Maverick Viñales, piloto de Yamaha

Maverick Viñales, piloto de Yamaha MotoGP

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Viñales (30), piloto de MotoGP, sobre el sacrificio extremo para ganar su primer mundial: "Perdí 5 kilos en semana y media"

El piloto español recuerda cómo logró ganar el título de Moto3 de 2013 gracias a una dura rutina diaria de disciplina y entrenamiento.

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Maverick Viñales, a sus 33 años es una de las estrellas del Mundial de MotoGP. El español llegó al Mundial de motociclismo en 2011, en la categoría de 125cc y vivió la transformación hacia Moto3 al año siguiente.

En una entrevista en el podcast Duralavita, el piloto de Aprilia, repasó los que han sido sus momentos más duros y definitorios durante su carrera en el Mundial, entre ellos una drástica pérdida de peso que marcó su conquista del Mundial de Moto3 en 2013.

Aquel episodio, según relató, fue el reflejo de su mentalidad de "ganar o morir". Tras el Gran Premio de Japón, y viendo que su rival Luis Salom le sacaba ventaja en velocidad punta, Viñales llegó a la conclusión de que su propio peso era un lastre.

"Con el mono puesto no era lo suficientemente aerodinámico", explicó. Así que tomó una decisión drástica: perder 5 kilos en apenas una semana y media.

Pasó de 62 a 57 kilos y, tal como reconoció, "ni comí" durante el fin de semana decisivo. El esfuerzo surtió efecto: logró ganar la carrera y con ella el campeonato.

Mentalidad ganadora

Esa experiencia resume bien el enfoque que ha guiado toda su trayectoria. Desde niño, competir era una cuestión de vida o muerte emocional. Terminar segundo equivalía a perder.

"Si no ganaba, podía pasarme una semana llorando", confesó. Una exigencia interna que sigue presente a día de hoy y que lo empuja a buscar cada vez más el perfeccionamiento en los pequeños detalles.

Más allá de ese momento concreto, Viñales habló de su estilo de vida: una rutina marcada por la disciplina, sin apenas espacio para el ocio. "Entrenar, descansar, entrenar, descansar", resumió.

Maverick Viñales traza un viraje con su Aprilia RS-GP24, en el COTA de  Austin.

Maverick Viñales traza un viraje con su Aprilia RS-GP24, en el COTA de Austin. Aprilia

Ni siquiera la llegada de su hija alteró ese ritmo, porque ya vivía bajo una estricta planificación diaria. Sin embargo, admite que durante años confió demasiado en su talento natural y no fue todo lo meticuloso que debía: "Podía ganar solo con velocidad, pero no era minucioso".

En esa búsqueda de precisión ha encontrado un nuevo aliado. Jorge Lorenzo, tricampeón del mundo de MotoGP, apareció por sorpresa durante la entrevista para anunciar su colaboración como asesor de Viñales.

Según Lorenzo, Maverick tiene uno de los mayores talentos y velocidades puras del paddock, pero necesita trabajar en los cuatro pilares del rendimiento, especialmente el mental.

Ambos ven esta nueva etapa como un proyecto serio, comparando su relación con la de Rocky Balboa y Apollo Creed: una fórmula para exprimir al máximo el potencial del piloto catalán.

El sacrificio de Viñales también se ha manifestado en su resistencia al dolor. Relató cómo, tras una dura caída, los médicos le diagnosticaron una rotura de ligamentos, una rotura del 70% del tendón supraespinoso y una fisura en el labrum.

A pesar de ello, decidió operarse y volver a competir apenas semanas después. En el GP de Valencia, la rigidez física le hacía perder medio segundo por vuelta en el time attack, pero completó el fin de semana por pura determinación.