Aday Mara, en su debut con Michigan.

Aday Mara, en su debut con Michigan. REUTERS

Baloncesto

El éxodo de 30 españoles hacia las universidades de USA: las razones de una emigración que coge fuerza con la NBA de fondo

La llegada de españoles a la NCAA ha crecido un 55% esta temporada en la que los jugadores buscan más visibilidad, recursos y proyección.

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El fenómeno es innegable. La temporada 2025-26 de la NCAA recibe a treinta españoles, marcando un récord histórico que consolida a España como séptimo país que más aporta talento al baloncesto universitario estadounidense. Un incremento del 55% que resume un cambio de mentalidad en la cantera nacional.

Entre los jugadores de mayor experiencia destacan los mayores. Baba Miller y Jordi Rodríguez coinciden en Cincinnati tras brillar en universidades previas, combinando potencia física y tiro exterior. Pablo Tamba cierra su carrera NCAA en LSU tras dominar la pintura con versatilidad ofensiva.

Owen Aquino, Guillermo Díaz Graham, Jorge Díaz Graham —gemelos canarios que se separan por primera vez en NCAA—, Valentino Pinedo, Aitor Anabitarte y Adrià Rodríguez completan la categoría de seniors con considerable experiencia acumulada en competición universitaria.

Los juniors representan la generación de mayor proyección inmediata. Aday Mara llega a Michigan desde UCLA para reforzar la potente conferencia Big Ten con su juego versátil. Álvaro Folgueiras, ala-pívot de Iowa, busca impactar tras brillar en Robert Morris.

Conrad Martínez, base de Granollers en High Point, persigue protagonismo tras años con minutos limitados en Arizona. Victory Onuetu, campeón mundial sub-19 con España, y José Roberto Tanchyn, formado en Unicaja, afrontan saltos significativos en sus carreras profesionales.

Los estudiantes de segundo año están en fase crítica de consolidación y definición de roles. Bruno Alocén en Indiana State intenta afianzarse tras su primer año prometedor. Rubén Domínguez se enfrenta al desafío de la Southeastern Conference en Texas A&M.

Clem Edomwonyin e Ignacio Campoy en Drexel buscan protagonismo relevante en la Coastal Athletic Association. Julen Iturbe en American, Luca Soroa en Northeastern e Iker Garmendia en Elon continúan su progresión en programas menores con potencial claro de crecimiento.

Los estudiantes de primer año representan la nueva generación del talento español en la NCAA. Guillermo del Pino en Maryland es reciente héroe del Eurobasket U18 con proyección internacional reconocida. Mario Saint-Supéry, base de Gonzaga con gran proyección, es uno de los debutantes más observados.

Ian Platteeuw y Davidson, MVP del Eurobasket U18, lideran el grupo de promesas españolas. David Gómez y Raúl Villar en Charlotte, Fabián Flores en DePaul, Asier Miguel en Manhattan, Máximo García-Plata en Florida State, Álex Huguet en Louisiana-Monroe, Kike Moya en UT Martin y Lucas Marí en Vermont cierran este contingente histórico de debutantes.

Las razones detrás de la emigración masiva

Los factores que impulsan este éxodo masivo son múltiples y profundamente determinantes. La NBA permitió desde 2021 que atletas universitarios ganen dinero a través del sistema NIL. Actualmente algunos jugadores pueden ganar hasta dos millones de dólares anuales, oportunidad impensable en la cantera española.

Este cambio regulatorio transformó radicalmente la economía del deporte universitario estadounidense. Las universidades norteamericanas ofrecen un modelo formativo integrado sin equivalente europeo. Los campus cuentan con instalaciones de élite mundial, nutricionistas especializados, entrenadores reconocidos internacionalmente y preparación física al más alto nivel.

La educación se combina con entrenamiento profesional en un ecosistema imposible de replicar en España. La visibilidad que ofrece la NCAA es incomparable para la proyección profesional futura. Los scouts de la NBA asisten regularmente a partidos universitarios observando y evaluando continuamente el talento internacional disponible.

Jugar en la NCAA amplifica exponencialmente las opciones para acceder a la NBA o grandes ligas europeas profesionales. En España, jóvenes talentos encuentran dificultades significativas para obtener minutos en equipos profesionales establecidos. La Liga Endesa prioriza jugadores experimentados y extranjeros, limitando oportunidades a promesas nacionales con potencial demostrado.

Este obstáculo estructural ha sido señalado por Juancho Hernángomez como problema crítico del sistema español. Las becas deportivas estadounidenses cubren matrícula completa, vivienda, comida y gastos asociados de calidad. La compatibilidad entre estudios de calidad y alta competición deportiva es atractivo fundamental para las familias españolas.

Muchas familias españolas ven en las becas NCAA una oportunidad formativa integral inexistente en su país. El sistema permite desarrollarse física, técnica y mentalmente bajo estructuras profesionales de élite mundial garantizadas. España pierde progresivamente talentos valiosos a universidades americanas año tras año sin compensación.

Aldama, un referente

Santi Aldama representa el éxito español más notable de la ruta NCAA-NBA en años recientes. Nacido en Canarias, Aldama jugó en Loyola Maryland entre 2019 y 2021 y desarrolló su talento ofensivo. Su paso por la universidad estadounidense fue fundamental en su evolución como jugador profesional de élite.

En el Draft 2021, Aldama fue seleccionado en el puesto 30 de la primera ronda por Memphis Grizzlies. Se convirtió en el primer jugador de Loyola Maryland drafteado desde 1989, marcando un hito histórico institucional. Actualmente continúa en la NBA con los Grizzlies, siendo una de las estrellas del equipo.

Los números de Aldama demuestran el potencial real de jugadores españoles procedentes de la NCAA universitaria. Su versatilidad defensiva, capacidad atlética excepcional y habilidades ofensivas en evolución lo proyectan como futuro talento internacional. Su trayectoria es el espejo en el que miran estos treinta españoles universitarios actualmente.

El caso Aldama valida completamente la inversión de estos jóvenes talentos por la ruta estadounidense. Su éxito abre un camino psicológico y práctico a generaciones futuras de baloncestistas españoles aspirantes. La presencia de Aldama en la NBA facilita directamente el reclutamiento de nuevos talentos españoles en universidades americanas fortaleciendo esta cadena.