
Los jugadores del Real Madrid se lamentan tras la derrota ante el Barça. Reuters
Las dos caras del Madrid en El Clásico: del hambre de gol de Mbappé a los fallos defensivos que resumen un año nefasto
El conjunto blanco se despide de un nuevo título tras incidir en seguir cometiendo los mismos errores efectuados al principio de la temporada.
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El Real Madrid tiene la 'suerte' de que ya solo restan tres partidos para terminar la temporada para así empezar a pensar en el Mundial de Clubes y en la planificación de la siguiente campaña. La derrota ante el Barça ha sido el último varapalo que se ha llevado un equipo que no ha experimentado ningún proceso de mejora desde que en agosto echó a rodar el balón.
Los cuatro goles encajados en el Clásico apuntan a una dirección: Carlo Ancelotti. El italiano no ha conseguido encontrar la solución al agujero defensivo que tiene el equipo este año, aunque el técnico del Real Madrid tiene en el número de lesionados su mejor respuesta.
Más allá de la salida de Toni Kroos y la llegada de Kylian Mbappé, la plantilla es la misma que hace un año ganó La Liga y la Champions. No obstante, este año Ancelotti no ha conseguido sacar el mayor rédito de un equipo envidiado en Europa por la clase de jugadores que tiene.
El Clásico se presentaba como la última oportunidad de pelear el título a falta de tres jornadas para el final de La Liga. El Real Madrid llegaba con cuatro puntos por debajo del Barça y se marcha de Barcelona a siete y con la temporada ya terminada. En catorce días han dejado escapar la Copa del Rey y han tirado la toalla en la lucha por el campeonato nacional.
Este año el conjunto blanco ha mostrado dos versiones de sí mismo: el equipo frágil y muy vulnerable en defensa que sacaba los partidos adelante con el talento innato de Bellingham, Vinicius y Mbappé; y el equipo que naufragaba cuando enfrente había un rival bien trabajado.

El Real Madrid encaja un nuevo gol ante el Barça en el Clásico de La Liga.
El Real Madrid de Ancelotti acaba la temporada tal y como la empezó: sin fútbol, sin actitud, con errores grotescos en defensa, un equipo roto en el centro del campo y sin trabajo táctico. El resultado es una temporada aciaga donde las únicas alegrías han sido la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental, tras la ilusión que se había despertado al comienzo de la campaña con la llegada de Kylian Mbappé.
Hay un dicho popular que dice: "El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra". Tras la sufrida victoria ante el Celta después de ir 3-0, Fede Valverde ya encendió la luz de alarma. "Ya nos ha pasado muchas veces en la Liga y en Champions. Dejamos muchos minutos para que el rival se sienta cómodo".
Una 'inusual' relajación
No era la primera vez que le pasaba al Real Madrid, por lo que el cuarto capitán del equipo se tomó la licencia de exponer en público un problema que ha golpeado al club blanco durante toda la temporada. De hecho, ya ha sucedido hasta en diez ocasiones.
La primera desconexión se produjo el 24 de septiembre en la victoria ante el Alavés en el Santiago Bernabéu. El equipo ganaba 3-0 y los aficionados disfrutaban. De hecho, pidieron a Ancelotti que sacara a Jesús Vallejo, petición que fue aceptada por el italiano para los últimos diez minutos y el partido terminó 3-2 y el Madrid pidiendo la hora.
Los errores defensivos, la falta de contundencia y los problemas en la elaboración de las jugadas también castigaron al equipo en Champions ante el Borussia Dortmund. Cuatro días después, la historia se repitió ante el Barça en el primer Clásico de la temporada. Tras una buena primera parte, el equipo se desconectó y en tres minutos Lewandowski marcó dos goles.
El escenario no cambió tampoco en la Supercopa de España y se repitió ante el Celta (tanto en Liga como en Copa), Leganés (también en ambas competiciones), Real Sociedad y ahora de nuevo ante los azulgranas.
Precisamente ante el Barça, Mbappé trató de echarse el equipo a la espalda y lo consiguió. El francés dio un recital en Montjuïc, aunque su hat-trick no sirvió para que el Real Madrid se llevara la victoria. La estrella gala estuvo muy solo y todas las jugadas de peligro llevaban su nombre, no fue el día de Vinicius y tampoco el de Bellingham.
Los de Carlo Ancelotti efectuaron nueve remates en todo el partido y solo cinco fueron entre los tres palos. Víctor Muñoz, el canterano que ingresó en el terreno de juego en el 88', tuvo dos claras ocasiones para empatar el partido, pero sus disparos se marcharon desviados.
Una temporada aciaga
El Real Madrid tuvo poca presencia en el área rival a diferencia de un Barça que después del letargo de los primeros minutos, se hizo con el control absoluto del partido y probó a Courtois en varias ocasiones.
La derrota ante el Barça en La Liga no solo supone el adiós a un título, sino también a un proyecto. Con la salida de Ancelotti a falta del anuncio oficial, el Real Madrid ya trabaja en planificar la próxima temporada, aunque en el Mundial de Clubes tratarán de sumar el tercer título de la temporada y quitarse así el mal sabor de boca.