Tottenham Hotspur y Manchester United

Tottenham Hotspur y Manchester United Reuters

Fútbol

United, Tottenham y cuando una final vale más que un título: el partido para salir del pozo e iniciar un proyecto ilusionante

Después de finalizar la Premier en 16ª y 17ª posición, ambos clubes buscan un billete a la Champions que les catapulte y les haga salir de la crisis deportiva.

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San Mamés será testigo este miércoles de ver al nuevo campeón de la Europa League. Dos equipos ingleses, Manchester United y Tottenham, pugnarán por alzarse con el título de la segunda máxima competición continental y recoger el testigo de la Atalanta.

Un duelo de altura si nos fijamos únicamente en el nombre de los clubes, pero que podría ser considerado como el partido de las urgencias en vistas al rendimiento de ambos conjuntos a lo largo de esta temporada.

Y es que los números del United y del Tottenham en la Premier League han sido indignos para un club de su talla. Ocupan las dos plazas por encima del descenso a la Championship y en ningún momento han dado síntomas reales de ser un equipo competitivo en su campeonato doméstico.

Los 'Spurs' han perdido 21 de 37 partidos esta temporada, en tanto que el United solo ha conseguido nueve puntos desde diciembre. Que tengan la oportunidad de ganar un trofeo y de clasificarse para la Champions League la temporada que viene es un milagro de tal magnitud que en Inglaterra hasta se ha discutido la decisión de la UEFA de que el campeón de la Europa League juegue Champions.

Una faceta que contrasta con la imagen ofrecida en la Europa League. Allí, los de Amorim y los de Postecoglou sí que han dado el do de pecho. Ambos finalizaron entre los cuatro primeros de la fase de liga y lograron superar todas las rondas desde los octavos de final, algunas con mucho sufrimiento.

Los jugadores del Manchester United celebran un gol contra el Lyon.

Los jugadores del Manchester United celebran un gol contra el Lyon. REUTERS

Que se lo digan si no al Manchester United en su duelo de cuartos frente al Lyon. Una eliminatoria en la que marcaron tres goles en los últimos seis minutos de la prórroga para sellar el billete a las semifinales. Ahí, contra el Athletic, ofrecieron su mejor versión.

Este miércoles, tanto los mancunianos como los londinenses se verán las caras en busca de seguir ampliando su palmarés. Los primeros buscarán su segundo entorchado de la Europa League y los segundos su tercer título. La igualdad es máxima y nadie se atreve a dar un favorito.

Más que un título

Lo que está claro es que la final de San Mamés supondrá mucho más allá que morder metal para el United o el Tottenham. Dos clubes inmersos en una gran crisis deportiva y que podrían catapultarse con una gran noche. A veces se necesitan estos golpes de 'suerte' para volver a ocupar el lugar que tanto ansías.

Sin duda, la peor situación se vive en Mánchester. Son uno de los clubes más importantes del mundo y este curso han firmado la peor temporada de su historia en la Premier League. Amorim, que llegó como el gran salvador antes de Navidad, no ha sido capaz de cambiar la tónica de un equipo condenado a encadenar varios fracasos en los últimos tiempos.

Rubén Amorim, durante un partido con el Manchester United.

Rubén Amorim, durante un partido con el Manchester United. REUTERS

Las lesiones le han lastrado en demasía. Solo Bruno Fernandes, con pinceladas de Casemiro y el recuperado Amad Diallo, han ilustrado esa personalidad y coraje que antes caracterizaban al United. El resto ha sido un espejismo que ha imposibilitado a los mancunianos salir de una espiral muy peligrosa.

Ganar la Europa League sería una bocanada de aire fresco. Comenzar a construir desde la victoria, jugando la Champions y acometiendo fichajes que crean en el proyecto y cambien el signo a un club sin rumbo. Ser campeones les puede dar mucho, pero claudicar ante un rival de la Premier les puede hundir más aún en la miseria.

Dejan Kulusevski celebra un gol con el Tottenham.

Dejan Kulusevski celebra un gol con el Tottenham. REUTERS

También necesita como el comer la Europa League el Tottenham. No tanto por lo ocurrido esta temporada, que también, sino por quitarse de una vez por todas la etiqueta de ser un equipo perdedor. Y es que el último título de los Spurs, con el español Juande Ramos en el banquillo, llegó en 2008 con la Copa de la Liga. Desde entonces siempre se han mantenido en las posiciones privilegiadas de la Premier, pero que ha ido claramente a menos desde la salida de Harry Kane.

"Siempre gano títulos en mi segunda temporada", dijo Postecoglou en el peor momento de su equipo. Ahora le llega la oportunidad y el premio es muy suculento: volver a sentirse campeón y regresar a la Champions tres años después.