Gerard Piqué lanza besos a la grada.

Gerard Piqué lanza besos a la grada. REUTERS

Fútbol LA LIGA

El Barcelona se lleva una cómoda victoria ante el Almería en el día de la despedida de Gerard Piqué

Los culés se hicieron de manera plácida con otro triunfo que sirvió para despedir al central culé en medio de una gran fiesta de adiós.

5 noviembre, 2022 23:02

Era un día extraño para el Fútbol Club Barcelona y para los culés. Más todavía para Gerard Piqué. La misma rutina de tantos años y de tantos partidos, la de entrar al Camp Nou para disputar un partido más de La Liga, tenía en esta ocasión algo de especial. Era la última vez. Nunca más habrá una así como futbolista en activo. Era el día de la retirada del fútbol profesional de uno de los grandes iconos de la historia reciente del barcelonismo. [Narración y estadísticas: FC Barcelona 2 - 0 Almería]

El partido estaba envuelto por lo tanto en un clima especial para el Barça. Parecía complicado mirar a lo puramente deportivo, al Almería, y centrarse en que los culés necesitaban una victoria contundente para seguir despejando fantasmas sobre el proyecto de Xavi Hernández y para colocarse líderes de La Liga aunque fuera de manera provisional. Todavía tendrá que jugar el Real Madrid el próximo lunes ante el Rayo Vallecano, pero la victoria aseguraba la primera plaza. 

El encuentro, por lo tanto, fue raro. El dominio de los azulgranas fue abrumador, escandaloso, pero le costó ver la portería y definir el partido. No lo logró hasta la segunda mitad, porque una vez que entró uno llegaron más y todo fue coser y cantar, y pese a que el Almería dejó una imagen casi impropia de un equipo de Primera División lo cierto es que tuvo una ocasión clamorosa en las botas de Ramazani.

Dembélé cambió el devenir del encuentro nada más arrancar la segunda mitad. Su gol rompió el partido y a partir de ahí todo fue coser y cantar para el Barça. No hubo mucho más. Solo el momento para la emotiva despedida de Gerard Piqué entre lágrimas y con el Camp Nou en pie por completo.

Un ritmo bajo

El Almería apenas pudo pasar de su mitad del campo en todo el partido. No fue cuestión simplemente del planteamiento, basado en cinco defensas, esperar atrás y tratar de achicar agua como fuera demasiado cerca de la portería, sino también fue algo de pura impotencia y de incapacidad para poder dar un paso adelante. Los andaluces, quizás impresionados por las circunstancias que envolvían al partido, salieron derrotados al césped y eso se reflejó en el marcador.

El Barça dominó desde el primero hasta el último minuto. Sin lugar a las sorpresas. Tuvo la posesión desde el arranque pero le faltó velocidad en su juego. Enfrente estaba el peor visitante de La Liga, con un balance de un punto sobre 18 posibles. El guión del partido parecía, por lo tanto, claro. 

Lewandowski falla el penalti.

Lewandowski falla el penalti. EFE

De hecho, se llegó a oler una goleada de época cuando a los cinco minutos de juego el colegiado señaló un penalti por una mano de Kaiky dentro del área del Almería. El central caía de espaldas al balón, pero el remate de Ferran se estrelló en el defensa rival, que no daba crédito con lo que se había señalado. Todo preparado para una nueva fiesta en el Camp Nou pero Lewandowski falló de manera incomprensible la pena máxima. Lanzamiento directamente fuera. 

Fue un pequeño aviso para navegantes, algo que quería decir que el Barça no se confiara en exceso porque se le podría complicar el partido. Sin embargo, el rival que estaba enfrente estaba muerto desde el primer momento. Siete saques de esquina favorables a los de Xavi Hernández en apenas 20 minutos sirvió como dato para reflejar la realidad del partido. Y eso, que la intensidad brillaba por su ausencia.

Al Barça le faltó profundidad y mordiente. En estas, el Almería gozó de la ocasión más clara del partido. Un pase en horizontal fue interceptado por Ramazani para plantarse mano a mano ante Ter Stegen. El delantero, con todo el tiempo del mundo para imaginarse celebrando un gol en el Camp Nou, estrelló el esférico contra el cuerpo del portero culé y echó por tierra el sueño de los andaluces. 

El aviso surtió efecto porque el Barça pareció reaccionar. Ferran, Dembélé, Lewandowski o incluso el propio Piqué mordieron más y probaron suerte sobre la portería de Fernando pero sin acierto.

El Almería no resiste

Debió pensar el Almería en que se había quitado de en medio la mitad del sufrimiento. Quizás con los dos cambios de Rubi incluso llegó a soñar con rascar algo en la fiesta de Piqué, pero todo se fue al traste nada más arrancar la segunda parte. A los tres minutos de la reanudación, Dembélé entró en acción para cambiar el destino del choque.

El francés recibió un balón en la banda derecha, pegado a la cal. Desde allí, empezó a sortear rivales con una facilidad pasmosa. La zaga del Almería se volvió transparente, Dembélé ingresó en el área y con calidad puso su disparo en la base del palo largo para adelantar al Barcelona. Todo encarrilado.

A partir de ahí se sucedieron más ocasiones. De nuevo se volvía a oler una goleada de los culés, pero todo se quedó a medias. La entrada de Ansu Fati revolucionó el partido y volvió a ser importante. Jordi Alba, de hecho, le buscó en un centro al área que fue despejado por el Almería, pero ese rechace le cayó a los pies de De Jong, que fusiló e hizo el segundo.

Parecía ya momento para la fiesta. Todo preparado para la despedida de Gerard Piqué. Xavi contribuyó a ello porque sustituyó al gran protagonista del partido a falta de seis minuto para el final. Ahí se desataron una serie de imágenes emotivas. Piqué se abrazó con todos y cada uno de sus compañeros antes de irse del césped, el Camp Nou se puso en pie y al central se le escaparon las lágrimas.