no lo hace en la 3. Será que han asumido el error que cometió el colegiado andaluz.

A través de Real Madrid TV, el club ya expresó al inicio del campeonato su desconfianza ante los nuevos cambios y las comisiones creadas al efecto, especialmente la nacida para la designación arbitral. En este breve período de tiempo las sospechas no han hecho más que confirmarse.

Y es que desde el club consideran que nada ha cambiado con respecto a los antiguos dirigentes del CTA. El primer argumento en el que se basan es en lo ocurrido con el Barça en Son Moix, el segundo tiene que ver con el gol (en claro fuera de juego) que marca Giuliano Simeone ante el Alavés, el tercero es el tanto que invalidan a Arda Güler en la victoria ante el Mallorca y, por último, el penalti que señalan a favor de los azulgranas ante el Rayo Vallecano que supuso el 0-1.

Unas decisiones dispares

El Barça tuvo un estreno de la temporada bastante cómodo ante un conjunto bermellón que terminó el partido con nueve jugadores. No obstante, la polémica no se produjo en las dos expulsiones, sino por otras acciones del juego.

Sin duda, la más clara llegó a los 22 minutos de partido. Con el Barça ya mandando en el luminoso, Lamine Yamal sacó un latigazo con la pierna izquierda que fue repelido con la cabeza por Raíllo, central del conjunto balear.

El capitán del Mallorca se fue al suelo conmocionado y José Luis Munuera Montero se llevó el silbato a la boca dispuesto a parar el partido para atender al jugador. Así lo dice el reglamento: si un jugador recibe un golpe en la cabeza hay que detener el juego de forma inmediata.

Así parecía que iba a ser. Sin embargo, después de pasar más de cinco segundos con el silbato en la boca, no lo hizo sonar en ningún momento. La acción prosiguió, Ferran Torres recogió el rechace y acabó batiendo a un Leo Román que apenas estaba atento a la acción.

Los de Hansi Flick terminaron llevándose los tres puntos ante el desconcierto de los jugadores del Mallorca y del propio Jagoba Arrasate. Nadie podía entender la decisión que tomó el colegiado andaluz.

Un cambio de última hora

Durante el desarrollo del encuentro en el Santiago Bernabéu se conoció la noticia de que Pablo González Fuertes, previsto para ser el árbitro del VAR en el Real Madrid-Mallorca, fue mandado a la nevera tras su actuación en el Alavés-Atlético de Madrid. Melero López le sustituyó.

El colegiado asturiano fue previamente el árbitro principal del VAR en el duelo de Mendizorroza, encuentro en el que quedó en entredicho por la polémica decisión de no anular el gol de Giuliano Simeone.

Pablo González Fuertes, durante el Athletic Club - Barça de la temporada pasada.

Pablo González Fuertes, durante el Athletic Club - Barça de la temporada pasada. Europa Press

El argentino encontró el fondo de las mallas de Sivera, pero el guardameta estaba muy adelantado y entre el jugador rojiblanco y la línea de gol solo había un defensor del Deportivo Alavés.

Al no haber dos, el tanto no debió subir al marcador. Lo hizo y, con un tanto posterior de penalti de Carlos Vicente, el partido en Mendizorroza terminó con 1-1.

"Me ha sorprendido. Son errores que no deberían pasar. A ver qué pasa, en el sobreúso y en el uso, pero cuando se use el VAR tiene que ser para acertar", manifestó Xabi Alonso en rueda de prensa tras la victoria ante el Mallorca sobre el fallo del VAR en Vitoria.

Desde el Real Madrid no entienden la manera de actuar que tiene un nuevo comité de designación que está formado por Gregorio Manzano y Teixeira Vitienes, ambos encargados de "buscar consenso entre la RFEF y la patronal".

Y es que el exentrenador del Atlético de Madrid y Mallorca, entre otros equipos, reconoció haber recibido la llamada de un jugador del Barça cuando el conjunto bermellón ganaba 1-2 al descanso en el Bernabéu en la temporada 2012-13.

Sin desvelar el nombre del futbolista azulgrana que le llamó hasta en cinco ocasiones, dejó la insinuación de que en la Ciudad Condal tenían mucho interés en ese resultado. Gregorio Manzano aclaró en El Cafetito que aquella llamada "no tuvo consecuencias" y fue "una mera anécdota".

Sin criterios con las manos

José María Sánchez Martínez y Mario Melero López fueron capaces de provocar la desesperación de Mbappé, la indignación del madridismo y el desconcierto de Arda Güler y el de la mayoría de los aficionados al fútbol.

Con el 2-1 imperando en el electrónico tras una fugaz remontada en la primera parte del Real Madrid en un minuto, Arda Güler marcó el gol de la tranquilidad en el 56'. A pesar de que en un principio el colegiado murciano dio por válido el gol, desde la sala VOR decretaron una mano punible del jugador turco segundos antes de anotar el 3-1.

Tras una gran jugada de Mbappé y Franco Mastantuono, el argentino armó el disparo, pero Leo Román evitó el gol con el pie. El rechace le quedó a Valjent y en su intento por despejar el balón le dio a Arda Güler, quien se encontraba a escasos metros de él.

En un acto reflejo el '15' del Real Madrid se protegió la boca del estómago y el balón siguió en movimiento en el interior del área del Mallorca. Tras una nueva intervención del portero, el turco aprovechó el rechace, aunque incomprensiblemente el gol no terminaría subiendo al marcador.

"Vamos a revisar la mano si es inmediata, ¿sabes, Xabi? Vamos a revisar la mano si es inmediata", le explicó Sánchez Martínez al entrenador del Real Madrid cuando se dirigía al monitor a ver la jugada.

Y es que según la 'Regla 12: Falta y conducta incorrecta del reglamento oficial de la Federación Española de Fútbol', en el apartado "tocar el balón con la mano", define que si un jugador intenta marcar gol tocando deliberadamente el balón con la mano, se sanciona la acción y no se valida el gol.

No obstante, esta norma también aplica a que "si el jugador marca directamente con la mano, sea de forma voluntaria o accidental se considera infracción y la jugada se debe anular". No obstante, Güler no toca el balón con la mano en el momento en el que ejecuta el remate a puerta.

La polémica no se quedó en la jornada del sábado, sino que también se trasladó al domingo. El Rayo Vallecano y el Barcelona firmaron un empate intenso, pero el foco del encuentro se situó en una decisión arbitral de Mateo Busquets Ferrer que condicionó el desarrollo del partido.

Un penalti señalado sobre Lamine Yamal encendió los ánimos locales, sobre todo porque la jugada no pudo ser revisada al no funcionar la conexión con la sala VOR durante toda la primera parte.

Lamine transformó la pena máxima y adelantó al conjunto de Hansi Flick. El problema no fue solo la duda de la jugada, sino la ausencia del VAR en pleno año 2025, algo que los jugadores del Rayo no podían dar crédito.

El momento más revelador se vivió en el túnel de vestuarios al descanso. Las cámaras de DAZN captaron a Isi Palazón dirigiéndose a sus compañeros y dejando una frase que ya forma parte de la controversia: "Chavales, el árbitro acaba de asumir el error. Lo acaba de asumir".

El malestar del Real Madrid es evidente. El club blanco participó en el proceso de cambio del CTA, pero no en la forma del nuevo estamento arbitral y en sus comisiones. Es por ello que desde la dirección deportiva consideran que la regeneración debería haber sido más profunda.