Joan Laporta y Hansi Flick, en la renovación del técnico con el FC Barcelona

Joan Laporta y Hansi Flick, en la renovación del técnico con el FC Barcelona FCB

Fútbol

El Barça necesita reinventarse tras el plantón de Williams: Luis Diaz, Rashford y dos situaciones que llaman al optimismo

En el club azulgrana contaban con la llegada de Nico, pero su renovación con el Athletic ha trastocado los planes y deben trabajar en el fichaje de otro extremo.

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Una semana. Eso es lo que resta para que el Barça de Flick dé el pistoletazo de salida a su temporada 2025-26. Un curso que los azulgranas afrontan llenos de ilusión, pero también con el listón muy alto después de su gran desempeño en la 2024-25.

La exigencia es máxima. Vienen de rozar la excelencia y maniatar por completo a su máximo rival. Nadie se atreve a no ponerlos favoritos a todos los títulos. Pero deberán plasmarlo sobre el terreno de juego, más aún viendo cómo tanto el Real Madrid como el Atlético se están reforzando.

Y es que los equipos capitalinos están haciendo los deberes en el mercado de fichajes. Los blancos, que inician una nueva era con Xabi Alonso, han incorporado de momento a Huijsen, Arnold y Mastantuono. Los colchoneros a Álex Baena y Ruggeri. Y todavía parece que pueden llegar más nombres en ambos bandos.

Unos fichajes de altura que elevarán el techo de los dos equipos y que obligará al Barça a salir al mercado. Y es que, a pesar del gran rendimiento en esta última temporada, el conjunto catalán ha tenido algunos agujeros en la plantilla que debe subsanar si quiere optar a la Champions.

De momento, el primer refuerzo ha llegado en la portería con el fichaje de Joan García procedente del Espanyol. Un movimiento, cláusula mediante, que ha provocado un clima muy hostil de la afición perica con el guardameta.

Laporta ha comenzado a construir el nuevo Barça desde abajo. También está a la espera de un lateral, pero ahora mismo el principal foco se ha puesto en la llegada de un atacante. Lamine y Raphinha lo han jugado todo y necesitan un complemento que les permita tener un respiro.

La negativa de Nico

El culebrón Nico Williams ha marcado el inicio del verano en clave azulgrana. Todo parecía encaminado para que el extremo navarro recalara en el Camp Nou, después de que su agente, Félix Tainta, reactivara los contactos con Deco a mediados de junio, sorprendiendo a la dirección deportiva tras el rechazo del jugador el pasado verano.

La operación era atractiva para el Barça: Nico, seis años más joven que Luis Díaz, podía llegar pagando su cláusula de rescisión y el acuerdo personal estaba cerrado desde hacía meses.

Sin embargo, cuando todo apuntaba a un desenlace feliz, surgió el gran escollo. El entorno del futbolista exigió la inclusión de una cláusula liberatoria que permitiera a Nico salir gratis si el club no lograba inscribirle a tiempo en LaLiga, una condición que la directiva blaugrana consideró inasumible y temeraria, tanto a nivel económico como institucional.

La urgencia del jugador, que no quería reincorporarse a la pretemporada del Athletic Club, chocó con los plazos y garantías que podía ofrecer el Barça, aún condicionado por el fair play financiero.

El resultado fue una ruptura total de las negociaciones y la renovación de Nico Williams con el Athletic hasta 2035, poniendo fin a semanas de tensión y dejando al Barça sin su gran objetivo para reforzar el ataque.

La frustración en la cúpula culé es evidente: la operación, que parecía sencilla, se torció por una exigencia de última hora que el club no estaba dispuesto a aceptar, ni siquiera con fórmulas alternativas como la de Dani Olmo en el pasado.

El plan B

Con la puerta de Nico Williams cerrada, el Barça ha tenido que actuar con rapidez y activar su plan B. En la lista de prioridades aparecen dos nombres: Luis Díaz y Marcus Rashford. Ambos extremos zurdos, ambos con experiencia en la élite europea, pero con situaciones y precios muy diferentes.

Luis Díaz es la opción que más gusta a la dirección deportiva, especialmente a Deco y al técnico Hansi Flick. El colombiano, pieza clave en el Liverpool campeón de la Premier League, es un futbolista contrastado y con una capacidad de desborde y gol que encajaría a la perfección en el esquema azulgrana.

Sin embargo, su fichaje se antoja complicado: Liverpool lo considera intransferible y solo una oferta cercana a los 80 millones de euros podría abrir la puerta a su salida.

Además, el entorno del jugador ha vivido días convulsos tras la trágica muerte de Diogo Jota, lo que ha ralentizado cualquier movimiento, y parte de la afición ha cuestionado la actitud de Díaz por no acudir al funeral de su compañero, aunque el propio futbolista expresó públicamente su dolor en redes sociales.

Por otro lado, Marcus Rashford emerge como la alternativa más asequible y realista. El Manchester United está dispuesto a negociar una cesión con opción de compra, una fórmula ideal para el Barça dadas sus limitaciones financieras.

Marcus Rashford, con el Manchester United

Marcus Rashford, con el Manchester United Reuters

Rashford, que no entra en los planes del nuevo técnico del United y desea salir de Old Trafford, ha mostrado su predisposición a recalar en el Camp Nou, incluso aceptando rebajar su salario. Su polivalencia, capacidad de trabajo y hambre de reivindicación le convierten en una opción muy atractiva para Flick, que busca velocidad y profundidad en las bandas.

La hoja de ruta del Barça pasa por cerrar cuanto antes la llegada de un extremo que complemente a Lamine y Raphinha, y que permita al equipo mantener el nivel de exigencia en una temporada en la que los títulos vuelven a ser una obligación.

El mercado sigue abierto y, aunque el golpe por el fichaje frustrado de Nico Williams ha sido duro, el club trabaja para que el plan B no se quede corto y Flick disponga de todas las herramientas para pelear por todo.