Mathieu Van der Poel, en París-Roubaix.

Mathieu Van der Poel, en París-Roubaix. EFE

Ciclismo

Orina, cerveza, escupitajos y botellazos: ¿Es Mathieu Van der Poel el ciclista más odiado?

El neerlandés ha vivido episodios surrealistas de todo tipo durante los últimos dos años por parte de aficionados que han puesto en peligro su integridad física.

Más información: Tadej Pogacar y de nuevo la mejor temporada de la historia: 100 victorias, el cuarto Tour y la estela de Eddy Merckx

Publicada
Actualizada

¿Es Mathieu Van der Poel el ciclista más odiado por los aficionados? Llama la atención que en un deporte en el que se presume tanto respeto por parte del aficionado a los profesionales, sea una misma figura la que centre tantos incidentes denunciables en los últimos tiempos.

Durante los dos últimos años, el ciclista neerlandés se ha visto en infinidad de situaciones desagradables. Tanto en el ciclocross como en la ruta, ha sido indiferente. Los cafres siempre han encontrado el lugar perfecto para cargar contra él.

Le han insultado, le han escupido, le han arrojado orina y cerveza a la cara... Incluso le llegaron a tirar un bidón lleno a la cara o una gorra a los radios de su bicicleta, con el peligro que eso entraña.

No son episodios aislados. La lacra se sigue repitiendo en este tramo final de 2025 con el ciclocross como escenario del crimen.

Si hace unos días un espectador le echó una gran bocanada de humo directamente a la cara, el último episodio ha sido un incidente que casi termina con el campeón del mundo de CX por los suelos en plena prueba.

Un final de año aciago

Parece que hay quienes se organizan para atentar contra Mathieu Van der Poel sistemáticamente. Y ha vuelto a quedar demostrado en las últimas pruebas de ciclocross de este 2025.

Es una paradoja en sí misma. El neerlandés da lustre a cada prueba en la que compite y multiplica la atención mediática. Aclamado por la mayoría y admirado por muchos, hay quienes la tienen tomada con él y pagan su entrada al circuito tan sólo para incomodarle.

En menos de una semana se han visto dos nuevos casos que han tenido a Mathieu Van der Poel como protagonista. Este mismo lunes, en la prueba de Loenhout, el corredor del Alpecin tuvo que soportar otro incidente que a punto estuvo de comprometer su integridad física.

Durante uno de los momentos iniciales de la prueba y cuando Van der Poel todavía pedaleaba en grupo tratando de remontar posiciones, uno de los espectadores pegado a la valla estiró la mano y tocó su manillar.

Aquello desequilibró al neerlandés, que tuvo que hacer un extraño con su bicicleta y estuvo muy cerca de irse al suelo. Van der Poel echó la vista atrás buscando a su agresor, pero siguió la prueba con normalidad e incluso terminó haciéndose con la victoria.

El causante de este pasaje fue identificado por las fuerzas de seguridad, pero pidió disculpas y aseguró que no tenía mala intención. De hecho, en algún vídeo cercano se puede ver cómo animaba con su mano a los corredores, pero Van der Poel pasó tan cerca de él que le tocó.

Lo que sí tuvo mala intención a ciencia cierta fue lo que le sucedió una semana atrás. En la prueba de Hofstade, Van der Poel vio cómo un espectador le echó una gran bocanada de humo de un cigarrillo en el momento en el que pasaba a su lado.

El ciclista atravesó la nube de humo sin mayores problemas, pero el aficionado quedó retratado en plena retransmisión televisiva.

Orina, cerveza y demás agresiones

Lamentablemente, estos incidentes no son algo nuevo para Mathieu Van der Poel, que en los dos últimos años ha soportado vivencias de todo tipo.

Este 2025, en la temporada de ruta, soportó dos pasajes muy desagradables que también estuvieron a punto de comprometer su integridad física.

Durante la prestigiosa París-Roubaix que ganó por delante de Tadej Pogacar, un aficionado arrojó a su paso un bidón lleno de líquido que se estrelló directamente en su cara.

El golpe le causó un gran daño, y también estuvo a punto de causar un accidente mayor porque fue algo totalmente inesperado para el ciclista. En pleno esfuerzo y totalmente concentrado en los adoquines, Van der Poel no contaba con sufrir esta agresión.

También este mismo año, en la clásica E3 recibió algún escupitajo por parte de algún aficionado, incidente que se vio registrado también en la retransmisión de televisión.

Retrocediendo a 2024, la París-Roubaix volvió a ser un punto negro para él. En aquella ocasión una aficionada le lanzó una gorra directamente a los radios de las ruedas de su bicicleta, con el gran peligro que eso conlleva.

Por suerte, este acto vandálico no tuvo consecuencias para el ciclista, que terminó ganando la prueba.

Ese año, en el Tour de Flandes el neerlandés fue objeto de ira por parte de algunos aficionados. Durante la carrera denunció varios insultos y también el lanzamiento de cerveza por parte de algunos aficionados al paso por el Oude Kwaremont.

Más atrás, en 2023, durante la prueba de ciclocross de Hulst, a Van der Poel le arrojaron cerveza y orina en un lamentable incidente que pareció abrir la veda. En aquella ocasión, el ciclista respondió con un escupitajo a esas personas que le habían estado molestando durante la carrera.