Julián Álvarez y Rodrigo De Paul, durante el partido contra el Seattle Sounders del Mundial de Clubes.

Julián Álvarez y Rodrigo De Paul, durante el partido contra el Seattle Sounders del Mundial de Clubes. REUTERS

Fútbol

El partido que puede cambiar el futuro del Atlético: prestigio, millones y el espaldarazo a un proyecto con lagunas por cubrir

Los rojiblancos se ven las caras con Botafogo y, si el PSG hace los deberes, deberán ganar por tres goles o más a los brasileños.

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Son mucho más que tres puntos. Va más allá. La vida del Atlético de Madrid en el Mundial de Clubes pende de un hilo y lo que hay en juego es suficientemente importante como para salir con el cuchillo entre los dientes.

Botafogo espera a los de Simeone. El vigente campeón de la Copa Libertadores y que vive con la moral por las nubes tras vencer al intratable PSG. Un triunfo que dinamitó el grupo y que puso entre la espada y la pared el futuro del Atlético en el torneo.

Ni siquiera le puede bastar con ganar. La goleada encajada frente al PSG hizo demasiada mella. De hecho, ahora dependen en cierto modo de lo que hagan los parisinos en la última jornada contra Seattle Sounders. Si no ganan, el abanico de opciones se abre mucho. Pero no parece muy probable.

Los estadounidenses no han demostrado ser un equipo poderoso y sería una sorpresa mayúscula que le metan mano a un PSG que tampoco tiene margen de error. Todo hace indicar por tanto, que el Atlético deberá firmar un partido sobresaliente.

En caso de triunfo parisino, las cuentas serán claras. Deberán ganar por tres o más goles de diferencia. De esa manera lograrían obtener una mejor diferencia de goles que Botafogo y sellarían el pase a los octavos de final.

Para ello, Simeone deberá arriesgar y sacar un once inicial capaz de poner en apuros a una zaga brasileña que ya demostró su valía resistiendo 90 minutos contra el PSG. Julián tendrá que seguir siendo determinante y será necesario ver una mejor imagen de Sorloth o Griezmann.

La tarea es muy complicada y la presión es máxima. Quedar fuera puede crear un efecto dominó poco deseado para el club colchonero.

Las consecuencias

En primer lugar, caer eliminado a las primeras de cambio supondría un duro varapalo en lo deportivo. En el club había expectativas con hacer un gran papel y, a pesar de que el grupo no era el más asequible de todos, supondría una gran sorpresa para todos.

Además, el prestigio que te da a ojos del planeta llegar hasta los últimos compases de la competición quedaría algo dañado si no son capaces de acceder a la segunda ronda.

Pero estos no serían los únicos varapalos. De hecho, quizá lo más relevante llegue en el ámbito económico. Pasar rondas y ganar partidos en este Mundial supone un gran pellizco, millones de euros. Una cantidad que incluso podría servir al club de cara al corto plazo en el mercado de fichajes.

A nadie se le escapa que el Atlético de Madrid está buscando reforzar su plantilla. Este curso se ha quedado a medio camino después de dos meses fatídicos en los que perdió la Champions, la Liga y la Copa del Rey por lo que una reconstrucción se antoja inevitable para dar un salto cualitativo.

Son varias las posiciones que se necesitan retocar y para ello hace falta generar ingresos. Y el Mundial de Clubes se presentaba como la principal vía para lograrlo. Sin esos millones, queda por ver si serán capaces de acometer las operaciones que se tenían en mente.

La más prioritaria era la de Álex Baena. Una incorporación considerada capital para la directiva y el entrenador y que todo hace indicar que se acabará realizando una vez se deposite la cláusula tasada en 60 millones de euros.

Sin embargo, quedaría en el aire la llegada de un centrocampista (interesaba Johnny Cardoso), un central ('Cuti' Romero) y alguna figura para ocupar los laterales. No hacerlo supondría no tapar algunos agujeros claros en la plantilla.

En definitiva, el Atlético de Madrid afronta este lunes 23 de junio (21:00 horas) un partido trascendental. Deberá salir con el cuchillo entre los dientes, sin miramientos, y sin especular con otros resultados. A partir de ahí, tocará esperar y soñar con un seguir con vida.