Un futbolista de un equipo de Zaragoza se enfrenta a tres años de cárcel por dar un codazo

Un jugador del Alfajarín, equipo de la segunda regional de Aragón, se enfrenta a tres años de cárcel por una supuesta agresión a un futbolista del Miralbueno en un partido disputado en septiembre.

Tras la acción, el futbolista fue expulsado por el árbitro y suspendido dos años por la Federación Aragonesa de Fútbol y de su Subcomité de Competición y Disciplina Deportiva. Además, fue denunciado por el jugador agredido, lo que le ha obligado a tener que sentarse en el banquillo de los acusados. 

El juez entendió que lo ocurrido el pasado 2 de septiembre durante el partido entre el C.D. Miralbueno y el Alfajarín C.F. sobrepasaba los límites deportivos y aceptó a trámite la denuncia por un delito de lesiones graves.

El presunto agresor de 33 años asegura que se trató de una "jugada fortuita", pero la acusación alega lo contrario. El futbolista del Miralbueno tuvo que ser hospitalizado por rotura del tabique nasal y necesitó implantes de titanio en el pómulo. Además, quedó tendido en el suelo semiinconsciente y sangrando abundantemente por la nariz. 

Cuando fue interrogado en primera instancia, el supuesto agresor consideró que la propia expulsión era injusta al tratarse de una jugada sin intención en la que sólo se disponía a cubrir una falta.

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