Ter Stegen, en el inicio de la pretemporada del FC Barcelona

Ter Stegen, en el inicio de la pretemporada del FC Barcelona FC Barcelona

Fútbol

El 'caso Ter Stegen' tensa al Barça: desde la capitanía hasta el riesgo de sanción por el polémico informe médico

La actualidad en el club azulgrana se centra sobre el portero alemán tras su paso por quirófano y con Joan García luciendo su dorsal en la gira por Asia.

Más información: Un miembro del comité médico de LaLiga avisa al Barça sobre el informe de Ter Stegen: "Debe dar su consentimiento"

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La historia de siempre. El FC Barcelona vuelve a vivir un verano convulso a nivel institucional y tiene como protagonista, esta vez, a uno de sus jugadores más emblemáticos: Marc-André ter Stegen.

El conflicto ha alcanzado una mayor dimensión cuando el portero alemán pasó por quirófano en Burdeos bajo la supervisión de la doctora Amélie Léglise, debido a una lesión lumbar que arrastra desde la temporada pasada.

No era la primera vez que Ter Stegen se enfrentaba a este problema, pero sí la que terminaría de desatar una tormenta perfecta.

La comunicación de la gravedad de la lesión ha generado controversia desde el primer minuto. Mientras el club buscó prudencia y consenso, Ter Stegen publicó un comunicado en sus redes sociales informando que estará "alrededor de tres meses" de baja, en un ejercicio de transparencia que no contaba con el beneplácito blaugrana.

Las consecuencias del comunicado son inmediatas. El Barcelona denuncia la ruptura del canal oficial y teme que la información aparentemente inocente frustre sus planes. Y es que, según el reglamento de LaLiga, el club solo puede inscribir a un sustituto de su portero titular si acredita una baja mínima de cuatro meses por medio de un informe médico.

El caso desata una carrera contrarreloj. Para inscribir al recién fichado Joan García —procedente del Espanyol—, el Barça necesita liberar masa salarial.

Si justifica una lesión de al menos cuatro meses, accede a la posibilidad de liberar el 50% del sueldo de Ter Stegen —y no el 80%, al estar el mercado abierto— para hacer espacio en el límite salarial.

Joan García, en el once titular del Barça en el amistoso contra el FC Seoul

Joan García, en el once titular del Barça en el amistoso contra el FC Seoul EFE

Este margen es esencial no solo para la llegada de García, sino también para regularizar la plantilla. Otros movimientos como la cesión de Marcus Rashford o la continuidad de Wojciech Szczęsny dependen de la ingeniería financiera que logre plantear el club catalán. El Fair Play dictado por LaLiga sigue siendo un elemento de máxima presión en los despachos.

El protocolo exige algo todavía más delicado: el consentimiento expreso de Ter Stegen para que su información médica sea tratada fuera del ámbito del club. Ningún jugador se ha negado nunca a firmar en situaciones similares, pero la tensión crece a medida que el portero deja claro en público que pretende volver antes de lo que interesa al Barça.

El temor del club es claro: si inscriben a Joan García alegando una lesión de larga duración y Ter Stegen vuelve antes de lo acreditado, el Barcelona se ve expuesto a una sanción económica.

Según la norma, la penalización sería triplicar la cuantía liberada, restándola directamente del límite salarial de la temporada en curso.

El club, sabedor de su delicadísima situación financiera, estudia cada movimiento al milímetro. No es solo una cuestión de sanción; una reducción drástica del límite salarial podría dejar fuera a fichajes estratégicos e incluso obligar a vender a piezas clave para equilibrar cuentas. Tiene 30 días desde la operación para enviar el informe a la patronal.

La vigilancia de la Comisión Médica de LaLiga, formada por médicos independientes como Fernández Jaén, Baro Pazos y Pérez San Roque, introduce un factor de fiscalización adicional. Pueden solicitar pruebas, resonancias y seguimientos periódicos de la recuperación, además de investigar cualquier aparente discrepancia entre los partes médicos y la evolución del portero.

Ter Stegen, con el FC Barcelona

Ter Stegen, con el FC Barcelona Europa Press

En paralelo, la relación entre Ter Stegen y el club entra en una dinámica tóxica. El Barça ya había intentado su venta en el mercado para aliviar la masa salarial, pero la lesión y la polémica complican cualquier negociación. Surgieron rumores sobre el posible interés del Galatasaray, aunque el traspaso se antoja improbable a corto plazo ante su baja.

El conflicto alcanza también la simbología del club. Durante los amistosos de la pretemporada en Japón y Corea, Joan García ha llevado el dorsal número 1 reservado al alemán.

Además, en los pasillos de la directiva se plantea seriamente la retirada de la capitanía a Ter Stegen, al considerarse que un jugador ausente varios meses no puede ejercer de interlocutor válido ni de líder de vestuario.

Mientras Hansi Flick y los jugadores se tiran la pelota en la elección de la capitanía, miembros de la directiva justifican sus posiciones en el historial reciente del portero. Se argumenta que su decisión de comunicar unilateralmente la duración de la baja, sus gestos hacia algunos compañeros y el desgaste progresivo de su relación con el club han erosionado su ascendencia.

En realidad, lo que late en el fondo es una profunda desconfianza entre las partes. Ter Stegen percibe el fichaje de otro portero de futuro como una declaración de intenciones y una invitación a buscar equipo. El club teme perder el control de una narrativa con fuerte impacto mediático y con consecuencias legales y económicas imprevisibles.

Si la Comisión Médica de LaLiga respalda el diagnóstico inicial y Ter Stegen recorta el plazo, la amenaza de una sanción real se vuelve inminente. 

El castigo de LaLiga sería duro: el triple de la masa salarial liberada, restado del margen de inscripciones. La UEFA, por su parte, ya impuso una multa de 60 millones —15 fijos, 45 condicionados— por incumplimientos de Fair Play, lo que agrava el panorama en caso de reincidencia regulatoria.

Todo ello sitúa al club en un callejón sin salida. Por un lado, necesita justificar ante LaLiga una baja de cuatro meses para activar su planificación deportiva y financiera. Por otro, está a merced de la decisión personal y pública de un jugador.

Joan Laporta, junto a Cat, la mascota del Barça

Joan Laporta, junto a Cat, la mascota del Barça

El desenlace del 'caso Ter Stegen' marcará mucho más que la temporada 2025/26. Representa un pulso entre la institución y uno de sus capitanes, una batalla entre la gestión de los recursos y la ética profesional, y una prueba definitiva para la solidez reglamentaria que han puesto en jaque tanto La Liga como la UEFA.

Al final, lo que está en juego no es solo el futuro de un portero ilustre ni la inscripción de un nuevo fichaje. Es el modelo de gobernanza, la credibilidad institucional y la sostenibilidad económica de un club que vaga permanentemente entre la épica y la autodestrucción.

El 'caso Ter Stegen' se presenta como otro de los grandes desafíos de una era convulsa en la historia del FC Barcelona.