Los jugadores del Maccabi Tel Aviv de baloncesto.

Los jugadores del Maccabi Tel Aviv de baloncesto. EFE

Baloncesto

La Euroliga hace mutis: se lava las manos sobre los equipos de Israel en su inicio, mientras la UEFA estudia expulsarles

El Hapoel y el Maccabi se estrenan este martes mientras la FIBA y la Euroliga esperan reacciones en otros deportes. 

Más información: La UEFA decidirá la próxima semana si suspende a Israel y a sus equipos: la mayoría de los miembros están a favor

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La Euroliga 25-26 echa a andar y lo hace con una situación inédita: dos equipos de Israel compiten en pleno conflicto en Gaza. La organización mantiene su posición de no intervención mientras crece la presión internacional sobre el deporte. 

El Maccabi Tel Aviv, accionista fundador de la competición, y el Hapoel Tel Aviv, campeón de la Eurocup la pasada temporada, han sido confirmados para participar sin restricciones entre dos de los 18 clubes que disputan el torneo.

Sin embargo, ninguno de los dos equipos israelíes podrá ejercer como local en territorio nacional por motivos de seguridad. La Euroliga ha habilitado el Stark Arena de Belgrado y el Arena 8888 de Sofía como sedes alternativas para la temporada. 

Paulius Motiejunas, máximo accionista de la Euroliga.

Paulius Motiejunas, máximo accionista de la Euroliga. REUTERS

Esta decisión logística refleja las complicaciones que genera el conflicto armado en la región. El Hapoel Tel Aviv jugará contra el Barça en la capital búlgara, mientras que el Maccabi jugará contra Anadolu Efes.

Paulius Motiejunas, CEO de la Euroliga, compareció ayer en Dubái para explicar la posición oficial de la organización ante el creciente debate sobre la participación israelí. Sus declaraciones han sido interpretadas como una estrategia de espera y observación. 

"Estamos monitorizando la situación de cerca", declaró el directivo lituano durante la presentación de la temporada. Motiejunas añadió que "si otras organizaciones deportivas toman decisiones al respecto, nosotros las analizaremos para evaluar nuestros próximos pasos en consecuencia". 

Esta postura marca una diferencia notable con el precedente establecido en 2022 tras la invasión rusa de Ucrania. En aquella ocasión, CSKA Moscú, Zenit San Petersburgo y Unics Kazan fueron excluidos inmediatamente de todas las competiciones continentales. 

La decisión sobre Rusia se adoptó en cuestión de días, mientras que la situación israelí se prolonga sin resolución. FIBA, el organismo mundial del baloncesto, mantiene una posición similar a la Euroliga, evitando pronunciarse sobre medidas restrictivas concretas. 

El Gobierno español ha expresado públicamente su posición a través de la ministra de Educación y Deportes, Pilar Alegría. Las autoridades nacionales consideran que debería aplicarse el mismo criterio empleado con los equipos rusos tras el conflicto ucraniano. 

Pedro Sánchez declaró hace unos días que "Israel debería recibir el mismo tratamiento que Rusia" en el ámbito deportivo internacional. Esta posición oficial española aumenta la presión sobre las organizaciones deportivas europeas para adoptar medidas similares a las de 2022. 

Mientras tanto, los aspectos operativos de la presencia israelí generan complicaciones adicionales. Los equipos enfrentarán restricciones de movilidad en ciertos países, particularmente Turquía, donde no podrán desplazarse por cuestiones de seguridad bilateral entre ambas naciones. 

Se esperan también operativos policiales especiales durante los desplazamientos de Maccabi y Hapoel por territorio europeo. Varias ciudades han registrado ya manifestaciones de protesta ante la confirmación de que recibirán a los equipos israelíes durante la temporada. 

Las medidas de seguridad extraordinarias incrementarán significativamente los costes operativos de la competición. La Euroliga deberá coordinar con las autoridades locales de cada país visitante para garantizar el desarrollo normal de los encuentros programados. 

La situación del fútbol

Paralelamente, el mundo del fútbol aborda la misma cuestión con un enfoque diferente. UEFA ha programado para esta semana una votación de su comité ejecutivo para decidir sobre la posible exclusión de Israel de sus competiciones continentales. 

La propuesta de exclusión futbolística cuenta con el respaldo de Qatar y otras federaciones europeas. Los veinte miembros del comité ejecutivo de UEFA analizarán la situación antes de que Israel dispute sus próximos encuentros clasificatorios para el Mundial 2026

Esta decisión afectaría directamente a los partidos programados ante Noruega e Italia en las próximas semanas. FIFA mantiene una posición más cautelosa debido a la proximidad del Mundial 2026, donde Estados Unidos ejercerá como co-anfitrión junto a México y Canadá

El contraste entre las aproximaciones del fútbol y el baloncesto europeo refleja diferentes filosofías institucionales ante conflictos internacionales. Expertos de la ONU solicitaron el 23 de septiembre a ambos organismos futbolísticos que suspendan la participación israelí en sus torneos. 

"El deporte no puede servir para normalizar violaciones del derecho internacional", argumentaron los representantes onusianos en su petición oficial. Esta intervención de la ONU añade una dimensión multilateral al debate que trasciende las decisiones puramente deportivas. 

Los precedentes históricos en el deporte muestran diferentes aproximaciones ante situaciones similares. Sudáfrica fue excluida durante décadas del deporte internacional por el apartheid, mientras que otros conflictos han recibido tratamientos diversos según el contexto geopolítico predominante. 

La semana que comienza será determinante para conocer si el fútbol y el baloncesto europeos mantienen criterios unificados o adoptan enfoques divergentes. La votación de UEFA podría marcar un precedente que influya en las decisiones posteriores de otras organizaciones. 

En caso de que UEFA proceda con la exclusión israelí, la presión sobre la Euroliga y FIBA se intensificaría considerablemente. Motiejunas tendría que justificar públicamente por qué el baloncesto mantiene una posición diferente a la del fútbol europeo contemporáneo.