La vuelta de la Bundesliga

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Fútbol BUNDESLIGA

¿Sirve el protocolo del Covid-19 en el fútbol?: las normas que no cumplieron en la Bundesliga

Choques de manos, besos y mucho contacto. El regreso del parón demostró que este deporte no está preparado para respetar las normas a rajatabla.

16 mayo, 2020 18:40

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¿Es posible cumplir con un protocolo contra el coronavirus en el fútbol? La vuelta de la Bundesliga demostró que no. O, al menos, no se puede cumplir a rajatabla. En un deporte en el que contacto es fundamental durante su desempeño, las medidas para evitar un posible contagio del Covid-19 resultan casi inservibles. La primera tanda de partidos en Alemania comprobó lo difícil que resulta esta 'nueva normalidad'.

El reinicio de la Bundesliga dejó imágenes cuanto menos chocantes. Gradas vacías, un puñado de periodistas, mascarillas en los banquillos, separación en ellos de dos metros... Hay una retahila de normas a seguir para que el fútbol pueda mantenerse en plena pandemia. Muchas se cumplieron como se vio durante la retransmisión de los primeros partidos.

Otras que pasaron desapercibidas también. El protocolo incluye normas como que cada futbolista tenga su propia botella, la desinfección de los balones antes del partido... Pero, ¿de qué sirve cumplir todas estas medidas si luego es imposible hacerlo con otras? Es el dilema que plantea la vuelta del fútbol, en la que ya se vio como jugadores incumplieron inocentemente algunas de ellas. Estos fallos siembran dudas en torno al protocolo.

Lo básico para empezar: el contacto. El fútbol volvió con goles, pero también con patadas, empujones, choques, derribos... La lucha de los jugadores sobre el terreno de juego es natural y sin ella no sería fútbol. También hay que hablar de los balones que pasan por varias manos durante el transcurso del partido. Entonces, ¿por qué desinfectarlos antes?

Choques de manos y hasta besos

Dejando de lado el plano general, también se vieron momentos en los que los futbolistas, inconscientemente, no cumplieron algunas normas. En el Dortmund - Schalke, por ejemplo, se vio a dos jugadores saludarse con la mano en el banquillo cuando está prohibido. También Matondo, futbolista del Schalke, dio la mano a Achraf Hakimi, del Dortmund, para disculparse por una patada. Al final del partido chocaron sus manos.

En otro partido, un futbolista del Hertha de BerlínDedryck Boyata, besaba en el rostro a su compañero Marko Grujic mientras le agarraba con las dos manos la cabeza. Un gesto cariñoso tras el pitido de la primera parte que está prohibido en estos tiempos.

La culpa, claramente, no es de los jugadores. Se vio en todos los partidos que se esforzaron al máximo para cumplir el protocolo. Una de las imágenes más impactantes fue ver a los jugadores celebrar los goles por separado. Sin abrazos. Solo tímidos choques de codos o con los puños, como también hacían en los banquillos tras ser sustituidos. Es cuestión de acostumbrarse para que esos detalles desaparezcan, pero nada se puede hacer para eliminar el contacto en el fútbol.

[Más información: El fútbol alemán vuelve a golpe de gol: Haaland y el Dortmund se dan un festín ante el Schalke]