Cervera habla alto y claro de los árbitros y responde a De Burgos: "A ver si es que lloran los hijos de unos y los de otros no"

La gran polémica de la Copa del Rey ha tenido eco en el resto del fútbol español. Este fin de semana no hubo jornada de Primera División —sólo se disputó el Villarreal-Espanyol aplazado—, pero sí la hubo en Segunda. Y las quejas arbitrales, como casi siempre, no faltaron. Álvaro Cervera, entrenador del CD Tenerife, estalló en rueda de prensa tras el empate del domingo ante el SD Éibar.

Cervera, tras el 1-1 en el estadio Heliodoro Rodríguez López, señaló que sus jugadores estaban "indignados" con el arbitraje, y que en el vestuario no hablaban del partido, cuyo resultado vuelve a restar opciones de permanencia en Segunda, sino de las acciones polémicas.

Fue más allá. El técnico del Tenerife pidió que haya un "criterio único" para que los aciertos y errores "sean para todos igual", y recordó que él también tiene hijos que lloran cuando a su padre, por ejemplo, lo echan de un equipo, en alusión a las palabras de Ricardo de Burgos Bengoetxea antes de la reciente final de Copa del Rey entre FC Barcelona y Real Madrid.

"A ver si es que lloran los hijos de unos y los de otros no. Yo elegí esta profesión, y sé que cuando pierdo, me voy a casa y lo paso mal; esta profesión conlleva riesgos; si no, elijo otra. No me gusta hablar de esto, pero hay una equivocación de base y hay que arreglarla", subrayó.

El colegiado vasco, en la polémica rueda de prensa previa a la final de la Copa, habló de las críticas que sufren los árbitros españoles: "Voy a contar situaciones que han pasado...", arrancó. "Cuando un hijo tuyo va al colegio, le dicen otros niños que su padre es un ladrón y llega a casa llorando es muy jodido", señaló, sin poder contener las lágrimas.

Reuters

Cuánto dinero ha cobrado Ricardo de Burgos Bengoetxea por arbitrar la final de la Copa del Rey entre Madrid y Barça

"Lo que hago, en mi caso, es intentar educar a mi hijo para decirle que su padre es honrado, sobre todo. Se equivoca, como un deportista más", siguió. "El día que me vaya de aquí quiero que mi hijo se sienta orgulloso de lo que fue su padre y de lo que es el arbitraje, porque nos ha dado muchos valores. Lo que estamos pasando en el fútbol profesional y sobre todo en el fútbol base conlleva a una reflexión de dónde queremos ir", concluyó para cerrar una rueda de prensa que por poco no provocó la renuncia del Madrid a jugar la final en La Cartuja fruto de la indignación.

Más quejas de Cervera

Cervera señaló en rueda de prensa que no quería ahondar en las quejas por las actuaciones arbitrales, pero sí lamentó que una vez más, a su juicio, se les perjudicase con un gol anulado a Maikel Mesa por una presunta falta sobre un defensor.

"Son muchas cosas y muy seguidas, y que ni siquiera vaya al VAR a mirarla, es extrañísimo", dijo Cervera al comentar esa jugada, que comparó con una de la jornada anterior en la que no se pitó un penalti a Diarra por un empujón del guardameta del Deportivo de La Coruña mucho más claro.

"Tenemos carencias y no ha sido nuestro partido más brillante, pero en todos pasa algo. A los jugadores no se les puede reprochar nada, lo hemos intentado todo, pero cada día está más difícil y nos obliga a ganar todo hasta el final", admitió Cervera tras el tercer empate consecutivo.

El entrenador del Tenerife reconoció que la indignación del público durante el partido no solo fue por el tanto anulado a Maikel Mesa o un posible penalti a Bodiger, que además derivó en el gol del Éibar, "sino por todo lo que viene de atrás".