Dani Alves y Álvaro Aguado, en un fotomontaje.

Dani Alves y Álvaro Aguado, en un fotomontaje.

Fútbol

El factor que complica el caso de la presunta violación de Álvaro Aguado y la diferencia con el juicio a Dani Alves

La víctima denunció haber sido violada en los baños de la discoteca Opium en plena celebración por el ascenso del RCD Espanyol a Primera División.

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Álvaro Aguado se ha visto salpicado por un escándalo fuera de los terrenos de juego después de haber sido denunciado por una mujer de haber sufrido una agresión sexual. El futbolista del RCD Espanyol habría abusado de una empleada del club, presuntamente, en los lavabos de una discoteca de Barcelona el pasado 23 de junio.

Se trata de un caso similar al de Dani Alves. El brasileño también fue acusado por una joven de haber sido objeto de una agresión sexual en los baños de una discoteca de la ciudad condal, pero hay un factor clave que separa a ambos casos.

Un factor que, de hecho, dificultará la resolución de este nuevo escándalo que afecta a Álvaro Aguado. 

Tal y como publica El Periódico, la mujer que denuncia la presunta agresión sexual de Álvaro Aguado tardó casi seis meses en interponer la denuncia. La empleada del club no se veía anímicamente con fuerzas para enfrentarse a ello y además temía por su puesto de trabajo, por lo que no acudió a las autoridades hasta principios de este año.

Por este motivo, y porque en la discoteca no se activó el protocolo contra agresiones sexuales, los Mossos d'Esquadra no tuvieron la ocasión de recabar pruebas de lo que ocurriera en este baño aquella noche. 

Esto sí que sucedió, sin embargo, en el 'caso Dani Alves'. En aquella ocasión se activó el protocolo en la discoteca y en el baño se pudieron obtener huellas y restos de semen.

En plena fiesta por el ascenso

La información publicada por El Periódico apunta varios nuevos detalles de la denuncia de la presunta víctima. La mujer, una trabajadora del RCD Espanyol, denunció haber sido objeto de una agresión sexual en la noche del 23 de junio en la discoteca Opium de Barcelona.

La denuncia, tal y como apuntan estas informaciones recientemente publicadas por el diario catalán, apuntan a un "presunto delito de agresió sexual con penetración".

Los hechos ocurrieron en la mencionada discoteca de la ciudad condal en el marco de la celebración del RCD Espanyol por el ascenso a Primera División. El conjunto perico había derrotado al Real Oviedo y, tras firmar su regreso a la máxima categoría del fútbol nacional, vivió una jornada festiva.

No fue, sin embargo, hasta principios de este año cuando la presunta víctima presentó esta denuncia. Si no lo hizo antes fue, según su versión, porque no se sentía anímicamente preparada para hacerlo y también porque temía perder su puesto de trabajo en el RCD Espanyol.

Tras presentar la denuncia ante los Mossos, esta fue remitida a los juzgados de Barcelona y posteriormente la asumió el Juzgado de Instrucción número 13, que ya ha llamado al futbolista a declarar como investigado el próximo mes de mayo.

Este lapso de tiempo entre la fecha en la que ocurrieron los hechos y la presentación de la denuncia entorpece notablemente la investigación. Las cámaras de seguridad del interior de la discoteca se borran cada cierto tiempo, y tan sólo se han podido visualizar las imágenes del exterior.

Además, los miembros de seguridad de la discoteca no tuvieron constancia de ningún hecho fuera de lo común aquella noche, por lo que no pudieron activar el protocolo de agresiones sexuales. 

Por eso, las autoridades policiales no pudieron personarse en el lugar de los hechos para recabar pruebas de lo sucedido. Algo que sí que sucedió en el 'caso Alves', cuando se pudieron obtener huellas y restos de semen.