Montse Tomé, en una rueda de prensa reciente.

Montse Tomé, en una rueda de prensa reciente. RFEF

Fútbol CASO RUBIALES

La Sala decidirá si cita como testigo a Montse Tomé en el 'caso Rubiales' y la Fiscalía lo ve inútil

Vilda solicitó al juez que interrogase a la seleccionadora y éste lo denegó. El antecesor de Tomé ha recurrido esta negativa ante la Sala de lo Penal.

9 enero, 2024 18:04
Javier Corbacho Jorge Calabrés

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional tendrá la última palabra sobre la citación de la seleccionadora Montse Tomé en el caso Rubiales. Dicha diligencia fue solicitada por uno de los investigados en esta causa judicial, Jorge Vilda, antecesor de Tomé en el cargo.

El juez de la Audiencia Nacional que investiga la causa lo denegó y dicha decisión fue recurrida tanto ante el propio magistrado (mediante un recurso de reforma) como ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional (con un reciente recurso de apelación, aún pendiente de resolución).

En ambos casos, la Fiscalía ha informado en contra de la citación de Tomé, al considerarla inútil y "no pertinente". Así lo revelan fuentes jurídicas a EL ESPAÑOL.

Vilda está investigado por las supuestas coacciones a la futbolista de la Selección española Jenni Hermoso, después de que, tras la final del Mundial en agosto de 2023, el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, le diese un beso en la boca. Rubiales también está investigado en esta causa, a la que da nombre. Además de las supuestas coacciones, al ya expresidente de la RFEF se le atribuye un delito de agresión sexual.

La defensa de Vilda solicitó al juez Francisco de Jorge la citación de Montse Tomé con un fin: que la seleccionadora aclarase si las supuestas coacciones que Hermoso relato ante la Fiscalía acabaron siendo que la futbolista no fuera incluida en la siguiente convocatoria.

Es un hecho que así sucedió. La sucesora de Vilda al frente de la Selección Femenina no incluyó a Jenni Hermoso en el listado de convocadas para el siguiente partido oficial. Según se excusó Tomé, su intención era "protegerla" tras la apertura de este procedimiento judicial.

Vilda niega las presuntas coacciones a la jugadora. De ahí que pretenda que se cite a Tomé, para que ésta aclare si la decisión de no convocarla pretendió o no perjudicar a Hermoso, si fue ése el resultado de las supuestas coacciones. Ahora, será la Sala de lo Penal la que tenga la última palabra sobre su citación. En un auto reciente, el juez De Jorge ya avanzó que una vez declarase Jenni Hermoso —lo que tuvo lugar el pasado día 2 de enero—, no tardaría en poner fin a la instrucción.

El caso Rubiales se inició con la querella interpuesta por la Fiscalía de la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales, después de que éste besara en la boca a la futbolista, durante la entrega de medallas posterior a la final del Mundial.

Además de una supuesta agresión sexual, la fiscal Marta Durántez le atribuye un delito de coacciones, por las supuestas presiones que la jugadora dijo haber sufrido para que restara importancia al suceso.

Declaración de Vilda

Cuando fue interrogado en la Audiencia Nacional, Vilda negó haber coaccionado a Jenni Hermoso. Pero sí admitió haber sugerido al hermano de la futbolista, Rafa Hermoso, después de que Luis Rubiales la besara, que ella contase su versión ante los medios y así "bajara el suflé".

Si durante la vuelta a España optó por hablar con Rafa Hermoso y no con Jenni Hermoso fue para "no agobiar" a la jugadora, manifestó el exseleccionador ante el juez. Aquella conversación con Rafael Hermoso se habría producido en el avión de regreso desde Australia, donde se celebró el partido. El hermano de la futbolista estaba en ese vuelo, como acompañante de su hermana.

Ante el juez De Jorge, Vilda negó que esta conversación fuese una orden directa de Rubiales y manifestó que no llegó a presenciar el beso en la boca que Rubiales dio a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas. El entonces seleccionador femenino era el último de la fila para recoger el trofeo.

No obstante, admitió en la Audiencia Nacional que sí percibió un ambiente distinto en el estadio y luego, en el bus y el avión. En la aeronave de regreso a Madrid lo notó "enrarecido".