Lamine Yamal celebra un gol en la Champions League Europa Press
El Barça frente a su reflejo: los parecidos con el Benfica y la exigencia creciente sobre Lamine Yamal como goleador
Los de Hansi Flick afrontan los octavos de final de la Champions League contra un equipo con promedios similares en su liga.
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35 días después, el FC Barcelona vuelve a afrontar un partido de la Champions League. Luego de un breve descanso, merecido, tras quedar segundo en la fase de liga y ahorrarse el playoff, el equipo que dirige Hansi Flick afronta los octavos de final contra el Benfica. Con un cuadro favorable, los azulgrana inician un camino que esperan que sea ilusionante.
En el estadio Da Luz, la casa del Benfica, el Barça inicia unos octavos 'trampa'. Ante un rival deseado, ya que la otra opción era medirse al PSG, que le cayó al Liverpool, los culés no pueden reflejarse. Hay más similitudes de las que se cree entre los protagonistas de esta eliminatoria y la moneda puede caer del lado lisboeta si no se le toma en serio.
Ambos ya se vieron las caras en la fase de liga, en un ajustado partido que acabó 4-5 para el Barça. El choque, ahora a ida y vuelta, pondrá a prueba a un Benfica que ha demostrado tener un carácter ganador en la Champions League, lo que abre la puerta a un duelo de estrategias y nerviosismo.
El Benfica ha cambiado. En enero reforzó su plantilla con fichajes que aportan calidad y profundidad al equipo: el lateral Samuel Dahl, el extremo Bruma, el delantero Belotti, y el pivote Manu Silva —no está disponible para la ida—, además de la aparición del canterano João Rego. Además de Silva, el Benfica no tendrá disponibles a Bah, Florentino Luis ni Ángel di María, aunque la recuperación de Renato Sánches suma puntos a la plantilla.
Contar con cinco jugadores apercibidos —Otamendi, Álvaro Carreras, Aurélio, Kokcu y Amdou— podría influir en la alineación para el partido de vuelta.
Así juega el Benfica
El planteamiento táctico del Benfica se apoya en una defensa organizada que no se adelanta excesivamente, permitiendo recuperar el balón en su propio campo y lanzar salidas rápidas. Esta estrategia se observó en el enfrentamiento disputado en Lisboa, donde su delantero Pavlidis demostró su inteligencia al provocar errores en la defensa contraria. Además, el conjunto se caracteriza por transiciones en las que, en caso de ruptura, se replega de forma inmediata.
El Barça, consciente de jugar dos partidos, debe explotar su superioridad en talento y posesión. Su estrategia pasa por salir de la presión alta del Benfica a través de transiciones rápidas y movimientos precisos en el centro del campo, procurando romper la línea rival.
La defensa contraria se repliega a 30 metros de su portería, lo que ofrece oportunidades para ataques directos, pero exige también máxima atención para evitar contragolpes, especialmente en situaciones de rápida incorporación de los laterales.
Pavlidis celebra un gol en la Champions League Europa Press
La eliminatoria se perfila como un duelo de alto nivel en el que cada detalle cuenta. El Barça, con su dominio táctico y capacidad para manejar la posesión, deberá capitalizar sus oportunidades y cuidar cada transición para no ceder terreno ante un Benfica que sabe reaccionar rápidamente en contraataque. La presión en el terreno de juego, sumada a la expectación en ambos estadios, será un factor determinante en este enfrentamiento decisivo.
La realidad es que el Benfica es un equipo que factura casi como el Barça en su liga. El conjunto lisboeta, en 23 jornadas, ha marcado 53 goles (2,94 por partido) y encajado 18. Por el otro lado, el Barça lleva, en 26 jornadas, 71 goles anotados (2,84 por partido) y encajados 25.
La sequía de Lamine Yamal
Un tema que ha encendido las discusiones es la situación de Lamine Yamal, la joven promesa del Barça que atraviesa una llamativa sequía goleadora en la Liga. Aunque ha anotado en competiciones como la Supercopa de España, la Copa del Rey y la Champions League, en el campeonato doméstico no ha logrado encontrar la red en los partidos disputados en lo que va de 2025. En estos siete encuentros, Yamal acumula ya 129 días sin anotar, y su último gol en Liga se produjo en el Santiago Bernabéu durante un encuentro contra el Real Madid el 26 de octubre.
Han pasado más de cuatro meses sin que Yamal vuelva a marcar en la competición doméstica, lo que ha generado críticas y relativa preocupación entre aficionados. Con apenas 11 goles en 35 partidos y casi 3.000 minutos en cancha, la falta de efectividad frente a la portería resulta especialmente inquietante para un jugador con tanto potencial.
A pesar de esta sequía en la Liga, ha sabido aportar en otros escenarios: anotó en la semifinal de la Supercopa contra el Athletic y en la final frente al Real Madrid, y también registró goles en los octavos y en los cuartos de la Copa del Rey y en la Champions contra la Atalanta.
Lamine Yamal, con el FC Barcelona Europa Press
Sin embargo, durante el último mes en el que ha jugado casi todos los minutos en cinco partidos, la ausencia de gol se hace aún más notable, sobre todo cuando el Barça ha logrado anotar hasta 15 veces en ese breve lapso. El delantero no logró romper su sequía, evidenciando la presión que pesa sobre sus hombros de cara a la Champions League.
El enfrentamiento entre el Barça y el Benfica se configura como un choque táctico y emocional, donde cada detalle en las transiciones y en la organización del juego puede ser determinante. Mientras el Benfica confía en la solidez de su bloque y la rapidez en sus contragolpes, el Barça debe aprovechar su superioridad técnica y buscar respuestas inmediatas.
La figura de Lamine Yamal, a pesar de su brillante capacidad en otras competiciones, se ha convertido en el centro del debate: su capacidad para desquitarse en Europa podría marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento de una temporada tan exigente.