Imagen del Roig Arena durante un partido.

Imagen del Roig Arena durante un partido. EFE

Baloncesto

El Real Madrid 'estrena' un imponente Roig Arena que se vestirá de gala para testar el crecimiento de los de Scariolo

Los de Sergio Scariolo visitan el nuevo feudo valencianista en busca de lograr su tercera victoria consecutiva a domicilio.

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El Real Madrid llega a Valencia este martes con una misión doble: escribir la primera página de un capítulo inédito en su historia europea y comprobar si su transformación reciente es tan sólida como parece. Los blancos pisarán por primera vez en Euroliga el Roig Arena, un recinto que se ha convertido en símbolo del ambicioso proyecto deportivo de la ciudad.

Valencia ha invertido 400 millones de euros para crear un templo del baloncesto, y este encuentro será el primer gran test de verdad ante una élite europea en el nuevo escenario.

Los blancos llegan eufóricos tras encadenar cuatro victorias consecutivas y haber ganado su noveno Clásico seguido al Barcelona.

El Valencia Basket, con una afición embelesada por el nuevo pabellón pero con un equipo necesitado de recuperar sensaciones, presenta una ecuación perfecta para una noche de emociones contenidas.

Un coloso tecnológico

El Roig Arena no es un pabellón más. Es una declaración de intenciones del baloncesto español. Ubicado en el complejo de la Cuenca del Túria, el recinto bate todos los récords de modernidad en Europa. Con una capacidad de 15.600 espectadores en modo baloncesto, representa la mayor apuesta de infraestructura jamás realizada por un club español fuera de las capitales tradicionales del deporte.

Pero lo verdaderamente revolucionario está en sus tripas tecnológicas. El videomarcador LED instalado en el Roig Arena es el de mayor resolución de toda Europa, ocupando 257 metros cuadrados de pantalla de altísima definición.

Complementando esta joya, el recinto dispone de 1.700 metros cuadrados totales de pantallas LED repartidas estratégicamente por todo el interior. "El Ojo", la fachada exterior de 300 metros cuadrados de pantalla LED que domina la entrada, se ha convertido en un hito visual en la ciudad, visible desde kilómetros de distancia.

El sistema de sonido, desarrollado por DAS (Digital Audio Systems), representa la tecnología acústica de referencia mundial, capaz de envolver al espectador en una experiencia sensorial completa.

Imagen del Roig Arena antes de un partido.

Imagen del Roig Arena antes de un partido. ACB PHOTOS

La arquitectura es igualmente ambiciosa. Diseñado por HOK y ERRE Arquitectura, el pabellón se reviste de 8.600 lamas de cerámica que conforman una fachada que cambia según la luz del día. Tres terrazas con vistas a la ciudad permiten que los espectadores vivan la experiencia más allá del interior.

Pero la versatilidad es quizá su característica más inteligente: el recinto puede transformarse instantáneamente entre modo baloncesto, concierto o evento empresarial, permitiendo que el Roig Arena se reinvente constantemente. El Real Madrid se encontrará con el pabellón más moderno que ha pisado esta temporada en Europa, una catedral de acero, vidrio y tecnología.

Una 'caldera'

​Si el edificio es impresionante, el ambiente que se está generando en torno al Roig Arena es aún más transformador. Valencia Basket ha roto todos sus récords históricos de abonados: más de 11.000 seguidores han adquirido el carné de socio para la temporada 2025-26, una cifra jamás alcanzada en la historia del club.

El debut oficial en el Roig Arena, hace apenas poco más de un mes contra Virtus Bologna, reunió 14.606 espectadores, creando una atmósfera que el baloncesto valenciano no experimentaba desde su última etapa de gloria.

Este cambio de escala ha revolucionado la mística del club. Durante años, el Valencia Basket competía en pabellones funcionales pero anónimos. Ahora, el recinto es un carácter en sí mismo. La afición taronja ha encontrado un hogar que merece su pasión, y eso ha despertado un fervor que se nota en cada rincón del edificio.

Scariolo fue más allá en su análisis: "Jugar ahora en Valencia es una de las tareas más difíciles de Europa". El entrenador del Madrid reconoce públicamente lo que todos intuyen: el Roig Arena se ha convertido en una fortaleza.

Los blancos serán el primer grande español que visite el recinto en competición oficial de Euroliga, y lo hace sin la posibilidad de aclimatarse, enfrentándose a un ambiente virgen pero feroz.

En crecimiento

Hace apenas tres semanas, el Real Madrid era un equipo en construcción, tambaleándose con un registro de 2-4 en Euroliga. Los críticos afilaban las navajas. Scariolo, sin embargo, pronunció una frase que parecía casi ingenua: "No tengo dudas, el equipo va a mejorar". Lo que el técnico italiano veía era potencial latente, no debilidad irreparable. Tenía razón.

La transformación ha sido radical. Desde ese momento, Madrid encadena cuatro victorias consecutivas en Euroliga. La más resonante fue la cosechada ante el Barcelona en el Palau por 92-101, una noche en que los blancos simplemente dominaron a su máximo rival en su propia casa.

Pero no es solo ese resultado; es cómo ha llegado a ellos. El equipo juega con una cohesión que no tenía semanas atrás. La defensa es más consistente, el ataque menos precipitado, el baloncesto más inteligente.

Los protagonistas individuales respaldan esta narrativa. Trey Lyles se ha convertido en el diferencial ofensivo del Madrid, anotando 29 puntos contra Barcelona y demostrando que es un ala-pívot de élite europea. Campazzo mantiene el control de la dirección con autoridad. Alex Len aporta solidez defensiva en la pintura tras su llegada reciente.

Scariolo ha conseguido que todos entiendan su rol, eliminando dudas internas y construyendo una confianza colectiva que el Madrid llevaba meses buscando. Ahora los blancos son sextos con un registro de 5-4.

Necesidad de reacción

El Valencia Basket tiene los mismos guarismos, pero vive una trayectoria opuesta. Mientras Madrid sube, Valencia baja. Dos derrotas seguidas han enfriado el entusiasmo: la caída en Kaunas ante el Zalgiris (86-77), y una derrota posterior en Granada que rompió su invicto en Liga Endesa. No son desastres, pero generan dudas cuando la inversión en el Roig Arena promete tanto.​

Eso sí, la historia reciente le permite al cuadro valencianista ser optimista. Hace apenas unos meses que se vieron las caras en la final de la Supercopa Endesa logrando levantar el título.

Jean Montero, Matt Costello y Jaime Pradilla tendrán que dar un paso adelante si Valencia quiere aprovechar el factor Roig Arena. La oportunidad es enorme, la presión también.

Lyles y Tavares, durante un partido del Real Madrid de baloncesto

Lyles y Tavares, durante un partido del Real Madrid de baloncesto Real Madrid

El Campazzo vs Montero definirá el control del juego. El argentino buscará imponer el ritmo controlado de Madrid; el base taronja intentará generar caos y transitoriedad.

Trey Lyles se medirá contra los interiores de Valencia—tanto Costello como Pradilla deberán diseñar un plan defensivo específico para contener al ala-pívot estadounidense que está en estado de gracia.

La batalla de ritmos será fundamental: Scariolo prefiere el baloncesto metódico y paciente, mientras que Pedro Martínez busca la intensidad y el juego directo. El Real Madrid querrá imponer su lógica; el Valencia Basket resistir con su afición de fondo, un recurso más en el Roig Arena.