Simeone, en un entrenamiento de la primera plantilla.

Simeone, en un entrenamiento de la primera plantilla. Juan Medina Reuters

Fútbol

¿Cómo se prepara psicológicamente a los jugadores para una final de Champions?

EL ESPAÑOL habla con dos especialistas deportivos sobre cómo se olvida el minuto 93 o se gestionan las emociones antes del decisivo partido de este sábado. 

27 mayo, 2016 19:18

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Cualquier persona normal evita ir al psicólogo por aquello del qué dirán. Sin embargo, casi todos los deportistas acuden a ellos. ¿La razón? A menudo, los necesitan para que les enseñen a controlar sus impulsos, gestionar correctamente sus emociones y, en definitiva, afrontar con la mayor garantía posible las competiciones. Y así lo harán muchos de ellos, una vez más, antes de la final de la Champions League que disputan Real Madrid y Atlético el próximo sábado (20:45 horas, Antena 3). ¿Existe el miedo a ganar? ¿Cómo se olvida el minuto 93? EL ESPAÑOL habla con dos psicólogos para intentar contestar a esas preguntas. En concreto, con Carlos Rey, de la UPAD psicología y coaching, y con Luis Antón, de IPSIA Psicología.

¿Cómo se preparan estos partidos?


Luis Antón: “La final, como cualquier otro partido, hay que prepararla de diferentes formas. Por un lado, de forma colectiva, con el significado que tiene para el equipo; y por otro lado, de manera individual. Cada jugador prepara más o menos cómo juega el rival, cómo se mueve… Además, cada jugador, individualmente, tiene unos objetivos que tiene que cumplir para poder valorarse durante el partido. Esos objetivos, obviamente, tienen que ser explícitos y tienen que estar marcados por el entrenador”.


¿Qué le diría a los jugadores del Real Madrid?


Luis Antón: “Zidane, en este caso, ayudado por un psicólogo deportivo, va preparando la comunicación a lo largo de la semana previa. Al principio, se van haciendo comentarios más tácticos de cómo juega el rival y cómo se plantea el partido en diferentes situaciones. Y conforme llega la hora, el técnico va cambiando a comentarios más emocionales dirigidos al equipo y a cada jugador individualmente”.


“Por otra parte, conociendo a los jugadores, es necesario hacerles ver el significado que tiene el partido para ellos y el significado que tiene cada uno dentro del equipo”.


¿Qué implica haber ganado ya una final?


Carlos Rey: “Es más complicado motivar a los jugadores del Real Madrid porque ya vienen de hacer lo mismo hace dos años. Pero, por otra parte, también es una ventaja porque los jugadores no van a estar tan hambrientos. Y, por tanto, no se van a pasar de vueltas”.


¿Cómo se gestiona ese minuto 93 en la mente de los jugadores?


Carlos Rey: “Simeone ha acabado con muchos clichés en el Atlético de Madrid y ha conseguido acabar con esas barreras, como la fama del ‘pupas’. En ese sentido, yo haría lo siguiente. En concreto, hay dos fuerzas que gobiernan nuestra conducta. Por una parte, hay una fuerza que nos domina, que es el miedo, y por otra, la motivación, que es la que nos mueve. Lo que hay que conseguir en todo momento es que la motivación sea superior al miedo. Y en la medida en que yo intento buscar el éxito y alejar el fracaso, se considera que soy más competitivo”.


¿Cuáles son las formas más comunes de motivación?


Luis Antón: “Hay una motivación que tiene que ver con el significado que tiene para cada jugador ganar el partido y lo que puede suponer para ellos (aumentar su palmarés, ganar más dinero…). Luego, el papel de cada uno en el equipo y lo que se espera de él dentro del grupo, algo que se refuerza durante el partido con la comunicación entre compañeros. Y, por último, la última motivación, que dura algo menos, que se puede utilizar con la visualización de algún vídeo, con ánimos y gritos dentro del vestuario. Ésta, en concreto, dura menos porque esa activación deja de ser eficaz cuando pasan unos minutos y el cuerpo coge ritmo de partido”.


¿Son útiles los vídeos antes del partido?


Carlos Rey: “No soy partidario de ellos. La final tiene que ser un partido más. Si tú adornas ese partido, entonces le estás dando un contexto diferente y modificas aspectos que pueden tener una influencia en el juego. En definitiva, sacas al jugador de su rutina habitual y, salvo que se tenga una intención clara con ese vídeo, yo no lo recomendaría”.


¿Qué se les dice a los suplentes?


Luis Antón: “Es necesario que sepan cuál es su papel y qué les corresponde hacer. A partir de ahí, planificar posibles situaciones en el partido. Eso es lo que yo les pediría”.


¿Cómo se quita presión a los jugadores?


Carlos Rey: “Habría que analizar de dónde puede venir esa presión y anticiparse a determinados resultados. En la medida en que yo mantengo mi mente ocupada en lo que tengo que hacer en cada momento alejo esa presión”.


¿Existe el miedo a ganar?


Carlos Rey: “Sí, es curioso, pero es así. En teoría, ganar es algo atractivo, pero, al mismo tiempo, cuando eres un aspirante, siempre surge la pregunta: ¿Seré merecedor de ganar? Eso hay que gestionarlo”.


¿En qué medida es importante la mente en este tipo de partidos?


Luis Antón: “Como en cualquier otra actividad que hagamos, la atención, la concentración y la gestión de emociones y pensamientos son elementos básicos que sirven para desempeñar correctamente la actividad”.