Las obras del Camp Nou

Las obras del Camp Nou

Fútbol

La obra del Camp Nou no estará acabada hasta 2028: el Barça actualiza los datos y responde a la pregunta '¿Jugarán este año?'

El club azulgrana ofrece nuevos datos sobre la evolución de las obras tras los últimos retrasos conocidos en los plazos anunciados en un principio.

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El FC Barcelona se encuentra inmerso en un proyecto de transformación integral de su icónico estadio. Aunque inicialmente estaba previsto un calendario más ajustado, la propia entidad ha reconocido que la culminación total no llegará antes de 2028.

El objetivo intermedio, sin embargo, apunta a que en junio de 2026 el recinto ya esté prácticamente operativo, con la cubierta instalada tras la temporada 2025-2026. Mientras tanto, se valora la posibilidad de disputar ciertos encuentros incluso antes de que finalice el presente curso, siempre que se cumplan las garantías de seguridad y se habilite un aforo parcial cercano a las 60.000 localidades.

En los últimos días, el club ha confirmado que las tareas de colocación del césped han comenzado. Este proceso, que dura unas diez semanas, implica la retirada de la arena acumulada tras los trabajos de demolición y la instalación de nuevos sistemas de drenaje.

Evolución de las obras del Camp Nou

Posteriormente, se procederá a la siembra o colocación de la hierba, lo cual permitiría contar con un terreno de juego en condiciones óptimas, aproximadamente hacia mediados de abril. Con ello, se aspira a tener la superficie lista en caso de que se decida adelantar el regreso de la plantilla a su feudo.

La directiva ha detallado que, para acelerar las obras, se ha solicitado al Ayuntamiento de Barcelona autorización para trabajar seis días por semana, las veinticuatro horas diarias. De esta manera, el FC Barcelona busca compensar los retrasos ocasionados por la disponibilidad limitada de materiales, la escasez de mano de obra cualificada y ciertos trabajos adicionales no contemplados en el plan inicial.

Aun así, la entidad insiste en que esos inconvenientes no han alterado de forma significativa el ritmo necesario para un retorno parcial al Spotify Camp Nou en fecha relativamente próxima.

Al mismo tiempo, el club ha solicitado al consistorio barcelonés la ampliación de uso del Estadio Olímpico Lluís Companys hasta el 20 de mayo de 2025. Esta prórroga ofrece la seguridad de un recinto alternativo mientras persista la remodelación.

Los directivos no desean arriesgar la celebración de partidos sin las condiciones adecuadas en su estadio, ni exponer a la plantilla y a la afición a posibles complicaciones técnicas. Además, la prórroga minimiza el riesgo de penalizaciones asociadas a un abandono anticipado del Estadio Olímpico, cuyo contrato inicial concluía antes de esa fecha.

Un modelo de la facha exterior del nuevo Camp Nou

Un modelo de la facha exterior del nuevo Camp Nou

En una presentación informativa del Espai Barça, destinada a los abonados, la vicepresidenta del área institucional, Elena Fort, expuso que el retorno a la instalación propia se hará de manera escalonada.

De las 60.000 plazas previstas durante la fase inicial de la vuelta, aproximadamente 45.000 corresponderán a abonados, mientras que el resto se distribuirá entre compromisos, venta de entradas y espacios reservados a patrocinadores.

Según explicó la directiva, este reparto pretende encontrar un equilibrio entre la necesidad de ingresos por parte del club y la voluntad de satisfacer las demandas de los seguidores.

No obstante, el cambio más significativo en el calendario de la construcción afecta a la cubierta. Este elemento se completará al finalizar la campaña 2025-2026, aunque desde la institución se subraya que no repercutirá en el aforo ni en las condiciones básicas para la competición.

La intención es que la obra de la cubierta arranque en cuanto acabe esa temporada, evitando así interferir en los partidos que se jueguen mientras continúa la renovación. Así, se asegura un entorno seguro para los futbolistas y el público durante toda la fase de competición, a la vez que se aprovecha cada ventana de tiempo para avanzar en la reconstrucción.

Otro aspecto relevante de la reforma es la creación de 9.400 localidades VIP, de las cuales 3.400 serán convertibles, lo que permite adaptarlas según las necesidades en distintos eventos. De acuerdo con la información facilitada por la directiva, ya se ha colocado el 60% de estos asientos premium, con una previsión de ingresos anuales de 33,5 millones de euros.

Recreación de los Loge Seats del futuro Camp Nou

Recreación de los Loge Seats del futuro Camp Nou FCB

A medio y largo plazo, este apartado podría generar hasta 266 millones de euros adicionales, repartidos en un periodo de siete a diez años. Estas cifras ponen de manifiesto el valor estratégico de la remodelación, no solo desde el punto de vista deportivo, sino también económico y comercial.

Mientras se define la fecha exacta en que el primer equipo volverá a disputar partidos oficiales en el Spotify Camp Nou, el FC Barcelona insiste en que cualquier adelanto en la entrega de la obra dependerá del cumplimiento de los requerimientos legales y de las medidas de seguridad pertinentes.

Si bien las estimaciones más optimistas apuntan a algún encuentro puntual antes de que finalice la temporada actual, no hay confirmación oficial al respecto. La entidad se muestra prudente, pues el cronograma puede verse afectado por factores externos, como ajustes técnicos u obligaciones contractuales adicionales.

En cualquier caso, la conclusión definitiva de la remodelación, tal y como ha indicado el club, se alargará hasta 2028. Esa fecha contempla tanto la finalización de las estructuras principales como la implementación de todos los elementos estéticos y funcionales que convertirán al renovado Camp Nou en un estadio de referencia mundial.

La inversión, respaldada por diversos acuerdos de patrocinio y la venta de espacios VIP, pretende situar al FC Barcelona en una posición financiera y deportiva sólida de cara al futuro.

En síntesis, la entidad azulgrana trabaja con firmeza para disponer de un coliseo moderno, seguro y rentable, ajustándose a un calendario que, si bien se ha extendido en comparación con las previsiones iniciales, sigue contemplando un regreso gradual de la afición a partir del próximo verano.

De este modo, el FC Barcelona busca asegurarse de que su estadio emblemático, una vez finalizado, sea el escenario perfecto para impulsar la proyección social, económica y deportiva durante las siguientes décadas.